VALENCIA. Montar un negocio online no es tan sencillo como puede parecer. No solo hay que disponer de un producto o servicio atractivo para el posible cliente, sino que hay que saber atraer a los clientes hasta nuestra flamante página web. Una vez hayan llegado allí, es posible que sin darnos cuenta les estamos echando.
¿Cómo debe ser una página web para que la gente compre?
Aunque no es lo más importante, suele ser una de las principales barreras a la hora de comprar. El producto o servicio a la venta deben estar en precio. Cuando alguien añade productos a la cesta de la compra y después, abandona el carrito, suele ser porque el precio de compra no les ha parecido justo.
Por lo tanto, debemos ser realistas fijando el precio y los gastos de envío (si es que los tiene) comparándonos con la competencia o con las expectativas que tiene el público del producto.
Diseño sencillo y claro. No pongas a tu público ante un laberinto. No debe costar nada comprar un producto, ni encontrarlo, ni ver sus especificaciones, ni ver fotos. La navegación debe ser rápida y directa, sin tener que hacer demasiados pasos para ver un simple catálogo.
Es preferible una web minimalista, en blanco y negro, con pocas opciones, pero con productos y/o servicios destacados, que una página barroca, llena de destacados, complicada y con aspecto trabajadísimo. Así conseguiremos que se vea el producto, que es lo que interesa para que haya compras.
Si el cliente nota que hay una persona detrás de la página web de venta, se sentirá más arropado y se podrán resolver sus problemas o dudas de forma más rápida. Eso significa que tiene que haber alguien en atención al cliente, amable y proactivo, que conteste cualquier incidencia desde cualquier medio (redes sociales, correo, teléfono, formulario de la web). También es buena idea instalar un chat en vivo en el que se pueda consultar a los clientes si tienen algún problema.
Procesos de compra cortos, por favor. Nada de pedir cien datos que ralentizan el proceso y que hacen sentir al comprador invadido. Cuanto menos se pida (correo electrónico, dirección de envío) mejor. Con la dirección de envío podremos hacer llegar el paquete y con el correo podremos enviar newsletters, ¿para qué mas?
A esto hay que añadir que debe haber muchas formas de pago, ya que no todo el mundo le gusta pagar con tarjeta y prefieran tener plataformas de pago seguro como PayPal, por ejemplo. Es algo muy sencillo y que disminuirá el número de carritos abandonados.
Cuantas más posibilidades, mejor. Si vendemos un producto y/o servicio que puede ofrecerse con diferencias de precio, tamaño, color, envío, etc, más probabilidades tendremos de que el cliente cierre la compra.
Nuestro cliente quiere tener el mayor campo de decisión posible y si le ha gustado nuestro servicio pero prefiere adquirirlo en otro color o tamaño y le damos esa opción, nos acercaremos a tener más ventas.
Algo evidente, cuantas más promociones, códigos de rebaja de precio y ofertas, mejor que mejor. Y si disponemos de un apartado con la palabra mágica 'outlet', conseguiremos visitas.
Eso sí, los códigos promocionales deben estar MUY disponibles para poder agregarlos en el proceso de compra, porque si el cliente no los encuentra, conseguiremos el efecto contrario y no habrá compra.
Parece todo muy evidente y fácil, pero no lo es tanto. Solo hay que visitar las páginas web de muchas grandes marcas para ver cómo no se cumple alguna de estas condiciones importantes para conseguir más ventas.
Por lo tanto, vale la pena prestar atención a cada uno de estos detalles para ayudar a aumentar el número de productos y/o servicios vendidos por Internet.
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David Vidal
Director de programa en imbs (Internet & Mobile Business School)
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