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VALENCIA. Me sumo a aquello de que todo lo que nos pasa es culpa de Merkel y los alemanes, aunque siempre es bueno poner las cosas negro sobre blanco, remitirnos a los hechos, desechar dudas. Hagamos un repaso: ella organizó la cena en la que Calatrava dibujó en la servilleta y deslumbró al Dr. Camps, convenciéndole de que ocuparía un lugar en la historia junto a Jaume I si llenaba Valencia de "calatravadas". También le indujo para que montase el circuito de Fórmula 1 y así relanzar la carrera de Shumacher y tener una pista que le viniese bien a Vettel. Para asegurarse, le hizo firmar un contrato nefasto para los intereses de los valencianos, sin tener que ponerle nada en la sien.

Merkel, la inductora, sabía que en el momento en que el patricio de la Plana, Don Carlos Fabra, viese el aeropuerto peatonal de Hamburgo, se moriría de la envidia y querría uno para poder fardar con sus nietos. Don Carlos es humano y no esconde que la envidia es su debilidad: no sólo le pasó con el aeropuerto sino que también le ocurre con los premios de lotería, y por eso los acapara.

La canciller, a través de agentes de la Bundesliga, convenció al Dr. Camps de que lo más importante en una Comunidad con las finanzas quebradas es avalar a los equipos de fútbol y construir un nuevo estadio para el Valencia CF. Asimismo, los alemanes nos obligaron a copiar el modelo de la ZDF para montar el nefasto sistema de gestión y manipulación informativa de las televisiones públicas: Tómbola era la copia de un popular programa alemán llamado Die Tommbolen.

Fue Merkel la que puso a Olivas a gestionar el sistema financiero de la Comunidad con el fin de quebrarlo. También sabemos que es ella el aval de Rafael Blasco en el PP valenciano, por algo están en el mismo grupo del parlamento europeo. Es el modelo del Bundesministerium für Zusammenarbeit, el que se copió para montar la cooperación valenciana y la estrategia de lucha contra la pobreza (de sus gestores) comprando pisos en Valencia y Miami.

Pero el daño hecho por Merkel va más allá de la Comunidad Valenciana. Fueron los alemanes residentes en Mallorca los que eligieron a Jaume Matas. Jordi Pujol estudió en el colegio alemán (sin comentarios). Isabel Pantoja es una cantante wagneriana de Colonia, fichada por Félix Millet para el Orfeón Catalán, que ahora se hace pasar por folclórica. Urdangarín no es vasco sino alemán, como Corinna, basta verle la pinta. Los del Max Planck pasaron gratis a Garicano esa frívola propuesta de reforma de las universidades.

Sólo a una mente tan perversa como la suya se le pudo ocurrir dejar en las manos de un tándem de brillantes como ZP y José Blanco a la cabeza del Gobierno de España y del PSOE. Los puso ahí con la consigna de fomentar el modelo del ladrillo, no controlar a los bancos y sus hipotecas, y creerse que lo de gobernar se limitaba a sacar las tropas de Irak y no a ofrecer una expectativa de futuro a los españoles. Merkel se inventó a Amy Martin de Mulas y obligó a ZP a que se fuese a rezar con Obama en lugar de buscar alternativas para pinchar la burbuja tratando de salvar empleo. Ella puso a Taguas (luego lobbysta de las constructoras) en la oficina económica de la presidencia de ZP.

Luis Bárcenas es un agente infiltrado de los alemanes. O si no cómo se explica que haya metido tres juicios a los que le enriquecieron y le dieron de comer. Eso sólo lo hace un agente alemán o un sinvergüenza, y Bárcenas tiene mucha vergüenza (¿o la da?). El Bigotes y Correa también son agentes formados por la Stasi. Rik Costa habla así para ocultar su acento alemán.

El afán de destrucción de Merkel no tiene límites e infiltró en los consejos de administración de las Cajas a "empresarios" como Arturo Fernández que, además de dar préstamos sin garantía a sus colegas, aprobaban los balances sin mirar y con prisa para sacarse el marrón de encima. Ella montó el timo de las preferentes. Por los intereses alemanes en el Banco Santander, movió Roma con Santiago para que el Estado de Derecho español se pusiera al servicio de su exconsejero delegado, Alfredo Sáenz, consiguiendo que unos señores tan de izquierda cómo ZP y su ministro de justicia, Francisco Caamaño, le firmasen un indulto y que luego, el Gobierno Rajoy le preste otros servicios.

No me cabe ninguna duda de que la injertadora de pelo de José Bono era Merkel en plan enfermera, y que durante todas las horas que pasaron juntos mientras le clavaba pelitos, lo hipnotizó para convencerle de que tenía que inducir a Blanco "El Fomentador" a gastar un dinero en el AVE de las capitales manchegas. Me imagino que de esto hablará Bono en el segundo tomo de sus memorias (si Lara se vuelve a equivocar y las publica).

Sólo la alemana es capaz de liderar una trama conspirativa (Jiménez Losantos dixit) para embaucar a la liberal Esperanza Aguirre con el timo Eurovegas, las autovías radiales o la privatización de los hospitales. Sólo los alemanes podían inventarse algo tan absurdo que induzca a creer que una empresa en busca de legítimo lucro (ca. 10% por contrato) reducirá el 20% de gasto mejorando a la vez el servicio sanitario. Lasquetty es un apellido bávaro.

En las redes de la trama también cayó Gallardón, al que le metieron entre ceja y ceja (grave en su caso) que una obra como la M 30 se tenía que terminar antes de las siguientes elecciones, aunque costase más de 6.000 millones y cobrasen sueldo de cirujano albañiles que trabajaban en tres turnos. Las comisiones que pagaban las constructoras eran para financiar al CDU, no al PP. Frau Merkel es demócrata cristiana, por eso tiene línea directa con la Conferencia Episcopal Española y consiguió que la prioridad legislativa de este gobierno sea la ley del aborto y no la legislación anticrisis. Ahora vendrá una ley para anular el divorcio: pobre Cascos.

Merkel es la responsable de la austeridad, aunque Rajoy vote siempre por las mismas medidas que ella en las reuniones europeas. Es la que le tiene sin ideas para salir de la crisis y la que le convirtió en una "caja tonta" de plasma desde la que nos habla. Y, sobre todo, la que le prohibió pronunciar la palabra Bárcenas y le hace esconder la cara en lugar de darla. No sé de dónde saca tiempo para gobernar Alemania tomando en cuenta todo lo que hace.