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LA OPINIÓN PUBLICADA

¿Hará Rajoy "un Papandreu"?

GUILLERMO LÓPEZ GARCÍA (*). 11/03/2012

Yorgos Papandreu, exprimer ministro griegoVALENCIA. En 1982, el PSOE consiguió la victoria más amplia de la historia de la democracia española. Su amplísima mayoría absoluta se vio refrendada un año después, en las Elecciones Autonómicas y Municipales de 1983, en las que el PSOE consiguió un claro triunfo que le permitiría gobernar en la mayoría de comunidades autónomas y municipios.

Casi treinta años después, otro partido político está a punto de emular, superándola, esta situación de predominio. A falta de dos semanas para la celebración de las Elecciones Autonómicas en Andalucía y Asturias, el Partido Popular gobierna con una cómoda mayoría absoluta, que también se reproduce en casi todas las comunidades autónomas y en los ayuntamientos de mayor tamaño. Esta mayoría se da, además, en un contexto de extremada debilidad del principal partido de la oposición, cuyos resultados en los comicios del 20N (110 escaños, un 29%) son comparables a los que cosechó AP en 1982 (107 escaños, un 26,5% de los votos).

El PP también llega en una situación de crisis económica en la que es preciso adoptar medidas difíciles, con un coste social y posiblemente electoral. De nuevo, se trata de una situación similar a la que se encontró el PSOE en 1982, con una crisis económica y la necesidad de llevar a cabo una reconversión industrial. Una situación de la que el PSOE salió airoso, lo que le permitió consolidar una situación de partido hegemónico durante una década y gobernar 14 años seguidos.

Cabe suponer, por tanto, que si la crisis remite en los próximos años, con los réditos de su superación y la debilidad del PSOE, el PP puede reproducir esta situación de hegemonía y consolidarla durante varias legislaturas, tanto en el ámbito nacional como en el autonómico y local. Sin embargo, la dureza de la crisis, y la incertidumbre sobre cuándo se logrará remontar el vuelo (y en qué condiciones), constituyen un pesado lastre para el PP.

En opinión de algunos, la ominosa sombra de la experiencia griega puede proyectarse sobre la evolución política española y generar un vuelco en menos tiempo de lo que se piensa. O, resumiendo, lo que se conoce como "hacer un Papandreu": llegar al poder con mayoría absoluta, superando a un partido en el Gobierno muy debilitado, y abandonarlo tres años después, pulverizado por la crisis.

Manifestaciones del año pasado en GreciaLA EXPERIENCIA GRIEGA: DEL TODO A LA NADA EN TRES AÑOS

En 2009, el partido socialista griego (PASOK) venció en las elecciones generales de aquel país con un cómodo 44% de los votos y 160 escaños (58 más que en las elecciones de 2007). El partido hasta entonces gobernante, los conservadores de Nueva Democracia, sufrió un duro varapalo, con un 33% de los votos y 91 escaños (61 menos que en 2007; el peor resultado de la historia de ND). La razón del vuelco electoral fue clara: el desgaste sufrido por el gobierno conservador ante el estallido de la crisis económica, que supuso un retroceso del PIB del 2,3% en 2009. El líder socialista y nuevo presidente, George Papandreu, llegaba al poder con un mandato histórico: encauzar el rumbo del país y superar los problemas económicos.

Dos años y medio después... El PIB descendió en Grecia un 4,5% en 2010 y en torno a un 7% en 2011. El paro se ubica por encima del 20% y el peso de la deuda (por encima del 200% del PIB) ha obligado a la renegociación de la misma, a sucesivas medidas de rescate y, también, a una serie de ajustes draconianos que han supuesto, en la práctica, la pérdida de la soberanía griega. Un escenario escalofriante.

¿Y qué ha ocurrido en el campo político? Papandreu tuvo que dimitir hace unos meses, y su partido, el PASOK, acordó un Gobierno de concentración con Nueva Democracia. Las próximas elecciones, previstas para el próximo mes de abril, muestran unas perspectivas muy poco halagüeñas para los socialistas. El siguiente gráfico, que hace referencia a los resultados ponderados de las encuestas de intención de voto a lo largo de 2011 y 2012, habla por sí solo:
Fuente: Wikipedia
La intención de voto de los socialistas se ha desplomado hasta un ridículo 10%, en beneficio, fundamentalmente, de los comunistas griegos y otras opciones de izquierda. El otro partido mayoritario, Nueva Democracia, ganaría las elecciones, pero en situación de precariedad, y con resultados aún peores que en 2009.

