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LA OPINIÓN PUBLICADA

Encuestas y cantos de sirena de la 'Gran Coalición'

GUILLERMO LÓPEZ GARCÍA. 16/03/2014

LA OPINIÓN PUBLICADA

Guillermo López García

Profesor titular de Periodismo de la Universitat de València
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VALENCIA. Las últimas encuestas publicadas, tanto en los medios de comunicación como por parte del CIS, apuntan a un panorama político caracterizado por el estancamiento. Los dos grandes partidos, PP y PSOE, son menos grandes que nunca, pero al mismo tiempo logran detener la sangría de votantes y se habrían asentado -dicen los sondeos- en torno al 30% de los votos, en situación de empate técnico. Las principales alternativas (IU y UPyD) también se estancarían en su crecimiento: a IU no se le otorga más del 15% y a UPyD, generalmente, se le ubica en el 10%, o menos.

Pero tal vez este escenario no se corresponda con la realidad, y esté siendo excesivamente generoso, en la "cocina" de los datos, con los dos grandes partidos. Los sondeos están elaborándose según la idea de que tanto PP como PSOE cuentan con muchísimo "voto oculto", que ahora mismo está en la abstención, o en otras opciones, pero que finalmente volverá al redil.

Esto puede verse muy claramente en el voto directo que muestran las encuestas, siempre mucho más bajo para PP y PSOE que la estimación final. Y justo al revés ocurre con las alternativas. Por ejemplo, en la encuesta de Metroscopia de esta semana la relación entre voto directo y estimación de voto para PP y PSOE era de 2,2 a uno, mientras que en el caso de UPyD e IU era de uno a uno.

Algo parecido a lo que podíamos ver en la última encuesta del CIS (enero 2014), donde el voto directo al PP (10,8%) se convertía en una estimación de voto del 32,1%. Es decir, una relación de 3 a uno. El caso del PSOE (voto directo del 11,8%, estimación del 26,6%) era similar (algo menos exagerado). IU y UPyD experimentaban, por el contrario, un ascenso mucho menor respecto del voto directo.

Es decir, y resumiendo la situación: las encuestas se encuentran con unos datos "en bruto" mucho más desfavorables para PP y PSOE de lo que luego acaban concluyendo, una vez "cocinados" dichos datos. Es indudable que, en estos momentos, el apoyo explícito al PP (o al PSOE) pasa por sus momentos más bajos. Y es normal que muchos potenciales votantes oculten sus preferencias, o no se hayan decantado aún. Sin embargo, la "cocina" de los sondeos es tan intensa que casi parece una deconstrucción, que acaba dejando irreconocibles los datos.

En cualquier caso, incluso aunque los sondeos acierten y al final tengamos un bipartidismo debilitado con un 60% de los votos entre PP y PSOE, la situación que nos encontraríamos seguiría siendo difícilmente gobernable. Ningún partido se acercaría a la mayoría absoluta, ni podría encontrar fácilmente a alguien con quien pactar. Los pactos tendrían que ser a tres o más bandas.

Esto es algo que, en las actuales circunstancias, quizás podría hacer el PSOE, pero seguro que no el PP, puesto que las dos únicas opciones de pacto con las que cuenta (UPyD y partidos nacionalistas) son incompatibles. Además, es muy poco probable que el PP acepte lo que previsiblemente le pedirían los partidos nacionalistas con los que puede pactar, fundamentalmente CiU: un referéndum independentista en Cataluña autorizado por el Estado.

Al PP le gusta Rubalcaba

Es en este escenario en el que han comenzado a circular, cada vez con más fuerza, declaraciones, artículos de opinión, supuestas revelaciones en publicaciones "confidenciales", en una línea muy concreta: la de ir definiendo, de cara a las Elecciones Generales del año que viene, un escenario de coalición de Gobierno entre los dos grandes partidos, PP y PSOE.

La rumorología proviene, sobre todo, desde el campo del actual Gobierno, bajo la forma de cantos de sirena hacia el PSOE, revestidos de llamada a la responsabilidad y la estabilidad del país, con ejemplos tan señalados como este artículo de Lucía Méndez en El Mundo que afirma que "las élites apuestan por Rubalcaba". ¿A quién se refiere Lucía Méndez? A Mariano Rajoy y Jesús Posada, naturalmente, que confían en el sentido de Estado de Rubalcaba "para asumir la coalición de 2015".

Es, sin duda, una muy buena noticia para el líder socialista constatar que sus mayores apoyos provienen de la competencia. En los años 80, también decía Felipe González de Manuel Fraga que "el Estado le cabe en la cabeza", con el objetivo de que se mantuviera allí todo el tiempo que fuera posible, puesto que ese tiempo estaría, a buen seguro, jalonado de fáciles victorias para el PSOE.

