MADRID. En pleno debate sobre las balanzas fiscales, con Cataluña como objeto de la mayoría de las dianas y en donde todas las autonomías tratan de arrimar el ascua a su sardina haciendo inevitable el surgimiento de agravios, se han empezado a hacer cuentas sobre aspectos que nada tienen que ver con las habituales inversiones contempladas en los Presupuestos Generales del Estado.
Ya no se trata solamente de poner de relieve que en el decenio 2005-2014 las inversiones asignadas a Cataluña suman 28.400 millones de euros y que ha sido, junto con Andalucía, la comunidad autónoma más beneficiada por las inversiones del Estado en los diez últimos años, ni de que Cataluña es la comunidad que registra mayores ventas de bienes a otras regiones (casi 44.000 millones) y que logra un mejor saldo interior (18.800 millones); de lo que se trata ahora es de dar a conocer otras cuentas y razones que vengan a demostrar otros beneficios obtenidos por Cataluña y que no son evaluados en las balanzas fiscales.
Cuando algunas respetadas voces siguen afirmando que el saneamiento bancario está incompleto en España y que habrá que meter más dinero en los bancos, ya que todo es susceptible de empeorar, han empezado a circular las cuentas sobre el coste que ha supuesto la reconversión del sistema financiero español, partida en donde siempre aparece BFA Bankia como la más favorecida con 22.424 millones de euros. Con la cantidad citada se ha hecho frente a los agujeros negros de siete cajas de ahorros españolas: Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia, y Caja Rioja.
Frente al supuesto proyecto centralista-madrileño del que forman parte entidades de cinco autonomías entre ellas una caja catalana, los intentos de echar cuentas sobre las ayudas estatales que han percibido las entidades financieras catalanas para hacer frente a sus procesos de reconversión, arrojan cifras de interés.
Así, en la lista de transferencias de fondos del Estado aparece en primer lugar CatalunyaBanc con 12.052 millones de euros, seguido por Banco Sabadell que ha recibido 5.249 millones, que fueron inyectados en la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) antes de ser comprada por el banco catalán, y CaixaBank con 6.475 millones de euros que le permitió integrar Banca Cívica (Caja Navarra, Caja Canarias, Caja Burgos, Cajasol y Caja Guadalajara) y Banco de Valencia. En total 24.021 millones de euros de un total de 61.366 millones de euros.
Quedan por computar los 953 millones de euros recibidos por el BBVA para integrar a Caixa Sabadell, Caixa Terrasa y Caixa Manlleu y la parte correspondiente a Caixa Penedés por su integración a BMN antes de que terminara en manos de Banco Sabadell.
Las espadas están en todo lo alto de cara a la propuesta soberanista del nacionalismo catalán.
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