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¡Vivan los manazas!

CARLA VALLÉS. 04/05/2013 "Con mis dos másters, una licenciatura y tres idiomas no tengo nada más que demostrar. Yo soy y seré de las de arreglar las cosas a golpes, codazos..."

VALENCIA. Existe una pequeña parte de desempleados en la población realmente odiosa. No me malinterpreten y procedo de inmediato a darles mi explicación. Una tarde me iba de casa justo cuando nada más cerrar me percato que me he dejado las llaves puestas en el lado contrario de la puerta. A punto de romper a llorar imaginándome el agujero de dinero que me iba a costar el cerrajero, aparece mi vecina de arriba. En estado de shock y sin capacidad de reacción ante tal conmoción, Belén muy amable se acerca y decide tomar por mí una decisión: "No te preocupes, esto tiene solución".

Al cabo de unos minutos regresa con unas radiografías en la mano. "En las películas quizás, pero en la vida real el seguro de hogar es mi MacGyver particular", le confieso absolutamente escéptica. Para mi sorpresa introduce la radiografía por el lateral de la puerta con absoluta destreza y como si supiera realmente lo que tiene que hacer comienza a dar intermitentes sacudidas a la puerta agarrada desde el pomo.

Y como en la ficción, la puerta se abrió de sopetón. "Me has dejado alucinada, yo para estas cosas soy una empanada", le anuncio. "Lo aprendí durante una clase online de primeros auxilios. Desde que me quedé en paro, dedico el tiempo libre a realizar un montón de cursos prácticos en mi domicilio", desvela orgullosa de su hazaña.

Ese mismo fin de semana me la encuentro en un bar de copas por la Alameda. Ligeramente achispada la presento a mis amigos como mi heroína. Al rato Belén me informa que ya ha quedado con unas cuantas amigas mías la semana que viene para arreglar una conexión a Internet, ayudar con una receta de cocina, desatascar un fregadero, conectar las pinzas al motor de un coche y enseñar unas llaves de defensa propia.

Soy consciente entonces de que su rasgo de manitas me pone frita. Pues lejos de pretender humildad, Belén busca aceptación y ser el centro de atención. Abandonada y descarriada en una época egoísta en la que muchos parados nos sentimos inútiles e incompetentes, ella ha encontrado la manera de ser eficiente. Una forma de sobrevivir en apariencia para no amargarse su existencia. Una muestra de ambición para alguien de su condición. Fascinante en su saber salir hacia delante. Agonizante por transmitirlo de forma tan arrogante. Al principio todos caen en mi error y como la pólvora, sus respuestas para casi todo, causan un vertiginoso furor.

Noto que su locuaz discurso, ante los ojos de las mujeres allí presentes, la convierten en blanco de elogios al relatar sin tapujos su extremada cualificación en tareas domésticas para salir de cualquier apuro. La algarabía masculina producida, por otro lado, por su inusual sabiduría en el manejo de utensilios que arreglan baterías la elevan, con una mirada promiscua, cual diosa virtuosa. "Un brindis por la extraordinaria Belén" tintinean varias copas animados los unos y las otras. "Amén", responde otro grupo. "Tampoco es para tanto, sólo hay que aprender a tener tacto", dice ella satisfecha en falsa modestia.

Rabiosa en mi casa me pongo a mirar cursos de electrónica, cocina y artes marciales muy ansiosa. Y es que, a pesar del poderío de Belén me doy cuenta que entre los desempleados de nuestra sociedad existe una suerte de competencia arrolladora, intolerante, aberrante. Un tipo de guerra fría que nos pone en evidencia con chulería a los que no tenemos conocimientos en tanta tontería.

Pues ya sufrimos bastante sabotaje como para ponernos a aprender bricolaje. Desde mi posición de "manazas" digo basta a los mañosos bocazas. A ellos les diré que con mis dos másters, una licenciatura y tres idiomas no tengo nada más que demostrar. Yo soy y seré, a mucha honra, de las de arreglar las cosas a golpes, codazos y porrazos.

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6 comentarios

marisa escribió
07/05/2013 00:14

Querida Carla....sobrevive como puedas...¡¡¡ ese seria el lema , reeducarse y reactivarse , muy interesante...¡¡¡¡¡ eso es.... Tenemos que ser más creativos a la hora de buscar soluciones y conseguir adaptarse al "menos es más..."

Carla escribió
06/05/2013 15:29

Muchas a gracias todos por sus comentarios. Efectivamente ojalá no tuviéramos que desarrollar en exceso nuestras habilidades como "manitas" (que bienvenidos sean, por cierto). Ojalá encontremos un término medio entre los manitas y los manazas. Unos, porque quieren sobrevivir, otros, porque están cansados de seguir formándose sin rumbo fijo o recompensa alguna. Re-adaptar nuestro modelo educativo (como dice Vicente) y reiventarse (como dice Amparo) quizás sea un buen comienzo.

Marta escribió
06/05/2013 14:33

Cuando llegué a Alemania a vivir, me pasó algo similar. Cerré la puerta mientras veía como los dos juegos de llaves colgaban de la pared de en frente. Quizá no sea una manitas, pero mi habilidad se dió cuando me tocó llamar a la vecina con mi alemán de erasmus de hacía 4 anios. Y me sorprendí a mi misma de mi instinto de supervivencia y de ser capaz de explicarle todo (la tía ni papa de inglés) y todavía mejor, de darle conversación mientras esperábamos al cerrajero e incluso hacer chistes. En agradecimiento unas semanas después la ayudé a pintar. Creo que hoy en día hay muchas personas con licenciatura, master e idiomas, sin embargo, creo que a cada persona se le da especialmente bien algo, y eso es lo que la diferencia del resto. abrazos! Marta

Amparo escribió
05/05/2013 09:59

Querida Carla, Soy y seré una manazas, aunque pensándolo bien igual aún término reconvirtiendome... A un paso del desempleo como me encuentro no es cuestión de ir cerrando puertas. Abrazos

04/05/2013 10:05

Buenos días Carla: todos en algún momento finalizamos siendo unos "manitas"yo no tenia ni idea de reparar ordenadores tenia dos técnicos en nuestra empresa. Cuando estoy en Valencia me voy al rastro a comprar portátiles rotos para arreglar y luego regalarlos.Tuve que aprender por "narices" como muchas otras cosas uno finaliza por necesidad por sacarse la esclavitud de tener cosas averiadas a "titularse en practica".Hay algunos que sin embargo "no quieren saber nada"Su comentario de hoy lo subiré a mi blog. Téngo (o tenia un amigo director general de un banco) que todos los meses se tenia que ir a Barcelona a hacerle cambiar el aceite al coche de su hijo (profesor y pintor) pero, incapaz de hacer algo tan sencillo.Su único argumento era "que quieres Alejandro que se mate o funda el coche" un saludo y buenas semana Alejandro Pillado Marbella 2013

vicente escribió
04/05/2013 09:32

Como casi todo en esta vida el ser manazas no nos cae del cielo. La gente más espabilada y manitas no lo es por afición ni vocación. Es el modelo educativo lo que falla. El que se primen los títulos sobre el saber hacer. Aquí tenemos un montón de gentes empapelados con titulitos y luego no saben hacer la o con un canuto. Y me refiero a todos los ámbitos. Aquí se le llama teoría a todo lo que tenga que ver con memorizar datos inconexos y sin sentido, y se le llama práctica a saber usar un destornillador. Si la escuela enseñara de verdad la gente no sería tan "manazas", ni necesitaríamos de "manitas" para resolvernos los problemas cotidianos. salut vicente

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