VALENCIA. Quizá considerar el último domingo de agosto como el final del verano suene a tópico pero la realidad es tozuda y agosto sigue siendo el mes oficial de las vacaciones, las ciudades desiertas, los comercios cerrados y la justicia paralizada.
Pero más que final, estamos ante el inicio de uno de los cursos políticos más importantes para nuestra nación, con diversas citas electorales que parecen plantearse, desde hace meses, como algo más que unas elecciones ordinarias para elegir a nuestros gobernantes.
Probablemente estamos, y casi no nos hemos dado cuenta, ante la denominada 2ª Transición. La Transición española a finales de los 70 y principios de los 80 tenía un origen, la dictadura de Franco y un destino, la Democracia que encarnó la figura de S.M. El Rey Juan Carlos I, quien heredando la Jefatura del Estado supo siempre que el único camino era la democracia en una monarquía parlamentaria. En estos años mucho se habla de aquella época, y como suele ser habitual en España, sólo se buscan sombras y errores y no se pone en valor los aciertos y las luces que fueron el germen de los años más prósperos, estables y pacíficos de nuestra historia.
Pero esta 2ª Transición ante la que muchos consideran que nos encontramos, tiene su origen en una democracia consolidada y un régimen de derechos y libertades y su destino en..... Porque convendrán conmigo que es bueno avanzar para mejorar, para crecer, para perfeccionar pero no para todo lo contrario.
Estamos ante los maestros de la palabra y el engaño que nos venden utopías que a lo largo de la historia ya han sido estrepitosos fracasos, desde encerrarse en el nacionalismo más provinciano a poner como ejemplo dictaduras sudamericanas o democracias orgánicas, pero frente a esta corriente de tintes populistas y demagógicos quienes deberían defender nuestro sistema de libertades y nuestra manera de entender la vida, parecen sucumbidos ante la ‘dictadura del relativismo' y lo ‘políticamente correcto' y no se atreven o quizá no saben exponer las ventajas y bondades de nuestra monarquía parlamentaria, nuestro sistema democrático, nuestro régimen de derechos y deberes, nuestra legislación garantista, nuestra seguridad jurídica, en definitiva parece que cuesta defender lo obvio.
El final del verano llega con muchos anuncios por parte de nuestros gobernantes autonómicos, la infrafinanciación de nuestra Comunidad sigue siendo la piedra angular sobre la que construir un discurso justamente reivindicativo y se ha convertido en uno de los pocos asuntos en el que todos los partidos de Les Corts están de acuerdo; de hecho, el Conseller de Hacienda, Vicent Soler ha cifrado en más de 12.000 millones euros el déficit de financiación coincidiendo con los datos que ya aportó el anterior ejecutivo de Alberto Fabra.
Pero si el actual Consell tiene una patata caliente y parece que está decidido a abrirla cuanto antes, esa es la reapertura de RTVV. Pese a la complejidad jurídica y laboral, el President Ximo Puig no descarta emitir el próximo 9 d'Octubre, fecha simbólica en la que ya anunció en la campaña electoral que pretendía reabrir la TV pública valenciana. Es curioso los ataques y críticas constantes que siguen refiriéndose a la extinta Canal 9 como la TV manipulada por el PPCV, olvidando los años de gobierno y control socialista de la TVV.
Muchos queremos una televisión que ofrezca una programación de calidad, pero con una plantilla razonable y que sea una televisión para todos los valencianos. Desde el cierre de Canal 9, varias han sido las cadenas que con mucho esfuerzo, trabajo y buenas ideas han seguido ofreciendo informativos y programas de debate político, cultural, deportivo, social; emitiendo la pilota valenciana, las fiestas y tradiciones populares, el tiempo de nuestra Comunitat...
Con el cierre de Canal 9 los valencianos pagamos un peaje muy elevado, uno más en esa lista negra de pérdidas (cajas de ahorro, equipos de fútbol,...), estos días hemos podido leer que en menos de un lustro dejaremos de pagar el peaje de la AP-7, la autopista del Mediterráneo, una de las más transitadas en los meses de verano, esperemos que así sea y no nos encontremos con prórrogas lucrativas.
El final del verano o más bien el final de agosto nos coloca ante un calendario electoral verdaderamente decisivo con las elecciones catalanas como primer acto de esta obra, o quizá, sea más bien un sainete.
Sorprende el uso de un lenguaje tan diplomático y con tan "poca sal", sobre todo siendo usted, Sr Arnau, un ferviente votante y defensor del Partido Popular. Debería "mojarse" más exponiendo sus ideas y concretarlas.
Canal 9 es un gasto público totalmente innecesario. No la hemos echado de menos apenas nada. Con la oferta televisiva existente en la actualidad no tiene sentido ninguno. Sólo los que tienen familiares en RTVV quieren su reapertura. Y van a tener el cuajo de no pagar otras prioridades y sí reabrir canal9.... q sinvergüenzas son
Joseca te raó: Jo no vull pagar més la AP-7, que val un dineral che! I canal 9 tampoc, ja s´ha vist que no es podía mantindre i estic d´acord amb que la televisió no es un dret fonamental. Que se gasten eixios diners en fomentar la lectura i serem tots més educats.
