Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• El 'problema valenciano' en medio de la contienda catalana
  
• Asante Sana!
• El silencio educativo

VALENCIA. Estamos tan necesitados de sondeos que nos clarifiquen cómo se está moviendo el escenario político valenciano que cada vez que se publica uno medios, partidos políticos y ciudadanos interesados en la política se lanzan sobre él como si se tratase de auténtico maná caído del cielo. Hacer un sondeo es caro, es laborioso, y cuando aún falta un año para las próximas elecciones autonómicas y locales parece menos justificado hacerlo.

Por eso, en este último año sólo llevamos cuatro, si hacemos abstracción de los sondeos encargados por los partidos políticos: el que anualmente publica el diario El País con motivo del Nou d'Octubre, el sondeo que publicó elDiario.es poco después de comenzar su andadura la delegación valenciana, un macrosondeo de La Razón que ofrecía resultados en todas las comunidades autónomas, y el que ahora nos ocupa, a cargo de My World para la Cadena Ser.

Había especiales ganas de conocer los datos de la encuesta de My World, porque además llevábamos varios meses sin ningún sondeo (los tres anteriores se divulgaron en octubre / noviembre de 2013). Esto significaba que, por ejemplo, la encuesta de la Cadena Ser nos permitiría ver los efectos de los últimos acontecimientos políticos en la Comunidad Valenciana, algunos de ellos tan relevantes como la decisión de Fabra de cerrar RTVV. Por si no fuera suficiente la expectación, la encuesta se hizo esperar unos días más de lo previsto, puesto que la Cadena Ser pensaba divulgar sus resultados el lunes, pero el fallecimiento de Adolfo Suárez le obligó a posponerlo hasta el miércoles por la mañana.

El PP se hunde, y el PSPV... también

Los resultados de este último sondeo, que pueden verse en el gráfico, no dejan lugar a dudas en cuanto a la profundidad del hundimiento del partido gobernante, el Partido Popular, que desciende 20 puntos respecto de las elecciones autonómicas de 2011. Es decir, el PP pierde en tres años el 40% de los votos... Y aún queda un año más para las elecciones. Pero el descenso del PSPV, aunque porcentualmente menor (siete puntos), es también muy preocupante para este partido. El PSPV se deja el 25% de sus votos (obtuvo un 28% en 2011), y además lo hace partiendo del que fue ya el peor resultado de su historia.

Estamos, por tanto, ante un hundimiento no sólo del partido gobernante, sino del sistema de partidos, caracterizado por un sólido bipartidismo, que ha funcionado en la Comunidad Valenciana al menos desde finales de los años noventa, cuando el PP obtuvo mayoría absoluta y se deshizo en el camino de Unió Valenciana. El escenario que delinean esta y las demás encuestas, por el contrario, se asemeja más al catalán o al vasco, con dos partidos principales, pero acompañados por otras opciones que son también competitivas. En este caso, cinco partidos en total. Las tres opciones minoritarias crecen considerablemente y se alejan del escenario de "pesadilla", tan habitual para los partidos pequeños en la Comunidad Valenciana, de la barrera del 5% de los sufragios, que superarían aquí sin ningún problema.

En este escenario multipartidista, se detectan dos tendencias de fondo interesantes: la primera, el crecimiento global de la izquierda, que obtendría una sólida mayoría en votos. Los partidos que formarían un hipotético Gobierno tripartito de izquierdas alcanzan aquí el 48,4% del total. Es decir, prácticamente la mayoría absoluta. Por el contrario, la suma de PP y UPyD se quedaría en el 43%.

Esto supone invertir los resultados de las elecciones de 2011, donde el PP (en solitario) obtuvo el 49 ,4% de los votos (51,9%, si le sumamos los votos de UPyD, que no consiguió entrar en el parlamento autonómico) y la suma PSPV-Compromís-EU se quedó en el 41,1%. Por tanto, no hablamos sólo de que haya un trasvase de votos entre los partidos mayoritarios y los minoritarios; también lo hay, y no es en absoluto menor, entre los dos bloques ideológicos (de derecha a izquierda).

En segundo lugar, los principales beneficiarios del desplome bipartidista son los nuevos partidos: Compromís en la izquierda y UPyD en la derecha. Destaca el crecimiento de este partido, UPyD, que se convertiría en la cuarta fuerza política en la Comunidad Valenciana, previsiblemente merced a su capacidad para recoger voto descontento del PP, sobre todo en las áreas urbanas.

Contrasta con este crecimiento la relativa modestia de los resultados de EUPV, que, desde luego, sube, pero menos que los demás. Es decir, que los votantes desafectos del bipartidismo buscan alternativas al PP y el PSOE que impliquen un cambio no sólo en el fondo, sino también en la forma: que se alejen de la clásica estructura de partidos y de las opciones con mayor recorrido histórico.

Habrá que ver, en todo caso, si el voto "protesta", o voto antibipartidismo, que tanto está beneficiando a Compromís y a UPyD, se mantiene en estas opciones o se disgrega hacia otros partidos, sobre todo aquellos que puedan obtener también representación en las Elecciones Europeas, como Podemos, Vox, o Ciutadans.

Luces y sombras de la encuesta

Los resultados de la encuesta son, sin duda, sorprendentes, sobre todo si nos centramos en la subida de UPyD, que es su elemento más novedoso respecto de otros sondeos. Por otra parte, no es un fenómeno exclusivo de esta encuesta, sino que es muy común a todos los estudios presentados por My World, sobreponderar significativamente a UPyD en relación con los pronósticos que hacen otros institutos demoscópicos.

