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VALENCIA. Qué se puede decir de un equipo que ha ganado 42 títulos de la Scottish Premier League. Que además tiene en sus vitrinas una Copa de Europa siendo finalista otro año más. Es cierto, también, que el mítico Celtic Football Club es un equipo venido a menos.
Su época gloriosa data a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Aunque lejano para lo que hoy se estila en el mundo del futbol, el Celtic FC mantiene esa aureola de equipo grande en una liga con tan solo 14 equipos. Un país, Escocia, con apenas 5 millones de habitantes.
Estas limitaciones, al final traducidas a los balances y cuentas de resultados del club en forma de menor competitividad financiera frente al resto de las cincos grandes ligas europeas,ha llevado a los directivos del Celtic a buscar aliados para hacer más gran su mercado.
Por un lado han existido, existen y existirán, probablemente, conversaciones para integrar de alguna manera la Scottish Premier League con la English Premier League. Por desgracia, nunca ha sido posible avanzar en esta dirección. La mejor de la soluciones para el futbol escocés.
También el Celtic FC ha explorado la posibilidad de fusionar la liga holandesa y portuguesa con la escocesa. Un proyecto denominado la liga del Atlántico.
Siempre con el objetivo de ganar mercado y aumentar los recursos para hacer más competitivo a su equipo de futbol, se ha utilizado la política de fichajes.
De esta forma, el Celtic FC desarrolla, por un lado, la búsqueda de jugadores de reconocido prestigio al final de su carrera con menos oportunidades de jugar en los grandes clubes europeos. Uno de los ejemplos más destacados sería el fichaje de Henrik Larsson desde el FC Barcelona. Un fichaje con unas prestaciones magnificas.
POLÍTICA DE FICHAJES
No es el único caso de fichaje basado en esta política: Thomas Gravesen, Craig Bellamy, Robie Keane, Sol Campbell.
Esta política se ha visto reforzada con la idea de fichar en países con grandes posibilidades de desarrollo como Polonia y Japón.
Por otro lado, la política de fichajes ha ido en la dirección contraria, trabajando duro en construir jóvenes promesas en su ciudad deportiva, Lennoxtown, para venderlos a las grandes ligas europeas.
En fondo no deja de ser el reflejo de un equipo grande en una liga pequeña donde la capacidad de generar recursos está muy limitada.
Primero porque la venta de derechos de televisión, en relación al resto de ligas europeas, aporta muy poco a las arcas del club.
El cambio de operador televisivo desde el quebrado Setanta a la dupla Sky y ESPN, ha conllevado un nuevo contrato negociado a la baja con reducciones cercanas al 60%, lo que deja el contrato en 65 millones de libras. Algo así como 20 veces menos que la English Premier League.
Desde el otro lado del vaso, se puede ver que, en todo caso, las finanzas del club no son dependientes de este tipo de ingreso a diferencia de lo que ocurre en el resto de Europa.
El gran motor financiero del Celtic FC es su marca y su afición. Su estadio, el Celtic Park consigue unas asistencias medias cercanas a los 55.000 espectadores, a la altura de los mejores equipos europeos.
ABONOS Y ENTRADAS, EL MOTOR FINANCIERO
Ni que decir que los ingresos por venta de abonos y entradas son el gran motor financiero del club. Su masa social ha llevado al club escocés a firmar magníficos contratos para esponsualizar la camiseta, la cervecera Tennent, y como constructor y comercializador de la misma a Nike. Estos, sus dos mayores contratos, son a largo plazo y están valorados en cerca de 10 millones de libras anuales.
El análisis de las principales partidas de ingresos recurrentes del club alemán (abonos, TV y comerciales) reflejan a la perfección los puntos fuertes y débiles de la cuenta de resultados.
Los ingresos por la venta de abonos y entradas son excepcionalmente altos suponiendo más del 50% de los ingresos totales. Unos ratios de asistencia estables y muy elevados convierte este ingreso recurrente en uno de los mejores ratios de toda Europa.
Los ingresos comerciales están en un nivel más que aceptable dada la dimensión actual del club mientras que los ingresos por la venta de derechos audiovisuales son la gran cruz del club.
Solo la posibilidad de jugar la liguilla de Campeones mejoraría de forma notable este ingreso. Y es que hay que recordar que los dos puestos actuales que mantiene la liga escocesa solo dan derecho a jugar la previa de la Champions League.
Esta necesidad de pasar la previa de la competición europea ha llevado al Celtic a invertir en fichajes aunque siempre desde una óptica de prudencia. Sueldos y salarios más amortizaciones de inmovilizado inmaterial (compras de jugadores) no alcanzan el límite de sostenibilidad marcado en el 70% de los ingresos totales por las reglas financieras aprobadas por UEFA.
Finalmente, pese a mantener una deuda 6 millones de libras, esta es perfectamente manejable por el club.
_________FÚTBOL, SOCIEDAD ANÓNIMA______________________
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Capítulo II: Real Madrid: el glamour de los buenos negocios
Capítulo III: Arsenal: la filosofía 'value'
Capítulo IV: Bayern de Munich: Atracción por la 'máquina bávara'
Capítulo V: AC Milan, la maravillosa paradoja
Capítulo VI: Manchester City, adiós al statu quo
Capítulo VII: Juventus, más fuerte que el fútbol
Capítulo VIII: FC Barcelona, ¿Se puede comprar el éxito financiero?
Capítulo IX: Chelsea, el precio del sentimiento deportivo
Capítulo X: Inter de Milán, entre el cielo y el infierno
Capítulo XI: Liverpool, en busca del esplendor perdido
Capítulo XII: Borussia Dortmund, el poder de las masas
Capítulo XIII: Stoke City, Bet365 desafía al Valencia CF
Capítulo XIV: Oporto, 'trading' en estado puro
Capítulo XV: Olympique de Lyon: Rara avis
Capítulo XVI: PSV: Una naranja no tan mecánica
Capítulo XVII: Nápoles, un club de película
Capítulo XIX: Tottenham Hotspur, innovación en el fútbol
Capítulo XX: Lille, provincia futbolística
Capítulo XXI: Schalke 04, viviendo al borde del abismo
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