VALENCIA. La semana nos ha dejado varias noticias de esas que encienden los ánimos y que para desgracia de todos recuperan el espíritu de la Batalla de Valencia, aquella que se dio a principios de la década de los 80 y que pese a su belicosa denominación no derramó sangre pero sí mucho sudor y seguro que más de una lágrima.
Hace justo una semana se celebró la tradicional Batalla de Flores que pone el broche festivo y colorido a la Feria de Julio, como era de esperar, la tradicional enseña nacional, la rojigualda, desapareció del recorrido y fue sustituida por cientos de pequeñas señeras colocadas horizontalmente lo que claramente hizo un efecto de cuatribarrada. ¿Casualidad? Muchos piensan, con cierta razón, que la guerra de las banderas y los símbolos ya estaba superada y que gracias a más de tres décadas de Constitución y Estatuto de Autonomía, la Comunitat, la Real Senyera o la Lengua Valenciana ya no estaban en el debate político y menos aún en la confrontación dialéctica cotidiana.
La realidad a veces es tozuda y nuestros actuales gobernantes poco o nada han disimulado su ideología y sus intenciones, antes en la oposición y ahora en el gobierno. Tras casi un cuarto de siglo de gobierno popular, muchos han sido los que han puesto la ilusión y la esperanza en que el tripartito de la ciudad de Valencia gestione con más acierto y menos despilfarro los recursos, pero hemos olvidado que no sólo de pan vive el hombre y que cuando no hay presupuesto también se puede hacer política.
Y en ello está el actual equipo de gobierno con su alcalde a la cabeza, en hacer política en su más extenso significado: orientar, dirigir, adoctrinar... en definitiva, desde las instituciones se puede moldear la realidad y transformarla y eso lo saben bien desde Compromís, llevan décadas en el asociacionismo educativo y estudiantil, en el activismo social y en la protesta, por fin ese "trabajo" ha dado sus frutos y sus votos y ahora no van a dedicarse a gestionar recursos económicos sin más, como si de un gobierno de tecnócratas se tratara, pese a lo que desearía la inmensa mayoría de la sociedad valenciana.
El detalle de eliminar la bandera nacional, la de todos los españoles, la que a lo largo de los siglos ha representado a gallegos, cántabros, vascos, extremeños, andaluces, catalanes, castellanos, valencianos y demás habitantes de España a muchos les ha parecido algo menor, incluso razonable. Ahora bien, esta pasada semana, el cardenal arzobispo de Valencia visitó protocolariamente al alcalde del cap i casal, Joan Ribó, quien tuvo a bien quitarse su clásica bandolera pero mantuvo su excesiva campechanía y lo recibió con su clásica camisa de manga corta (pese a lo que muchos erróneamente creen, el protocolo es un maravilloso invento para facilitar y agilizar las relaciones entre las personas).
En dicha audiencia, el edil valenciano tuvo a bien anunciar al Arzobispo de Valencia que el próximo 9 d'Octubre la Real Senyera, la bandera de todos los valencianos, no accederá al tradicional Te Deum que se celebra en la Catedral de Valencia, no piensen que con ello faltaba al respeto al Cardenal Cañizares, lo que hizo Joan Ribó es demostrar que la ignorancia y la mezquindad van de la mano y quien debe sentirse agraviado es el pueblo valenciano.
El Te Deum es la acción de gracias que recuerda como la mezquita de Valencia se convirtió en Iglesia católica bajo la advocación de la Santísima Virgen María tras la conquista de Jaume I y sus tropas y donde se celebró la misa de la Conquista, como pueden ver, una "simple anécdota" en la celebración del Día de la Comunitat Valenciana. Para los buenistas de todo tipo y cuño y para los que prefieren seguir el estilo de la avestruz, nos esperan tiempos de ‘banderas y bandoleras' y sería bueno que no dejemos que se reescriba la historia con el peligro de repetir sus errores y estemos vigilantes para recordar que la historia del pueblo valenciano es rica pero es la que es, no la que muchos llevan décadas inventándose. Siempre es bueno recordar esa gran cita del político irlandés Edmund Burke: "Lo que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada", este humilde ‘tintero' hará lo que esté en sus manos, no lo duden.
Lo que sí tenemos superado, pese a que rancios columnistas no lo quieran ver, es el debate religioso. A ver si los conservadores católicos os dais cuenta de que lo que queráis hacer con vuestros espíritus santos, iglesias y procesiones lo tenéis que hacer sin la participación del estado, que debe ser LAICO y ACONFESIONAL. Ya basta que por la moral de cuatro iluminados los demás nos tengamos que tragar crucifijos, besos a cardenales y actos religiosos oficiales. Ya basta.