Las principales críticas que ha recibido esta encuesta se refieren a un aspecto metodológico: su realización no ha sido por vía telefónica, o a través de cuestionarios presenciales (en los que un encuestador se entrevista, cara a cara, con cada ciudadano, como hace el CIS), sino que se ha configurado vía Internet. Y esto, indudablemente implica un sesgo en la muestra. Porque el porcentaje de usuarios de Internet es mucho mayor en las generaciones más jóvenes (aunque la encuesta advierta que ha estratificado la muestra por edades), y porque el perfil del usuario de Internet no se corresponde exactamente -como es normal- con el del ciudadano medio, sino que cabe esperar un mayor índice de alfabetización (desde luego, alfabetización digital), así como -dado que se trata de ciudadanos que aceptaron responder a un cuestionario vía Internet- un mayor interés que el promedio por los asuntos políticos.

Este último aspecto puede detectarse claramente en un dato de la encuesta: el grado de conocimiento de los dirigentes políticos valencianos por parte de los ciudadanos encuestados, que es mucho más elevado de lo normal. En algunos casos, extraordinariamente llamativos, podríamos hablar de indudables carencias en el diseño de la encuesta, puesto que no es creíble que el líder de UPyD, Alexis Marí, que no llevará ni un mes en el cargo, obtenga un grado de conocimiento ciudadano del 44%. O que el 51% conozca al actual alcalde de Castellón, Alfonso Bataller.

Es posible que la encuesta, por su origen (Internet), tienda a perjudicar a los partidos tradicionales, sobre todo a PP y PSPV, con mayor implantación entre los votantes de mayor edad y un mayor grado de rechazo (mucho mayor) entre los más jóvenes. Pero lo mismo cabría decir, en sentido contrario, de otros sondeos, elaborados a partir de una muestra de teléfonos fijos. Aquí tenemos un sesgo que quizás sobrepondera a Compromís y (sobre todo) UPyD, pero en todo caso los resultados constituyen un buen indicador de lo que puede estar pasando en las preferencias del electorado valenciano.

En este sentido, esta encuesta no parece ajena a las últimas declaraciones efectuadas desde las filas del PP, y por parte del propio Fabra, dirigidas a devaluar sus propias expectativas electorales. Desde hace algunas semanas, el PP ha pasado a reconocer que hoy por hoy están muy lejos de la mayoría absoluta, y que obtener un resultado que les permita gobernar en solitario es poco menos que imposible. Por eso comienzan a mirar hacia otras opciones, que se resumen pronto: pacto con UPyD o Gran Coalición con el PSPV. Opciones ambas hoy por hoy en extremo improbables, dado que suponen, indudablemente, un "abrazo del oso" electoral del PP a sus pretendidos socios.

La encuesta contribuye a poner de manifiesto también la situación de extremada debilidad de Alberto Fabra, sometido a los continuos tambores de fondo que propugnan su sustitución, como candidato del PP valenciano, tras un hipotético -pero previsible- mal resultado en las Elecciones Europeas. Durante estos meses, y a la vista de las encuestas y las dificultades para gobernar o asentar su postura en su propio partido, Fabra ha pasado de dar por seguro que será el candidato del PP a suplicarlo.

Finalmente, y en lo que se refiere a la batería de preguntas añadidas a las preferencias electorales que hace la encuesta, destaca la sólida mayoría (también entre los votantes del PP) que rechaza el cierre de RTVV; el apoyo a la medida (demagógica como pocas) de la reducción de diputados en Les Corts (que los distintos portavoces del PP han destacado como un éxito, al parecer obviando las demás cifras que aportaba la encuesta, no tan positivas); y el hecho de que casi la mitad de los valencianos desconozcan los serios problemas de financiación autonómica que padece la Comunidad Valenciana.

Todo ello además de la ya tradicional pésima valoración de los dirigentes políticos valencianos: todos suspenden, y sólo una (Mònica Oltra) supera el cuatro. Lo peor es que, como ha quedado acreditado, no los suspenden por desconocimiento. Frivolizando un poco al respecto, cabrá concluir que, a juzgar por los resultados de la encuesta, encontramos una doble contradicción: mientras que casi todos quieren que vuelva una televisión que no veía casi nadie, en lo que se refiere a los dirigentes políticos la inmensa mayoría no les tiene ningún aprecio... ¡Y eso que los conocen! O quizás sea precisamente por eso.

#prayfor... Turquía bloquea Twitter y Youtube

El viernes de la semana pasada, el primer ministro turco, Recep Erdogan, ordenaba que se bloquease el acceso a Twitter desde Turquía. El motivo que hay detrás de esta decisión es la oleada de escándalos de corrupción divulgados en las últimas semanas vía Twitter. Escándalos que afectan directamente al partido gobernante, y en particular al entorno del propio Erdogan.

Dada la estructura comunicativa propia de esta red social, caracterizada por la difusión exponencial de los mensajes, Erdogan ha decidido cortar por lo sano: en vez de exigirle a Twitter el cierre de las cuentas "problemáticas" que informaban de los escándalos (lo que ya constituiría un escándalo), se ha bloqueado el acceso a esta red en su conjunto. Menos de una semana después, Erdogan ha ordenado también el bloqueo de Youtube, a raíz de la difusión de un vídeo en la que altos cargos turcos discutían una eventual intervención militar en Siria.

Hay que reconocerle al primer ministro turco, en este sentido, que si se trata de alejarse de los estándares de libertades y democracia de la Unión Europea, por más que dichos estándares se deterioren también a ojos vista, por él que no quede.