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El caos se instala en el PPCV

X. AGUAR. 10/05/2013 Declaraciones estridentes, conflictos internos, estrategias arcaicas y, en general, una caída en la disciplina y coordinación del partido

VALENCIA. Los tiempos en los que el PPCV era una maquinaria perfectamente engrasada cuya virtud principal era la disciplina interna han quedado atrás. Aunque los 'populares' valencianos también han sufrido conflictos internos de importancia en los últimos años, habían logrado hasta ahora funcionar manera coordinada: quien se saliera del guión, tenía problemas o, como se suele decir en política: quien se movía, no 'salía en la foto'.

Sin embargo, la crisis económica, el descenso en las encuestas y el relevo de liderazgo, han abierto el debate interno y, es más, han propiciado una facilidad para opinar en público hasta ahora extraña -o al menos poco habitual- en el PPCV, cuyo frágil equilibrio se ve sacudido ahora demasiado a menudo. Días atrás, este diario analizaba que la formación 'popular' estaba 'en cuarentena' pero, a la vista de lo ocurrido en los últimas semanas, la tendencia se dirige al desorden, cuando no el caos permanente. Un desorden que el presidente del partido, Alberto Fabra, quiere reconducir con el acto de celebración de su primer aniversario al frente de la nave 'popular' este mes de mayo.

Fabra y RusNo obstante, este mismo jueves hubo algunos ejemplos de estridencias. El principal, como viene siendo habitual, fue protagonizado por Alfonso Rus, líder provincial del PP de Valencia. El también presidente de la Diputación volvió a expresarse sin tapujos por tercera vez esta semana sobre la necesidad de ser reivindicativos. "No podemos ser una autonomía de tercera, tenemos que ser una autonomía de primera. Para ello hay varias formulas: o bien detrás negociando o levantar la voz".

Una alusión a cómo hace Rus las cosas a diferencia de cómo las hace el presidente de la Generalitat Valenciana. A estas declaraciones públicas, que viene repitiendo en las últimas semanas, hay que unirle que el miércoles se ausentó de una votación para no votar una medida sobre recortes sociales, una iniciativa que ya había evitado aprobar en Xàtiva, donde es alcalde. O lo que es lo mismo, evitó romper la disciplina de voto saliendo del hemiciclo.

Fuentes de la dirección provincial del partido, preguntadas por las últimas intervenciones de Rus, aseguran que no existe "ninguna estrategia" diseñada por el presidente de la Diputación con un objetivo concreto. "Se limita a reivindicar lo que cree que es justo para la Comunitat Valenciana", subrayan. Resulta innegable que este tipo de discurso reivindicativo que el presidente provincial utiliza en almuerzos comarcales y congresos locales (donde están venciendo todos sus afines), está estrechando los lazos con la militancia.

No fue el único que alzó la voz ayer. El exreferente del PP de Castellón Carlos Fabra se descolgó este jueves con explosivas declaraciones en las que ponía distancia con el jefe del Consell sobre su forma de actuar con los imputados y, además, aprovechó para subrayar que se marchó de Aerocas porque quiso.

El presidente de Les Corts, Juan Cotino, también realizó semanas atrás una efusiva exigencia de la deuda histórica que tiene el Gobierno central con la Comunitat Valenciana por los años de infrafinanciación, algo que el Consell de Fabra admite pero no exige a Madrid. El lugar elegido para ello era de repercusión nacional, el Nueva Economía Fórum.

Asimismo, no es extraño escuchar otras declaraciones en dirección a Madrid con el mismo tono crítico desde el Ayuntamiento de Valencia, ya fuera por las inspecciones sufridas en Fallas o por la exigencia de la condonación de la deuda del crédito ICO por las obras de la dársena. 300 millones de euros, nada menos.

Este talante reivindicativo choca con la línea más sosegada y negociadora con Madrid adoptada por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y los consellers de su gobierno. Mientras el Ejecutivo funciona a un ritmo de gestión más pausado, históricos del PPCV exigen más carácter e inmediatez en las actuaciones.

FALTA DE REFLEJOS EN EL CASO BATALLER

Fabra y BatallerLa falta de coordinación o de reflejos en determinados asuntos también se ha puesto de manifiesto recientemente con la imputación en el caso Gürtel del alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, quien ostentaba además la presidencia local del partido.

En un primer momento, descartó dimitir. De hecho, el portavoz del Consell, José Císcar, tuvo que defender esa postura -no sin dificultades- en la rueda de prensa posterior al pleno del Gobierno valenciano. Finalmente, a los pocos días, Bataller anunció que cedía "temporalmente" sus funciones al frente de la estructura local del partido.

