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En busca de la excelencia: España vs. Alemania

MARIAM CAMARERO. 15/09/2013

EL PEOR DE LOS TIEMPOS

Mariam Camarero

Catedrática de Economía Aplicada y titular de una Cátedra Jean Monnet en la Universidad Jaume I de Castellón
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VALENCIA. Aunque no soy especialista en economía de la Educación, a lo largo de mi carrera como profesora universitaria creo que he adquirido una cierta experiencia sobre temas de gestión docente e investigadora. Durante este tiempo he tenido la oportunidad de conocer otras universidades, tanto europeas como americanas. Este verano y por segunda vez en dos años he realizado una estancia de investigación en la Universidad de Gotinga, en Alemania. En ambas ocasiones he podido observar la forma de organizar la actividad universitaria, por lo que este artículo con el que inicio mi colaboración con Valencia Plaza se va a centrar en el caso alemán y, en concreto, en la forma de aplicación de sus programas de 'campus de excelencia'.

Casualmente, coincidiendo con esta estancia, cayó en mis manos una novela muy recomendable: La medición del mundo, de Daniel Kehlmann. En ella sAlexander von Humboldte narra la relación entre el geógrafo (y tantas cosas más) Alexander von Humboldt y el matemático (y astrónomo, físico,...) Carl Friedrich Gauss, ambos vinculados a la Universidad de Gotinga y con muy diferentes formas de realizar investigación: mientras Humboldt fue un explorador insaciable y empirista en su aproximación a la ciencia, Gauss odiaba viajar y desarrolló sus teorías matemáticas en soledad y aislamiento, redactando su gran obra Disquisitiones Arithmeticae a los 24 años.

No fue Alexander, sino su hermano Wilhelm quien fundaría la Universidad (Humboldt) de Berlín y realizaría importantes aportaciones al diseño del sistema educativo alemán, la mayoría de las cuales han perdurado hasta la actualidad.

La dualidad presente en la vida de los dos hermanos Humboldt, Wilhelm el diplomático-lingüista y Alexander, el geógrafo-físico, también la encontramos en la búsqueda interior de Gauss y la exploración de Humboldt. Esto no hace sino mostrarnos que todas las fuentes de saber humanas son importantes para el desarrollo integral del individuo y que existen diferentes aproximaciones a la ciencia. Creo que ésta es una de las principales características que impregnan el sistema educativo alemán: la integración de las ciencias y de las humanidades, por una parte, y del conocimiento teórico y la experiencia práctica por otra, lo que da flexibilidad y permeabilidad a los currículos.

GotinCarl Friedrich Gaussga está entre el grupo de las cinco o seis universidades más antiguas de Alemania, fundada en el siglo XVIII de la misma forma que Maguncia, Turingia o Heidelberg, fruto de las ideas ilustradas de los príncipes alemanes de la época. Aunque quizá no sea excesivamente conocida en España, 45 Premios Nobel han estudiado, enseñado o realizado colaboraciones en esta universidad, especialmente en el campo de las ciencias y, en concreto, de la física.

Asimismo, en 2006 recibió, junto con otras ocho universidades alemanas, financiación dentro del programa de Estrategia Institucional de la Iniciativa de Excelencia del gobierno federal. Sin embargo, el hecho de que fuera una de las universidades alemanas de mayor prestigio a lo largo de la historia no fue óbice para que el marchamo de excelencia no le fuese renovado en 2012, en la segunda fase de la Iniciativa de Excelencia.

Pero, ¿por qué surgen las diferentes iniciativas de excelencia en Europa durante la pasada década? Un influyente informe del think tank belga Bruegel, aparecido en 2008 y en el que participó Andreu Mas-Colell, consideraba que había dos ámbitos en los que las universidades europeas (continentales) debían mejorar y para los que cabía aprovechar los cambios que se estaban realizando con motivo del proceso de Bolonia.

En primer lugar, los resultados de investigación, cuya situación respecto a las universidades más prestigiosas americanas se estaba deteriorando. En segundo lugar, los estudios de máster. Pero no sólo los vinculados a carreras investigadoras, cuya tradición en Europa está afianzada, sino también los de carácter técnico y profesional, herramienta fundamental para crear un vínculo más estable entre educación, investigación e innovación. Según este informe, el desarrollo de los estudios de postgrado debe ser un objetivo de política fundamental en Europa. Sin embargo, para lograr ambos objetivos, consideran preciso buscar la especialización y premiar la excelencia. Por definición no es posible ser excelente en todo y todos, a su vez, no pueden ser excelentes.

LA EXCELENCIA GERMANA Y LA ESPAÑOLA

En la Iniciativa para la Excelencia alemana, la primera fase del programa se lanzó en 2005 y se resolvió entre 2006 y 2007. Contenía tres tipos de proyectos: Estrategias Institucionales, dirigidos a señalar y financiar las diez mejores universidades alemanas; Escuelas de Postgrado, especializadas en disciplinas concretas y favoreciendo proyectos conjuntos de varias universidades; finalmente, Clústeres de Excelencia, para conectar universidades y centros de investigación con entornos productivos. El presupuesto para este programa fue de 1.900 millones de euros en 5 años, todos ellos en forma de subvención.Finalmente seleccionaron nueve universidades, 39 escuelas de postgrado y 35 clústeres.