DE GRECIA A ESPAÑA

La cuestión es: ¿se puede reproducir en España la evolución electoral griega? ¿Puede encontrarse el PP con un desplome electoral comparable al del PASOK en sólo tres años? Es improbable, dado que el PP cuenta con un sólido suelo electoral y la economía española, afortunadamente, no se encuentra en un estado tan precario como la griega. Pero sí que puede darse un considerable desgaste electoral si la situación continúa empeorando, y si los ciudadanos perciben que el Gobierno desarrolla una política de respuesta basada en la improvisación que, además, resulta ineficaz (como ocurrió con Zapatero).

José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano RajoyUn escenario así, prolongado en el tiempo, y con una enorme conflictividad social, podría devolver al PP al umbral del 35% de los votos. Sin que ello supusiera, necesariamente, una recuperación socialista; al menos, mientras desde el PSOE no se envíe algún tipo de señal regeneradora que vaya más allá de sentarse a esperar a que la crisis acabe con Rajoy, como acabó con Zapatero, para volver a gobernar. Es decir: el PSOE no puede "hacer un Rajoy" (sentarse a esperar), porque Rajoy no hará "un Papandreu". Y, si lo hace, tal vez no es el PSOE quien le sustituya, a la vista, también, del fuerte crecimiento de diversos partidos minoritarios que nos aporta la experiencia griega.

MARGEN DE CONFIANZA, SEGÚN LOS SONDEOS

Los primeros sondeos electorales que se han publicado tras el 20N no muestran un desgaste significativo del PP. Según el sondeo de Metroscopia (El País), el PP incluso subiría dos puntos más, hasta el 46%, mientras el PSOE bajaría cuatro puntos más (24%). Para El Periódico, el PP bajaría dos puntos, y el PSOE se mantendría sin cambios. La encuesta del CIS, por último, aprecia pequeños descensos de un punto en PP y PSOE. Las tres encuestas coinciden, por último, en destacar el crecimiento de los partidos minoritarios de ámbito nacional (IU y UPyD), principales beneficiarios de este desgaste.

En resumen: por ahora, las medidas de ajuste, así como algunos llamativos (pero quizás inevitables) incumplimientos electorales, no le están pasando factura al Gobierno. La ciudadanía parece darle un mínimo margen de confianza. Es bueno que así sea, porque sin duda es aún muy pronto para exigir resultados tangibles a un gobierno recién aterrizado. También irá, probablemente, en beneficio del Gobierno la sensación de que, al menos, se están adoptando medidas, por dolorosas que sean. Otra cosa será ver la reacción de los ciudadanos si dichas medidas se revelan ineficaces (o contraproducentes incluso).

#prayfor... #hijostrospidos

Imagen promocional de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'Hace algunas semanas, Cuatro estrenó un reality show titulado "¿Quién quiere casarse con mi hijo?". El título explica bien el objetivo del programa: cinco hijos, acompañados y asesorados por sus madres, tendrán que elegir entre varias candidatas (y, en un caso, candidatos) para casarse con una de ellas. El resultado televisivo es... inenarrable. Una mezcolanza entre la España más cañí y un alegato desaforado a favor de la liberación sexual (o, más bien, el libertinaje). Telebasura de primera categoría.

El programa es tan surrealista que tiene el encanto de lo nefasto. El placer de revolcarse en lo peor de la sociedad para divertirse perversamente con ello. Sea como fuere, y a partir de una iniciativa de un activo bloguero y tuitero, El Hematocrítico, el hashtag #hijostrospidos (y sucesivas variantes semanales), empleado para comentar los -alucinantes, en el más preciso sentido de la palabra- contenidos del programa, ha hecho fortuna.

Se trata de una nueva forma de ver televisión: ahora ya no se comentan los programas al día siguiente, sino conforme se están viendo. Un fenómeno que -afortunadamente- no se limita al comentario de este tipo de contenidos televisivos, sino que abarca cualquier género (series de televisión, acontecimientos deportivos, informativos...).

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(*) Guillermo López García es profesor titular de Periodismo en la Universitat de València

2 comentarios

David escribió
21/05/2012 12:17

El PP ya tiene una intención de voto de alrededor de un 35% y eso que no ha habido recuperación del PSOE, si empieza a haberla puede caer aún más bajo, si es que ellos no caen aún más.

teresa escribió
26/03/2012 02:29

Totalmente de acuerdo en cuanto a que estamos ante una nueva forma de ver televisión, pero como dicen en este artículo, que habla del Congreso Iberoamericano sobre redes sociales, estamos aún en Beta en cuanto a la Social TV. Queda mucho por hacer... http://www.cuartopoder.es/enlazandoredes/por-que-los-medios-siguen-en-beta-con-las-redes-sociales/653

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