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VALENCIA. La Junta Directiva Regional del PPCV se reunió este jueves con la presencia del presidente regional, Alberto Fabra, para hacer balance del año 2012 y conceder a la exconsellera de Cultura y Turismo Lola Johnson un puesto de secretaria ejecutiva en la formación 'popular'.

El ambiente distendido que se reflejaba ayer en la sede en vísperas de los festejos navideños, no oculta los problemas de funcionamiento existentes en el seno del partido, a juicio de diversos dirigentes de la formación 'popular'.

Una de las situaciones que está generando mayor discrepancia, según algunos miembros de la Ejecutiva, es la reunión semanal que viene celebrándose los lunes por la tarde en la sede central del partido, situada en la calle Quart de Valencia.

A este encuentro están convocados todos los miembros del Comité Ejecutivo Regional: es decir, vicesecretarios, secretarios ejecutivos, secretarios de área y también los secretarios generales provinciales, entre otros. O lo que es lo mismo, una 'macrocita' de -a priori- más de 40 personas, con el consiguiente desplazamiento desde todos los puntos de la Comunitat Valenciana para la reunión de unos dirigentes que, en muchas ocasiones, tienen otras responsabilidades políticas.

El problema, a juicio de diversos miembros de la Ejecutiva, es la "escasa productividad" de los encuentros. De hecho, según apuntan las citadas fuentes, ya han comenzado a sucederse las ausencias de varios de los componentes del comité que consideran estas 'macroreuniones' "una pérdida de tiempo" según están enfocadas actualmente.

Tradicionalmente, los secretarios generales del partido han trabajado con un grupo más reducido que se limitaba a los vicesecretarios y cargos superiores en el organigrama: es decir un Comité de Dirección de en torno a media docena de personas.

Aunque gran parte de los asistentes a esta reuniones coinciden en que no es un método habitual, no todos consideran una mala idea las Ejecutivas masivas. "Es una ocasión para que cualquier miembro pueda proponer y participar. La gente que quiere estar en la dirección debe saber que le va a tocar trabajar. Y si no le gusta, siempre puede dejar el puesto", comentó a este diario un alto cargo del partido.

Precisamente el ritmo de actividad en el PPCV es una de las cuestiones internas que últimamente preocupa en la formación que preside Alberto Fabra. No son pocos en el partido los que han detectado un caída de presencia del PPCV desde la marcha de Antonio Clemente y, más aún, si se compara con la etapa de Ricardo Costa. Cabe recordar que Serafín Castellano es, además de secretario general del partido, conseller de Justicia y Gobernación, lo que evita una dedicación exclusiva a las cuestiones orgánicas.

El presidente Fabra, inquirido por la labor de Castellano en el partido tras su incremento de competencias en el Consell, le instó a delegar funciones en compañeros de la dirección. "Son muchas las personas que colaboran con él", señaló, para añadir que tendría que trabajar con los vicesecretarios y con los presidentes provinciales para que hubiera "la misma dinámica dentro del partido".

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