Leo al Sr. Arnau desde hace semanas y desde fuera de Valencia. El tema de las TV autonómicas es complejo, siempre están politizadas y además hoy mismo la Pta. C. Madrid, la Sra. Cifuentes ha reconocido que si es deficitaria quizá habría que cerrarla. Enhorabuena VP por este tipo de columnas de opinión.
¡Qué gran autor! Es de los pocos que es capaz de tener pendientes de sus artículos a sus más fieles críticos y opositores, a los que recomiendo un poco más de estudio y lectura. Tal y como el Sr. arnau describe, en un momento como el que vivimos, y con un gobierno autonómico de vacaciones (¡con sólo 60 días de trabajo se premian con 30 de vacaciones!), la apertura del nuevo curso se antoja difícil. Veremos a los actuales dirigentes vivir de prestado durante mucho tiempo. Pero ya empieza a vérseles el plumero, ya que entre tanta pelea de gallos, hay plumas por doquier.
Interesante artículo sobre la financiación de los servicios públicos. Me parece fundamental mejorar la educación y la sanidad, pero no creo que la televisión sea un servicio público esencial, no sólo porque el ocio pertenece al campo de lo estrictamente privado, sino porque la oferta televisiva en este país es tan nefasta que lo único que tendría que preocupar a la administración es que las cadenas privadas no emitan telebasura, que tanto daño hace a espectadores sin capacidad de elegir algo mejor y que sólo transmiten modelos de conducta destructivos. Llevamos muchos años acostumbrados a la comodidad de que todo sea gratis y eso sólo fomenta la vagancia y el conformismo. Valga como ejemplo el comentario que hace a este artículo José Ombuena que se permite el lujo de calificarlo como «hueco» sin molestarse en escribir más de una frase y sin opinar lo más mínimo sobre su contenido. Aplaudí el cierre de Canal 9 como aplaudiré cualquier iniciativa que suponga la supresión de gastos innecesarios y que termine el derroche en unos medios de comunicación manipulados y de mala calidad. Con mi dinero no, gracias.
Otro interesante articulo de joseca. No soy valenciana ni vivo en esa preciosa ciudad, pero lamentablemente en otras cc.aa. padecemos la misma indiferencia de nuestros gobernantes, que en la mayoria de los casos no han ganado sus plazas democraticamente sino a base de coaliciones y "apaños". Q verguenza q tengamos q seguir pagando entre todos las alegrias de unos pocos. Por favor sr. Arnau siga denunciando estas injusticias.
Excelente artículo. El problema que impide identificar el camino hacia la lucidez se alimenta de ignorancia, desidia y alevosía. En primer lugar juzgar los logros de la Transición española, objetó de estudio en cualquier facultad de historia europea que se precie, requiere conocimientos que la mayoría no poseen, no quieren poseer o no saben adquirir. Más fácil apelar a las vísceras y a las mentiras repetidas hasta convertirse en dogma. En cuanto a la apertura de un nuevo Canal 9, pues, más allá de la complejidad jurídica y del coste económico a cuantificar, mucho me temo que se éste' jugando siempre con el mismo tema: la televisión como fuente de poder.
Artículo lúcido. Nada más importante que saber valorar los logros democráticos de todos los españoles durante estos años para seguir avanzando en el futuro. Respecto de C9, por mí que cierren todas las televisiones. En general suelen ser basura o manipulación ideológica.
Enhorabuena al autor y a Valencia Plaza por dar espacio a opiniones que sí representan a una buena parte de la sociedad valenciana. Y en cuanto a los comentarios que leo (los de este artículo y otros del Sr. Arnau)... Pues una muestra más de la intolerancia de la izquierda que, cuando discrepa, en lugar de argumentar, pide la cabeza del que no sintoniza con sus ideas.
Otro brillante artículo de Joseca Arnau que aporta alma y esencia a VP. Esperemos que la noticia sobre el fin del peaje se cumpla y que por otro lado el peaje de la corrupción no nos lleve a la desolación y la manipulación de la sociedad al estilo de la C. Autónoma catalana
Cuando hablas de esas “cadenas que con mucho esfuerzo, trabajo y buenas ideas han seguido ofreciendo informativos y programas de debate político, cultural, deportivo…” ¿Te refieres a esas que ocupan ilegal y gratuitamente frecuencias públicas de TDT? ¿Esas que se distinguen por su imparcialidad y objetividad? Mi antena debe necesitar un ajuste. Yo no he logrado sintonizar nunca esas cadenas tan abnegadas de las que hablas.
Otro artículo hueco de Joseca Arnau. ¿Cuándo vuelve Guillermo López? Saludos.
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