MADRID. Los últimos datos sobre producción industrial, confianza empresarial y empleo en España apuntan a que el crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2014 se ha acelerado, lo que respalda las estimaciones de que el PIB puede crecer por encima del 1,1%.
Los analistas de referencia apuntan a que la EPA puede mostrar un incremento de 75.000 empleos en el primer trimestre, un 0,4% trimestral (algo inferior a la afiliación pues ésta no incluye a los funcionarios, cuya reposición es negativa) como consecuencia de que la afiliación a la Seguridad Social se ha acelerado al 0,6% trimestral ajustado de estacionalidad (0,4% en el último trimestre de 2013).
Los datos de comercio exterior de enero mostraron una destacada recuperación como consecuencia de que las exportaciones de bienes aumentaron un 4,5% interanual en términos reales, lo que refleja la reactivación de los mercados de exportación después del freno que se produjo en el último trimestre de 2013 con origen en las economías emergentes. La importaciones de bienes también repuntaron, un 6% interanual real, si bien la favorable evolución de la relación real de intercambio (ratio entre precios de exportación e importación) ha permitido que el déficit comercial siga reduciéndose. Considerando bienes y servicios, el saldo exterior mejora tanto en términos nominales como reales, señal de que prosigue el cambio de modelo económico hacia exportaciones.
Tras la mínima desviación del déficit del conjunto de Administraciones Públicas en 2013 (6,6% del PIB frente al 6,5%) que se corregirá con la revisión metodológica del PIB que tendrá lugar en los próximos meses, en 2014 continuará la consolidación fiscal aunque la política fiscal drenará menos crecimiento que en los últimos años, por lo que el ajuste estructural primario que en 2013 fue de 1,9 pp del PIB pasará a ser de 0,5pp en 2014.
Por su parte, la inflación ha vuelto a terreno negativo (-0,2% interanual en marzo), caída que tiene detrás un descenso de la inflación subyacente. Los analistas estiman que en próximos meses la inflación retornará a tasas positivas (apoyado en la mejora de la demanda nacional), si bien continuará muy próxima al 0%.
El crédito, por último, continúa mostrando señales de una incipiente recuperación, algo que no se observa, de momento, en las tasas de variación, pero sí en el crecimiento de los flujos netos de nuevas operaciones, especialmente en hogares y en empresas para importes inferiores a un millón de euros.
Tras estas optimistas estimaciones de la economía española, se sitúan hasta un total de siete factores de impulso a corto plazo que permiten un razonable grado de optimismo y que tendrá, sin duda, su influencia en las elecciones generales de 2015.
Los factores que influirán en positivo en el futuro de la economía española son los siguientes:
• Entorno exterior más favorable. La recuperación de las economías avanzadas está asentándose: EEUU crece en torno al 3%, Reino Unido al 2,7% y la zona euro tiende hacia el 1,2% con prácticamente todas las economías creciendo.
Por su parte, las economías emergentes se desaceleran, pero van tomando medidas para afrontar sus vulnerabilidades.
• Condiciones financieras más relajadas como consecuencia del estrechamiento de la prima de riesgo y del anclaje de las expectativas de tipos de interés del BCE.La Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) de la deuda pública a 10 años está en 3,20%, desde 5,30% hace un año.
Por su parte, el coste de financiación de la banca ha bajado, reduciendo el diferencial frente a bancos competidores. A lo largo de este año se espera que se traslade al sector privado no bancario y así lo indica la encuesta de préstamos bancarios que señala que se está mejorando la accesibilidad al crédito para familias y PYMES.
• Política fiscal menos restrictiva. Pese a que en 2014 continuará la consolidación fiscal, el efecto contractivo en la economía se va a moderar, pues el ajuste estructural primario pasará a ser de 0,5 pp con lo que la recuperación económica hará parte del trabajo a la hora de reducir el déficit público.
• Situación financiera del sector privado. El sector privado ha ajustado su gasto a su capacidad de generación de renta, un proceso que deprime la demanda pues implica reducción del gasto en consumo e inversión. Ahora, tanto familias como empresas no financieras, tienen un saldo financiero positivo y se considera que este ajuste está básicamente concluido.
• Las empresas, por su parte, tienen una capacidad de financiación históricamente alta, resultado de dudas sobre las oportunidades de inversión y restricciones de acceso al crédito. El cambio de ciclo y la relajación de la oferta de crédito pueden incentivar que esa liquidez se canalice a inversión.
• Redimensionamiento del sector inmobiliario. El sector inmobiliario ha reducido su peso en la economía; incluso el ajuste ha ido más allá de lo que se estima que es el nivel de equilibrio a medio plazo (por razones demográficas), justificado por el elevado stock de viviendas sin vender. De cara al crecimiento del PIB, este factor dejará de detraer crecimiento según avance 2014.
Por lo que respecta al ajuste en precios, éste se está revelando que es suficiente como para hacer que reaparezca la demanda, algo que está aumentando la demanda de no residentes y de nacionales por motivo inversión. No obstante, el grueso de la demanda nacional seguirá muy débil a corto plazo dada la tasa de paro que perjudica a las expectativas de renta.
• Mercado laboral más flexible. La creación de empleo desde una fase temprana de la recuperación económica como consecuencia de la reforma del mercado laboral de 2012, permite tener fundadas esperanzas en que el empleo aumente para el conjunto del año un 0,9% (150.000 personas).
El tipo de contratos que se está aumentando es temporal y a tiempo parcial, lo que implica una moderada capacidad de crecimiento de la renta salarial lo que podría poner de manifiesto la necesidad de retocar la reforma laboral para generar más empleo fijo. La "tarifa plana" de cotizaciones sociales a los contratos fijos nuevos podría cambiar esta tendencia.
Cambio productivo hacia exportación. Ha habido un cambio en el tejido productivo que se ha traducido en un aumento el peso de las exportaciones en el PIB, un incremento del tejido de empresas exportadoras y una diversificación geográfica con un origen del cambio muy determinante: la reducción de los costes laborales unitarios respecto a los países competidores. La mejora de competitividad se espera que continúe apoyada en la moderación salarial y de márgenes empresariales: los salarios regulares (excluyen pagas extra) registraron un -0,3% interanual en el 4T13; la inflación en marzo era -0,2% interanual.
La tarifa plana en la SS es una acción de caracter político totalmente lamentable: el empleo va a subir porque "toca" y alguna ley tienen que cambiar para asignarse el mérito. En cualquier caso, otro desastre más (del fondo de reserva ni hablamos) para la caja de la SS
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