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VALENCIA. Noche calurosa de agosto, bella localidad del Mediterráneo, el interior de una Iglesia fortaleza de estilo gótico isabelino, el orfeón del pueblo y la coral de una localidad vecina ofrecen un concierto gratuito bajo el título Antología de la Zarzuela. Entre el público que abarrota la única nave de la que consta el templo, hay extranjeros y autóctonos, las mujeres mueven sus abanicos para apaciguar el excesivo calor que azota nuestra piel de toro en este tórrido verano y tanto los protagonistas de la velada como el resto de asistentes soportan con rigor las elevadas temperaturas y sobre todo la humedad.
Como ya indicaba el título del recital, allí se interpretaron piezas de algunas de las zarzuelas más populares, entre otras Luisa Fernanda, seguro que más de uno recuerda el segundo acto de dicha zarzuela, conocido popularmente como Mazurca de las sombrillas.
Los miembros del orfeón local y la coral vecina eran hombres y mujeres de lo que se denomina ‘tercera edad' y que de manera muy voluntariosa nos hicieron disfrutar de este género tan español y castizo como es la zarzuela y que debe su nombre a que las primeras interpretaciones de esta forma de música teatral tuvieron lugar en el Palacio de la Zarzuela de Madrid.
Mientras disfrutábamos de clásicos como La Parranda, La del Soto del Parral o Ronda de los Enamorados pensaba en la riqueza de las manifestaciones culturales españolas, especialmente la musical que además tiene un gran arraigo en nuestra tierra. En la Comunidad Valenciana tenemos el 50% de las sociedades musicales que hay en España, 547 con sus escuelas de música repartidas por todos los pueblos y ciudades de nuestro territorio y agrupadas en la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana. En todas las fiestas que celebramos la presencia de las bandas de música es fundamental, pero no sólo en las fiestas; en las plazas de toros suenan los más bellos pasodobles como Suspiros de España o Amparito Roca que forman parte de la cultura popular y hasta en el campo de Mestalla, antes de cada partido del Valencia CF una banda de música ameniza el inicio del encuentro.
En las últimas semanas los medios se hicieron eco de la polémica generada en Sueca al decidir desde el ayuntamiento que el himno nacional (la Marcha Real que compuso Manuel de Espinosa de los Monteros, armonizó Bartolomé Pérez Casas y orquestó Francisco Grau) no sonara a la entrada y salida de las imágenes religiosas de sus templos. Esta costumbre que se realiza en cientos de fiestas y procesiones en toda España y que muchos visualizarán en la Semana Santa de ciudades como Sevilla donde todas las Hermandades al entrar y salir de la Catedral hispalense interpretan el himno nacional, no va contra nada ni contra nadie, más bien pretende generar unidad y realce en momentos clave de las celebraciones.
Lógicamente la letra es muy sufrida y las leyes españolas tienen cientos de decretos y normativas y otro tanto de interpretaciones, por lo que los actuales gobernantes consideran que la costumbre (que también es fuente del derecho) no es suficiente y cogiéndosela con papel de fumar se cargan la susodicha tradición. Así no se solventan los problemas reales de la sociedad pero en cambio se crea discordia y crispación, la alcaldesa de la localidad valenciana decía que la "Marcha Real tiene unas connotaciones con las que hay gente que no está cómoda", como pueden comprobar un argumento cargado de razón. Algunos pensarán que no es para tanto, pero este Tintero cree que primero son los himnos, luego los pasodobles sobre todo si son 'taurinos' y quizá hasta la zarzuela por 'castiza'. La sociedad votó para que gestionen y arreglen los problemas a los que nos enfrentamos, que no son pocos, y no para enfrentarnos.
Libertad para interpretarlo y libertad para silvarlo, sin multas ni desgarros de vestiduras de los fariseos del templo
De nuevo, cierta el autor y se retratan los enemigos de las libertades. La laicidad no excluye la presencia pública de las manifestaciones religiosas, como ha dicho el Tribunal Constitucional. Al contrario, nuestra Constitución ordena cooperar con las confesiones religiosas. ¡Dejémonos de interpretaciones populistas! Por otro lado, la legislación sobre el himno regula cuándo es obligatorio. Pero no prohíbe su interpretación en otras circunstancias, máxime cuando es costumbre. Ojalá lo religioso dejase de ser arma política.
Me parece genial que un diario influyente como Valencia Plaza incorpore columnas de opinión de interés y sobre todo que reflejen lo que una gran parte de la sociedad y posiblemente de los lectores de este digital piensan. He leído los artículos del sr. Arnau y me parecen muy apropiados y dan aire fresco entre la información económica y cooltural. ¡Enhorabuena ValenciaPlaza!
Como siempre cáustico, directo, valiente y comprometido con tus principios en cada frase. Muchísimas gracias por defender la libertad en este artículo. Como siempre una vez más.
Buen artículo! Muy valiente la denuncia de lo que está hacendo el catalanismo y la izquierda totalitaria en la Comunitat, creando divisiones y enfrentamientos e intentando imponer su visión pueblerina catalanista. La izquierda tiene una enfermedad que ha de tratarse, la enfermedad de la intolerancia. ¿Qué problema tiene la izquierda con las tradiciones? ¿Qué problema tiene con los símbolos nacionales y valencianos? ¿Qué problema tiene con el respeto a las creencias ajenas? ¿Por qué no dejan a los pueblos y a las gentes que toquen la música que quieran y que hagan lo que les dé la gana? En suma, ¿qué problema tiene la izquierda con la LIBERTAD? Enhorabuena a Joseca Arnau por el artículo.
Respecto a este artículo, solo decir que Valencia y el País Valenciano lleva años y años sufriendo una infrafinanciación y un desprecio total por parte del gobierno español en lo referente a inversiones en infraestructuras y servicios. Muchos de nosotros, valencianos orgullosos de serlo, nos hemos cansado de ofrendar glorias a España y a cambio recibir desprecio y ninguneo. Ya esta bien de ser españoles de tercera, señores somos una CCAA pobre y pagamos como ricos. Así que, por mi, que no se escuche ese himno español que representa casi una burla para Valencia y nuestro País.
Altra de nacional-catolicisme?
Ya me tienes de nuevo por aquí, Joseca. Parece que no tienes clara la regulacion de uso del Himno Nacional del Real Decreto 1560/1997 de 10 de octubre, que firma Aznar y el Rey. No hace mención ni una sola vez a ceremonias ni actos religiosos, ni deja abierta ninguna ambiguedad. Además, obliga a ser respetuosos durante su interpretación, cosa que, cuando no se ha cumplido, se ha sancionado duramente. Quizás, pretendáis continuar con esa costumbre de Estado Confesional en el que se le da igualdad de rango a imágenes de iconos religiosos que a nuestros Jefes del Estado, Presidentes del Gobierno, actos militares o deportistas que representan a España en competiciones supranacionales. Pues no, dejad de interpretar el himno de todos, y defended con la misma vehemencia que cuando lo pitan, que ni vuestro dios, ni vuestros espíritus, ni vuestros iconos, tienen la autoridad ni representatividad, ¡ojo!, ni respeto ante estas situaciones de usurpación que nuestros símbolos de poder Constitucional. Celebrad vuestras ceremonias en vuestras parroquias con total libertad y dejad al resto de la sociedad que conviva tranquilamente con los símbolos e himnos que ns representan a todos, con los que ya tenemos demasiados follones. Joder, con lo exquisitos y recelosos que os poníais con la palabra "matrimonio".
Y lo próximo cambiar la letra al himno regional. Así se solucionan los problemas reales.
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