LA DIRECCIÓN REGIONAL Y LAS PROVINCIALES, DESENCUENTRO HABITUAL

La conexión entre las diferentes estructuras del partido sigue lejos de arreglarse. En este año, las tres direcciones provinciales no han encontrado sintonía con la dirección regional del partido, liderada por Serafín Castellano. Son diversas las quejas que se esgrimen desde las estructuras provinciales a la dirección del partido. Una de las más frecuentes, la "inactividad" del PPCV que subrayan diversas fuentes consultadas por este diario. La disminución de actos respecto a la etapa de Antonio Clemente como secretario general y, especialmente, si se compara con la de Ricardo Costa es "notable" para buena parte de los cargos provinciales.

Serafín CastellanoOtro de los puntos de desencuentro, como ya avanzó este diario, son las reuniones de la Ejecutiva programadas los lunes por Castellano, que han soliviantado a más de un dirigente del partido. Lo que inicialmente se suponía como un encuentro de trabajo entre los miembros más destacados de la cúpula ha terminado convirtiéndose, habitualmente, en una reunión de los más próximos al secretario general, de la que suelen ausentarse altos cargos del partido porque no le encuentran utilidad a la reunión.

A ello hay que sumar que se han repetido los pulsos entre Castellano y Rus en las últimas semanas por controlar los congresos locales. Unas luchas internas en las que el presidente provincial ha superado holgadamente al secretario general, algo que no le deja en buen lugar ante su principal valedor: Alberto Fabra.

LA AGITACIÓN DE LAS SEÑAS DE IDENTIDAD

La coordinación entre partido, grupo parlamentario y Consell tampoco termina de ser buena en algunos casos. Lo ocurrido en las últimas semanas con el debate de las señas de identidad ha sido, por momentos, surrealista.

Exposición en Les Corts sobre L'EstatutPrimero, las protestas de diputados del grupo ‘popular' por la exposición organizada en Les Corts con motivo del aniversario del Estatut por considerarla ‘pancatalanista'. Diputados como Rafael Maluenda o el conseller de Justicia y secretario general del PPCV, Serafín Castellano, criticaron la muestra pese a que había sido pagada por la propia conselleria de este último y prologada por el presidente Fabra. El Consell le restó importancia a las críticas de ciertos sectores del grupo parlamentario.

En cambio, pocos días después se hizo público el acuerdo para la reciprocidad -lógica, por otra parte- entre TV3 y Canal 9, una situación que ha molestado en instituciones como Lo Rat Penat. Desde el Consell tranquilizaron los ánimos señalando que existe un acuerdo para que se respeten las señas de identidad valencianas: una de ellas, que no se utilice el término País Valencià.

En esta línea, Maluenda y el portavoz del PP en Les Corts, Jorge Bellver, celebraron este jueves en Twitter que el conseller de Presidencia de Cataluña, Francesc Homs, utilizara en su intervención en el Parlament el término Comunitat Valenciana.

Esta misma semana, se presentó por parte del grupo parlamentario ‘popular' una proposición no de ley para impedir que la oposición pueda realizar propuestas utilizando el término País Valencià. Una iniciativa salida del PP de Les Corts que evidencia el interés de una corriente del partido en mostrarse especialmente beligerante en este asunto. 

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1 comentario

SO. ANDRES CASTELLANO MARTI escribió
10/05/2013 12:40

Lo que los ciudadanos valencianos percibimos relacionado con quienes nos gobiernan, es que estos son unos cínicos. Que sólo se arropan cuando hay ganancias y repartos, siendo traidores cuando han de asumir alguna responsabilidad, en cuyos caso nadie asume la responsabilidad del compañero y mucho menos la suya. Y si bien las siglas de quienes nos gobiernan aparentan ser de derechas, en su realidad cotidiana viven igual que vivieron los de la CNT FAI valencianos hace 77 años. Con la única excepción de que aquellos llevaban una calavera en su sombrero y estos dejan por donde pasan todo lleno de cadáveres. En lo económico pueden echarle la culpa al gobierno central, pero ellos son los culpables de los desafueros económicos que sufrimos los valencianos, con independencia de quien gobierne la nación. Y si se creen que la sociedad valenciana es tonta y no se da cuenta de nada; se equivocan. Aquí todo el mundo percibe la inutilidad del gobierno valenciano, y espera que algún día pague todos sus errores. So. Andrés Castellano Martí

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