Jo pense que amb respecte es pot conviure, i que la pluralitat d'opinons es sana. No ataqueu al missatger, digueu la vostra opinió amb respecte. Joseca es un bon xic. Visca la llibertat d'expresió!
Increible, criticar un govern valencià senzillament per ser VALENCIÀ. Per donar protagonisme als nostres símbols i a la nostra llengua.
Senzillament una rabieta d'aquells que han perdut les institucions i la capacitat de fer i desfer com els venia en gana. Bon treball des de les institucions per treure València de l'obscurantisme tardo-franquista, en un camí decidit cap a la contemporaneïtat. Article que taca la trajectòria d'aquest diari en la projecció cap al segle XXI.
Quisiera hacer solo dos observaciones. 1. Enhorabuena a Valencia Plaza por permitir algo de pluralidad pues ya era extraño que aquí solo escribiera gente de izquierdas. La pluralidad siempre es buena. 2. A la vista de los comentarios, la censura progre ya se ha tirado en tromba contra el articulista. Esta gente ni acepta ni aceptará que estamos en un estado democrático en el que hay libertad de expresión y hay opiniones diversas. Ellos, los tolerantes, los superguays, los modernos, los izquierdistas bienpensantes que si les llevas la contraria sacan al censor facha que llevan dentro.
No estoy de acuerdo con todo pero sí que me parece valiente expresar una opinión así tal y como están las cosas. El chantaje de los nacionalismos es hacer creer que una cultura, lengua o pueblo es superior a otro o más legítimo por la razones que puedan esgrimir en cada caso. Por desgracia, esa actitud victimista que etiqueta a todo lo español como retrógrado, fascista, derechista y opresor les está funcionando muy bien (léanse los comentarios de este tipo aquí). Los que nos sentimos españoles sin más o queremos que el castellano siga teniendo su lugar, aunque seamos de izquierdas o de centro tenemos que decirlo con la boca cada vez más pequeña ante la "superioridad moral" de aquellos que sólo quieren imponer su visión de las cosas a costa de lo que sea, incluso de abrir conflictos donde no los hay y enfrentarnos a unos con otros. Me da pena que no valoremos más las cosas verdaderamente importantes de la vida y respetemos la libertad de cada persona para elegir qué pensar, qué lengua hablar, qué religión seguir o no seguir, o incluso cómo pasar sus domingos (ahora parece que "no son para comprar" por ley). ¿No es eso intolerancia? ¿No se parece eso más al fascismo?
Por cierto, ¿Alguna explicación de por qué tuvo que "recuperar" Rita Barberá la procesión cívica? ¿Cuantos Te Deum se perdió la senyera en esos años?
El que el alcalde de Valencia reciba una visita oficial de un líder de nuestra comunidad en camisa de manga corta ya nos dice cual es el nivel cultural de nuestro alcalde. El sr. Ribó necesita bastantes lecciones de protocolo
Buen articulo que aunque refleja cierto grado de dramatismo y preocupación recoje una realidad con la que vamos a tener que lidiar los proximos años. Completamente de acurdo Sr. Arnau. (Valencia-España-Europa)
Artículo valiente el de Arnau. Lo cierto es que la actual tensión generada en la Ciudad y en la Comunidad Valenciana tiene un solo origen: las decisiones no compartidas por una mayoría relevante de valencianos tomadas por el partido que gobierna contando solo con el 18% de los votos de los valencianos (en algo los valencianos estamos a la misma altura que la ciudad de Madrid y Barcelona). Ese partido, con su particular visión política, quiere ahora aprovechar su posición de gobierno para implantar a presión su programa. Nada nuevo en España. Es de desear que continúen en esa línea de acción que permita con elecciones anticipadas acelerar la pronta vuelta a la normalidad de la situación. El PP por acción y el PSOE por omisión han causado esta situación.
Creo que el artículo insinúa algunas cosas muy ciertas: nada es casual, todo lo hacen con una intencionalidad clara, de acuerdo con una estrategia, en política nada es casual (ni lo de estos, ni lo de los otros); atacar los símbolos es el paso previo a atacar a quienes los portan; las primeras medidas han sido ideológicas, no políticas. En cuanto sesgo del autor, lo enriquecedor es que los haya de los dos lados; para medias tintas o parcialidad ya tenemos los panfletos en papel.
Molt interessant l'artícul. Que la voluntat popular es manifeste en les urnes no implica que qui governe vaja a fer i desfer tot alló que li vinga en gana passant per damunt de la propia Historia. Per atra banda, comença a preocuparme eixa actitut en algun comentari llegit per ací que pretén diferenciar un valencià que parle castellà d'atre que ho faça en valencià.
