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VALENCIA. En esta última década, la propiedad y gestión de los equipos de fútbol ha sufrido un cambio radical. Ahora prima la profesionalidad por encima de todo, por lo menos en los grandes clubes. Se ha instaurado como norma un trasvase de talento y credibilidad desde el mundo empresarial (marketing, financiero,...) hacia el negocio del entretenimiento deportivo.

Ha sido una especie de proceso evolutivo acelerado con mucha mayor incidencia, como no podía ser de otra manera, en la Premier League. Primero fueron los norteamericanos, en su mayoría, gestores acreditados de éxito en la gestión de equipos en la NFL, NBA o NHL.

Como cualquier empresa dedicada a la gestión de equipos deportivos, nunca estuvo exenta de enormes dificultades, dado la mezcolanza entre criterios de gestión y sentimientos, pero los Gillet (Manchester United), Kroenke (Arsenal), Henry (Liverpool), entre otros y no los únicos (aunque si los más renombrados), llegaron a la Premier en búsqueda de nuevas oportunidades para diversificar sus propios negocios, muy focalizados en el mercado norteamericano.

Sin lugar a dudas, el fútbol ofrece posibilidades infinitas para estos propietarios/gestores al poder establecer sus estratégicas comerciales en un mercado global como ningún otro deporte de equipo pueda ofrecer.

Ahora el turno ha llegado para los magnates árabes, mayoritariamente aquellos originarios del Golfo pérsico. Siendo muy discutible el objetivo último de las compras de equipos de futbol de renombre mundial no es lo que más me intriga.

¿Serán capaces los petrodólares de entender el negocio del futbol?. De momento, lo que conocemos es que el Manchester City, propiedad del jeque de Abu Dhabi Sheikh Mansour bin Zayed Al Nahyan, ha roto definitivamente el status quo de los históricos grandes clubes de Europa, y esto es lo que me parece realmente novedoso e interesante. Y solo esto, ya merece mi respeto.

Muchos presidentes exclaman en privado que el Manchester City se ha convertido en una especie de cáncer del futbol europeo, ha añadido una inflación desorbita tanto en fichajes como en sueldos de jugadores, se han construido para perder dinero sistemáticamente, no siendo capaces de cumplir con las reglas de UEFA sobre juego limpio financiero para 2014/2015.

Yo, sinceramente, no lo creo. Cumplirán, seguro. Tienen lo principal para cumplir: generar ingresos. El propio director general del City, Garry Cook, lo explica muy gráficamente. Lo primero es invertir en grandes futbolistas (en las últimas cuatro temporadas, el gasto neto ha sido superior a los 450 millones de libras). Este proceso, en una etapa inicial, dura entre 3 y 5 años. Evidentemente soportando unas cargas importantísimas (en las ultimas 4 temporadas ha acumulado perdidas superiores a 350 millones de libras) . El siguiente paso, es atraer a grandes firmas comerciales. Y finalmente, grandes jugadores, más grandes patrocinios, traerán títulos.

Parece que todo se va cumpliendo. Grandes jugadores (Yaya Toure, Mario Balotelli, David Silva, James Milner, Jerome Boateng, Aleksandar Kolarov), magníficos contratos comerciales (Etihad Airways, Etisalat, The Abu Dhabi Tourism Authority y Aabar.). El proceso continua su camino. A día de hoy, la inversión del jeque supera los mil millones de euros desde su entrada como propietario en 2008.

Solo un detalle. Recientemente el City ha ampliado su contrato de esponsorización con Etihad Airways. El mismo ha sido valorado en 400 millones de libras en un periodo de 10 años. El contrato global incluye ser el patrocinador de la camiseta, el naming rights del estadio de futbol (curioso ya que es de carácter público) y la ciudad deportiva.

En relación a sus últimas cuentas anuales disponibles, lo primero que hay que destacar es lo lejos que se encuentran de los estándares manejados en el futbol. Todas las partidas relevantes de su cuenta de resultados son disparatadas.

Empezando por sus líneas de ingresos, la suma de las mismas (abonos, TV y comerciales) son inferiores que el gasto anual en ficha de sus jugadores, sin incluir la partida de gasto derivada de la amortización de los fichajes. Nada más y nada menos que los salarios de los Toure, Silva, Agüero,.. suponen el 107% del total de ingresos. Simplemente, increíble.

Lo anterior no significa que los ingresos totales del City no sean muy respetables, por encima de los 150 millones de euros aunque muy alejados de los transatlánticos europeos. Destacar en el lado positivo que todas las partidas tienen margen de mejora, sobre todo los ingresos por abonos y entradas, de los más bajos de la premier. Además, el acceso a Champions mejoraran significativamente los ingresos por televisión.

En el lado de los gastos, más allá de la excepcional cifra de los sueldos y salarios de los jugadores, y derivado de la inversión en los mismos, el coste de su amortización supera los 71 millones de libras. Las proyecciones para los próximos años apuntan a un empeoramiento de esta partida acercándose peligrosamente al primer puesto ocupado actualmente por el Real Madrid pero con 4 veces más ingresos.

Por último, también mencionar otra anormalidad de las cuentas del club de Manchester, la inexistente deuda del club. La explicación es sencilla, esta es capitalizada anualmente por su benefactor.

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Capítulo I: Manchester United: el poder de la marca

Capítulo II: Real Madrid: el glamour de los buenos negocios

Capítulo III: Arsenal: la filosofía 'value'

Capítulo IV: Bayern de Munich: Atracción por la 'máquina bávara'

Capítulo V: AC Milan, la maravillosa paradoja