En el caso español, el programa Campus de Excelencia Internacional (CEI) del Ministerio de Educación se lanzó en 2008-2009, con un total de tres convocatorias. El objetivo era seleccionar un número limitado de proyectos de Campus de Excelencia Internacional propuestos por una o varias universidades con el fin de mejorar la calidad e internacionalización de las universidades españolas.

Sin embargo, la financiación, en lugar de realizarse íntegramente en forma de subvención utilizó mayoritariamente préstamos. Así, el presupuesto que se llegó a ejecutar fue de 56 millones en subvenciones durante tres años y aproximadamente 215 millones en préstamos desde 2008 hasta 2011. Aunque los sujetos del programa eran las universidades, los avalistas últimos y los titulares de la deuda contraída eran las Comunidades Autónomas.

Por ello, cuando en 2011 la mayoría de éstas no cumplió los objetivos de déficit, las universidades no pudieron recibir los préstamos, tan sólo las subvenciones. Respecto al número de proyectos seleccionados, en la primera convocatoria su número fue similar al germano, eligiendo un total de nueve proyectos, cinco considerados globales y cuatro regionales.

La segunda convocatoria alemana se resolvió en 2012 y se evaluaron tanto los resultados alcanzados por los nueve proyectos inicialmente seleccionados como otros nuevos, eligiendo finalmente once universidades. Sin embargo, de las nueve iniciales, tres salieron del grupo por no haber logrado los objetivos propuestos, siendo sustituidas por otras cinco. Similares procesos de evaluación se llevaron a cabo en las escuelas de postgrado y en los clústeres. La configuración final puede verse en el mapa adjunto. A modo de ejemplo, cada una de las escuelas de postgrado seleccionadas ha recibido un millón de euros al año en forma de subvención.

En España las convocatorias 2010 y 2011 añadieron nuevos proyectos a los CEI ya existentes, llegándose a conceder un total de 31 CEI, claramente sobredimensionado y repartido por toda la geografía española (16 CEI globales y 15 CEI regionales, como puede apreciarse en el mapa). La práctica totalidad de las universidades acabó participando de una u otra forma en algún CEI. Por ello, la efectividad del programa es dudosa en el caso español y, aunque muchos de los proyectos contaban con escuelas de postgrado, no ha sido posible conocer qué ha sido de ellas o cuáles son las mejores.

La Universidad de Gotinga mantuvo, tras la convocatoria de 2012, la escuela de postgrado especializada en Neurociencias, Biofísica y Biociencias Moleculares y el clúster en Microscopia a Nanoescala y Fisiología Molecular del Cerebro que se le habían concedido en 2006. Sin embargo, se vio excluida del programa general, el que la situaba como universidad de referencia en Alemania.

La reacción del rector fue de decepción por no haber podido convencer al panel de expertos sobre la validez de la estrategia adoptada y, al mismo tiempo, de satisfacción por haber podido mantener la escuela de postgrado y el clúster entre los mejores del país. Porque los responsables de las universidades alemanas saben que la lista de centros de excelencia está sujeta a revisión y, por tanto, no basta con conseguir entrar, también se puede salir. Y regresar.

Aparte de la forma de financiación de los programas, lo que realmente diferencia la iniciativa alemana de la española es el énfasis en la evaluación y su apuesta decidida por la calidad y la especialización. Los centros de excelencia (a los que yo preferiría denominar "de referencia") son, por definición, sólo unos pocos. Además, el grupo que los integra no es fijo y su pertenencia al mismo depende de los resultados, evaluados de forma continua y externa.

En mi opinión, la experiencia alemana nos demuestra que la universidad española necesita seguir avanzando en la cultura de la evaluación. Es evidente que en los últimos años se ha realizado un esfuerzo muy importante por mejorar los sistemas de valoración de la calidad docente e investigadora. Sin embargo, muchas veces la misma se ha centrado más en una evaluación previa que en los resultados conseguidos y, por otra parte, la intensidad de la misma ha estado frecuentemente más en la calidad de los procesos que en la del producto final.

Por otro lado, los centros evaluados deben también contar con los incentivos, definidos por las autoridades responsables, que les ayuden a tomar las decisiones pertinentes. El análisis y la comparación de los sistemas de evaluación utilizados en la OCDE va más allá de estas líneas y merecería un comentario aparte.
__________________________________________________
Referencias: Aghion, P., M. Dewatripont, C. Hoxby, A. Mas-Colell y A. Sapir (2008): Higher aspirations: An agenda for reforming European universities, Bruegel Blueprint Series, Volume V, Bruselas.

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Mariam Camarero

Catedrática de Economía Aplicada y titular de una Cátedra Jean Monnet en la Universidad Jaume I de Castellón
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2 comentarios

Jordi Paniagua escribió
17/09/2013 18:53

Enhorabuena a la autora por el articulo y a Valenciaplaza.com por el fichaje. Otro caso interesante a resaltar sería el Research Excellence Framework (REF) del Reino Unido.

jose miguel jimenez piqueras escribió
16/09/2013 11:27

Enhorabuenna Mariam, por plantear la "cultura de la evaluacion" en un área administrativa como es la educación. Ojalá se extienda este debate a los demás ámbitos administrativos y políticos. Y que esto ayude a cambiar la "mentalidad funcionarial" y vuelva la cultura del esfuerzo. Saludos,

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