Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• El Tribunal de las Aguas se suma al 125 aniversario de Aguas de Valencia
• Grezzi quiere Metro nocturno y más bus para desterrar el coche privado del ocio
• La reparación de la climatización recupera la mayoría de cuadros del San Pío V afectados

Los últimos trabajadores en salir de RTVV, la presidenta y el vicepresidente del comité de empresa de la cadena, dicen que "los trabajadores no son un problema, son parte de la solución"

VALENCIA. De entrada advierten que ya no son el comité de empresa de RTVV porque éste ha desaparecido. El pasado 30 de junio, hace ahora dos semanas, ellos dos, Salut Alcover y Josep Lluís Fitó, presidenta y vicepresidente del comité, firmaron en la cuarta planta del centro de producción de Burjassot sus finiquitos. Eran los últimos de Canal 9. En torno a las seis y media de la tarde salían al parking donde los esperaban medio centenar de compañeros y lo hacían con un anuncio: RTVV volverá. Unos días antes, a través de un comunicado difundido por las agencias de noticias, señalaban al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que si era cierto que quería reabrir la televisión el 9 de octubre, los trabajadores se ofrecían para encontrar una solución rápida para esa reapertura.

Han pasado dos semanas. Como cada viernes que hay pleno del Consell un grupo de trabajadores de RTVV se ha congregado en la Plaza de Manises para reclamar su reapertura, y entre los que han participado estaban ellos dos. Tras la concentración, la cita es en una cafetería de la plaza, La Buena Estrella, que por su ubicación céntrica es uno de los lugares habituales de encuentro para confidencias de los órganos de poder valencianos.

El encuentro tiene como fin conocer de primera mano cuáles son las soluciones que ofrecen desde los trabajadores para deshacer el entuerto que ha supuesto el cierre de RTVV ordenado por el ex presidente Alberto Fabra, una empresa que Alcover reconoce que es "ardua". En el horizonte, la puesta en marcha de una comisión por parte de la Generalitat, al frente de la cual se ha puesto al jurista José María Vidal, un especialista que ha dado a conocer parte de su visión del problema en el libro RTVV: Pasado, presente y futuro. Embrollo jurídico, profesional, técnico... la reapertura de la cadena pública valenciana se presenta como el primer nudo gordiano de la legislatura.

—¿Qué es lo que pueden aportar los trabajadores al regreso de RTVV?

Salut Alcover: La reapertura es una situación muy complicada con numerosas patas y la laboral es sólo una de ellas. Lo primero que hay que decir es que los trabajadores no somos un problema, sino parte de la solución. Hay que abordar el futuro de RTVV de una manera global. En primer lugar hay que decir que nosotros conocemos la casa por dentro, tecnológica y técnicamente; cuando el presidente de la Generalitat habla de ponerla en marcha, nosotros podemos aportar nuestro conocimiento. Y en segundo lugar, que estamos dispuestos a negociar; de hecho hemos pedido una entrevista con el presidente, con el presidente de les Corts [Enric Morera] y con los tres liquidadores, y, cuando sea nombrado, la pediremos con José María Vidal. No sólo queremos abordar la cuestión laboral, sino también colaborar con situaciones como el desmontaje de los centros de producción o la reversión tecnológica que hay planteada.

—Ofrecen su capacitación técnica.

S. A. : No sólo eso pero es una parte importante. Hay un problema técnico que hay que solucionar, estamos a tres meses menos dos días del 9 d'octubre. Pero también está la situación económica de RTVV que nosotros la conocemos bien. Y por supuesto está el conflicto laboral, que hay que abordarlo con los trabajadores y sus representantes.

—¿Consideran que habrá sucesión de empresas si reabre RTVV con otro nombre?

Josep Lluís Fitó: Sí. [Aunque tenga otro nombre] Es la misma empresa, la titularidad seguirá siendo la misma [de la Generalitat Valenciana] y el objeto de la empresa será el mismo. La ley dice que si una empresa cierra y vuelve a reabrir en el plazo de tres años se ha de readmitir a los trabajadores. No es sólo con los de RTVV; es con los trabajadores de cualquier empresa.

—Hay gente que dice que sólo ahora protestan, pero otros les defienden y dicen que desde el 95 ha habido trabajadores de RTVV que han criticado la gestión del PP.

J. L. F: Es un mantra que hay que corregir. Evidentemente había gente que no protestaba, pero había otros muchos que lo hacían y ahí están las hemerotecas que demuestran cómo hubo gente que criticó la manipulación informativa o el intento de privatización de 2001 por parte de Eduardo Zaplana. Los trabajadores nos hemos movilizado. Otra cosa es que no haya trascendido a la opinión pública. Además, RTVV no son sólo periodistas. Además de los informativos, RTVV se compone de mucha gente, técnicos, cámaras, iluminadores, administrativos, que en su caso han protestado y que no merecen recibir esta calificación injusta.