Patetic l'article d'opinió, penòs. Valencia Plaza tindrieu que ferseu mirar.El "sumum" criticar que a la Batalla de les Flors es sustitueix la bandera espanyola per la Senyera i que fa efecte de "quatribarrada", Li recomane al Sr. Arnau que cada vegada que mire la senyera valenciana es concentre només a la corona, mes avall vora un altra "quatibarrada", i que ni mire l'escut de València, ahí el efecte 2quatribarrada" serà impactant.
Totalmente de acuerdo lo que hace falta es más bandera española, misa y traje con corbata.Como los grandes y bien vestidos gobernantes que hemos tenido hasta ahora. Lo demas que más da.
Articulo impropio de la trayectoria editorial del Valencia Plaza. Opinion sesgada y relato manipulado de los hechos. Se tergiversa la intenvion de vslencianizar actos genuinos como la Batalka de flores o la de separar institucion publica y acto religioso ( es el cargo publico quien, como tal no asiste al Tedeum. La senyera sí ) al objeto de desgastar sacando a relucir batallas identitarias superadas por la sociedad y, me consta, por los gobernantes fr Cpmpromis. Lo que quiere el articulista es que todo continue igual.ASrticulo propio del ABC.
Buen artículo, mejor persona.
Más Valencia con esencia, el artículo dice la verdad, pero no olvidemos los símbolos representativos de de Valencia; está nuestra gran ciudad
Para criticar el avivamiento de la batalla de Valencia por parte del gobierno, para que el articulo precisamente ahonda en eso. La descripción que hace el autor del tema de las banderas en la batalla las flores resulta vergonzosa.
Blaverismo de taberna y misa diaria: "Santísima Virgen María", "buenismo", el fastasma del pancatalanismo que recorre la ciudad... Y encima, este calor. Qué hastío.
Veo que los comentaristas se centran en la rama (ni tan si quiera en el árbol) y obvian el bosque. Con gran acierto, el autor ha delineado las líneas destructoras de la cultura valenciana: quitar los símbolos propios para sustituirlos por otros ajenos o por simple ideología. En ese contexto, no nos extrañemos que cada vez aparezca menos la Real Señera (reducida su franja azul en simple raya junto al mástil), o que se ataquen las raíces culturales o religiosas de la identidad valenciana, argumentando falazmente que así lo manda la Constitución (basta leer las numerosas sentencias del Tribunal Constitucional para callar tales afirmaciones). En fin, no sólo coincido con el análisis del Sr. Arnau, sino que lo considero un anuncio claro y casi profético de los próximos cuatro (largos) años. Enhorabuena.
Muy buen artículo. Así es el gobierno que llegaba para resolver los problemas reales de la gente...
Magnífico artículo. Cuando la polémica de la lengua y la bandera, parecían superadas. Volvemos a las viejas disputas. ¿Porque?,...pues porque no hay base ideológica y se "dispara con humo", no hay nada detrás.
Vertaderament lamentable l'article. Des d'un posicionament pretesament neutral destil.la tots els tòpics típics d'aquells que en acabar la guerra civil, des de la talaia dels vencedors, van creure superat "el conflicte" o, dit d'una altra manera, van confondre convivència i respecte amb la pau dels cementeris. Normal, vosté senyor Arnau, és "valenciano". En canvi, jo sóc valencià. I no vull deixar de ser-ho. I, com jo uns quants milers més. Probablement no tants com a mi m'agradaria però, infenitament més, dels que vosté desitjaria. I no es pense, Castella és "muy ancha" però encara no ho és prou perque arribe al mar per València. Deixe's d'històries de Reales Señeras y Lenguas Valencianas i no tinga por a dir: "yo soy español, español, español..". Els de Ciudadanos en són un exemple. El conflicte es va crear per gent com vosté i, torna a l'actualitat, cada vegada que creuen que es posa en perill la pau dels cementeris.
me parece estupendo el artículo , no podemos empezar con la gerra de banderas, Dios nos proteja,,,,, somos incultos hasta la saciedad , que no digan tanto lo q van a hacer. Que lo hagan, ya han empezado?... Otro personaje insuperable Joan Ribo......falta de cultura, falta de formas,,,,q aprendan de una vez q ser de izquierda no quiere decir ser grosero
Al margen de la ideología, un artículo muy malo.
Me sorprende que el señor Arnau tenga la impresión que "la guerra por las señas de identidad de los valencianos estaban (Sic) superadas" cuando este mismo año el gobierno de PP acababa de aprobar en solitario una ley de señas de identidad y cuando se ha armado tanto revuelo porque la AVL reconoce la unidad de la lengua en su dimensión estríctamente filológica.
No estic d'acord i tot el que critica l'article em sembla raonable, ara resulta que la politica ultradretana i antivalenciana del Pp no ha de poderse canviar, per que com ho estant fent de fa vimt anys, ja estem acostumats, vaja el de sempre!
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