Una Gran Coalición en la que el PSOE tiene todo que perder

El PP no gobierna en minoría desde la legislatura 1996-2000. En la última legislatura de Aznar contó con mayoría absoluta, como en la actual de Rajoy, con lo que no necesita pactar con nadie. Y, de hecho, apenas pacta con nadie. Aprueba las medidas que decide adoptar en cada momento con sus votos, en solitario. Los resultados de su política, y de su actitud frente a la oposición, conducen a esa soledad, muy confortable con mayoría absoluta, pero peligrosa en circunstancias menos favorables.

Como, por ejemplo, lo que probablemente suceda después de 2015. Incluso aunque el PP lograse ser el partido con más escaños, parece muy poco probable, por no decir imposible, que el PP alcance una mayoría absoluta, o suficiente para pactar con algún socio menor (como CC o el PNV). Y esa situación le abocaría a buscar un socio de Gran Coalición (el PSOE), puesto que es el único con el que podría retener el poder.

En estas circunstancias, queda claro lo que ganaría el PP con una Gran Coalición, en la que previsiblemente llevaría la voz cantante. Lo que no está tan claro es qué ganaría el PSOE. Por supuesto, ganaría cargos, unos cuantos ministerios, e incluso podría argumentar que gracias a su concurso se pararían las peores iniciativas del PP (otra reforma laboral, la ley del Aborto...).

Sin embargo, en el medio plazo podría perderlo todo. Porque una Gran Coalición así no se asemejaría al modelo alemán, donde esta fórmula ya se ha ensayado en varias ocasiones (con cierto desgaste del SPD, por cierto), sino al griego, donde el pacto entre los dos partidos se lee en otros términos muy distintos: una alianza desesperada del sistema político tradicional para mantenerse sobre los restos del naufragio.

Una alianza que en Grecia ha debilitado ligeramente a los conservadores (obtuvieron un 29% de los votos en 2012 y las encuestas les dan un 26%), pero directamente ha aniquilado al Pasok. Este partido vio reducidos sus apoyos a un 12% del electorado (cuando en 2009 había conseguido casi un 44%).

Un desplome provocado por su impotencia en la gestión de la crisis económica y la huida del electorado a otras opciones de izquierda. Parecía difícil que el Pasok pudiera bajar más, pero tras dos años de pacto de gobierno con los conservadores las encuestas le otorgan... un mísero 5%.

Hablábamos la semana pasada de la desastrosa resolución, para el PSOE, de la crisis en Navarra. Es desastrosa porque la retórica del PSOE en la oposición se basa en explicarle a su electorado que, a pesar de los pesares, ellos no son lo mismo que el PP, sus políticas no son idénticas, y su sensibilidad hacia los más desfavorecidos muy diferente. Pero todo eso se disolvería cual azucarillo si después el resultado de votar a los que "no son lo mismo" que el PP es forjar un Gobierno de coalición... con el PP.

Como lleva años haciendo el PSOE en Navarra, primero activamente (en una coalición de Gobierno) y ahora por pura inacción. Cabe imaginar cuál será el efecto electoral de este tipo de decisiones, y cuál sería si, tras unas Elecciones Generales en las que el PSOE se presentara como alternativa a la derecha española, acabase pactando con ella.

#prayfor... poesía en el teletexto

Esta semana mucha gente ha prestado atención a un servicio de noticias que lleva años viviendo una lenta agonía: el teletexto de la televisión. El teletexto, en su momento una herramienta de enorme utilidad para consultar información de servicio (el tiempo, la programación de televisión, el estado de las carreteras, ...) y echar un vistazo rápido a la actualidad, ha perdido relevancia por la aparición de una alternativa en la que usted ha encontrado este artículo: Internet.

Sin embargo, momentáneamente el teletexto ha conseguido relevancia, merced a un texto de indudable valor poético, que hablaba de la Bolsa en estos términos:

Hay que reconocer que con expresiones como "la bolsa parece el somnoliento sesteante veraniego incordiado por la mosca zumbona", incluso la más bien árida -para el lector neófito- información sobre los mercados financieros gana enteros. Inicialmente, todo el mundo supuso que estábamos ante una broma, pero por lo visto el texto proviene de un teletipo de la Agencia EFE. A pesar de lo cual, a mí nada logrará quitarme la idea de que estamos ante una llamada desesperada a la atención, un grito de socorro proveniente de un sufrido redactor del teletexto de TVE, hastiado por tanta indiferencia: "¡Estoy aquí!".

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