S. A.: En muy pocas empresas no hay conflictos y no se hacen públicos todos ellos. En el caso de RTVV muchas cosas se han sabido porque lo hemos denunciado las secciones sindicales.

—¿Cuál es el modelo de RTVV que proponen?

S. A.: Más que algo concreto, lo primero que hay que tener claro es que la futura RTVV debe partir de un modelo consensuado con los representantes sociales, con los partidos, con los sindicatos... Ha de ser una RTVV que nunca más se pueda volver a cerrar. Por eso es importante que sea plural, para que todo el mundo se sienta identificado. Pero también ha de estar bien gestionada porque no se puede volver a repetir lo que ha sucedido.

J. L. F.: Televisión Valenciana es una inversión, no un gasto. Este es otro mantra que tenemos que cambiar. La gente se ha de sentir orgullosa del producto que hacemos. Estamos invirtiendo en el futuro de nuestros hijos. La televisión debe ofrecer modelos con los que identificarse.

S. A.: Aunque sobre todo hay que recordar que la forma más correcta de gestionar una empresa es no robar. Eso es lo que la hace sostenible. Y ése es el problema que hemos tenido en RTVV. La deuda no ha salido de pagar nóminas de trabajadores, sino de un desvío, de un saqueo de los fondos de RTVV que se ha de ver. Hay que recordar que tenemos 17 imputados.

—¿Cuánto tiempo se tardará en reabrir?

J. L. F.: Ràdio 9 está desmontada. La sede de Blasco Ibàñez ha sido cedida a una Conselleria. No queda nada y todos los aparatos están en la tele, si bien estaba previsto que la radio fuera a Burjassot. En tiempos no sabríamos concretar exactamente...

—¿Ni siquiera una estimación?

S. A.: Los técnicos nos dijeron que instalar la radio sería un trabajo de un mes aproximadamente, tanto si es de forma provisional en Burjassot como si se vuelve a Blasco Ibáñez.

—¿Y la televisión?

J. L. F.: Está el problema del centro de producción de Castellón que está desmantelado. Alicante, aunque está desmontado, los aparatos están en la propia delegación con lo cual podríamos montarlo rápidamente. En Burjassot es en cuanto se quiera: se comprueba que los aparatos funcionan y ya está. Para Castellón la solución podría pasar por realizar por ejemplo convenios con la Universitat Jaume I, que tiene instalaciones.

S. A.: Los cálculos que manejamos es que en mes y medio o dos se podría volver a poner en marcha todo.

—¿Y cuándo podría volver a ver la gente L'Alqueria Blanca?

S. A.: El mismo día que se comience a emitir.

J. L. F.: La gente no lo sabe, y estaría bien que se supiera, pero RTVV tiene 1,8 millones de euros en derechos televisivos para gastar en 2015, y eso incluye películas y series. Si la televisión no reabre este año serían 1,8 millones de euros que se desperdiciarían.

—¿Cuánta gente deberá tener la nueva RTVV?

S. A.: No vamos a decir una cifra. A quien le toca mover ficha es al Govern valencià, que para eso tiene la firma en el DOCV, tiene los votos y la responsabilidad de gobernar. Nosotros tenemos voluntad de llegar a un acuerdo y queremos que quede bien claro nuestro sentido de empresa.

J. L. F.: Ahora bien, los valencianos no podemos ser menos que los habitantes del resto de España, y hemos de tener una televisión adecuada a unos estándares de calidad mínimos, como hay en otras televisiones autonómicas. Defenderemos los trabajadores que sean necesarios para tener una radio, una televisión y una plataforma multimedia normales. Porque cabe recordar que ahora la televisión no es sólo los modelos convencionales.

—¿Estarían dispuestos a que entrara gente nueva?

J. L. F.: Por supuesto. Esta empresa se ha de renovar constantemente y ahora hay cosas que no había antes. RTVV debería tener una plataforma multimedia en condiciones que lleve sus contenidos a las tablets de la gente. Y esto son puestos de trabajo específicos que no existían en el 89.

—¿Cuántos trabajadores no quieren volver?

S. A.: Muchos. Hay gente que no quiere regresar, pero no podemos especificar cuánta. Evidentemente ésa será una cuestión que se deberá tener en cuenta en el futuro.

J. L. F.: Mucha gente ha rehecho su vida en otros lugares y no tienen necesidad de volver. Hay una casuística muy amplia.

—¿El comité de empresa tiene un plan?

J. L. F.: Lo tiene pero ese plan lo deben conocer primero los propietarios de la empresa, que son los representantes del pueblo valenciano.