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VALENCIA. Urko no es un empresario cualquiera. Urko es un empresario ético, de esos que ha conseguido hacer dinero y distribuir la riqueza en un país pobre como Kenya. Urko es un auténtico explorador. Sus ansias de descubrir, conocer, entender, viajar... le trajeron hasta África donde llegó para quedarse hace 15 años. Ahora ya está establecido, y no sólo eso, sino que ha conseguido posicionarse entre los siete mejores arquitectos del África del Este. Algo que todavía le sigue sorprendiendo.

Urko decidió venirse a África persiguiendo un estilo de vida, una manera de vivir, una forma diferente de entender el mundo y de ser feliz en su día a día. Un día se dio cuenta de que en España se levantaba ya con prisas y así pasaban los días, las semanas, los años y el tiempo hasta que uno de esos días decidió cambiar esas prisas por la tranquilidad y la lentitud del "pole pole" que forma parte de la filosofía de vida de este país.

El concepto del tiempo adquiere parámetros diferentes, tiene otros límites y se le da una importancia muy alejada de cómo entendemos el tiempo en la otra parte del mundo. Un estilo de vida que buscaba Urko y que encontró en Lamu donde encontró su lugar y a la mujer con la que formó su familia y tuvo dos hijos.

Pasó un tiempo hasta que encontró la manera de poder vivir. Decidió seguir con su profesión de arquitecto y probar suerte. Y así empezó, con la rehabilitación de su casa probando nuevas técnicas de construcción y experimentando con nuevos materiales como piedra de coral, madera, hoja de palma, cal... No le ha ido nada mal, a pesar que sus inicios, como suele pasar, no fueron nada fáciles. Tardó casi cuatro años en registrase como arquitecto en Kenya, exámenes de todo tipo y una burocracia imposible de aguantar no impidieron que lo consiguiera y se convirtiera en el primer español arquitecto registrado.

Hoy día, Kenya, África, han evolucionado mucho, no está como antes, recuerda Urko, ahora Nairobi es la capital económica de África del Este compitiendo muy de cerca con Johannesburgo. Nairobi es un motor económico brutal, todo pasa por Nairobi, los negocios en África del Este se mueven por la capital keniana. Aún así Urko sigue marcando la diferencia, vive en Mombasa donde tiene su empresa y desde donde se mueve sin problemas pero sigue priorizando por encima de todas las cosas el estilo de la vida que quiere llevar, y que le trajo a África.

Como buen madrileño, él quiere vivir en la playa, cerca de la naturaleza y no en una capital como Nairobi con todo lo que ello implica en estrés, peligrosidad, contaminación, tráfico, etc. lo que no quiere decir que Mombasa esté exenta de todo ello, para nada. Pero, a escala menor, y se vive mejor.

Cuando Urko vino a Kenya, la embajada española se reducía a la mínima expresión, no existía oficina de comercio y la mayoría de empresarios españoles en Kenya trabajaban en el sector de turismo. Todavía son muy pocos los que hacen negocio fuera del mundo de los safaris. Urko se vino a Kenya sin contacto alguno, empezó a abrirse camino y a buscarse la vida. Ahora da un paso más allá y está montando oficina en Madrid donde quiere empezar a pasar más tiempo y al mismo tiempo dar cobertura al resto de África, ampliar la experiencia adquirida en África del Este al resto del continente.

Una África del Este con dinero, una África del Este que invierte en construcción, una África del Este donde está todo por construir y que se convierte en un mercado por explotar si el empresario consigue vencer sus miedos hacia este continente. El desconocimiento, los escasos lazos comerciales y económicas creados hasta ahora, el idioma y la inseguridad que produce entrar en otra cultura hace que por comodidad el empresario español con la crisis haya mirado hacia América y hacia países del Este, pero todavía sigue sin entrar en África.

Con la crisis, Urko ha notado el incremento de empresarios o empresas que mandan personal a trabajar en Kenya, pero todavía son muy pocos. Todavía no se ha vencido ese miedo pero una vez se vence, asegura el arquitecto, te das cuenta de lo maravilloso que es trabajar en África y de todas las oportunidades que brinda este continente.

Es el momento de atraer a europeos que quieran invertir en África, aunque Urko tiene claro que su principal cliente es africano, está en Nairobi y compra en la costa de Kenya su segunda residencia. Es aquí cuando cae el estereotipo de africano pobre, pues en África hay gente con mucho dinero aunque sí es cierto que no son la gran mayoría y que hay un contraste muy grande entre los pobres y los ricos.

Las casas, hoteles y construcciones de Urko son de un gusto exquisito. Su arquitectura es preciosa, la utilidad y distribución de sus espacios perfectamente estudiada, los acabados perfectos... Son esas casas que cualquiera desearía tener en África pues son construcciones en entornos maravillosos con comodidades europeas, con un confort que no renuncia a la estética africana swahili en muchas de sus obras; y con todo esto el resultado final es maravilloso. Ha sabido conjugar ambas necesidades, la estética y la comodidad.

Sus construcciones respetan al máximo la arquitectura swahili y el cliente africano se siente en casa con este arquitectura que preserva su estética y el europeo siente que ha encontrado la estancia perfecta que necesita para disfrutar y vivir en África. La típica casa shawili es preciosa, de estilo árabe, abierta, luminosa, construida sobre coral, cal y madera, distribución con patios interiores, levantada en tres o cuatro alturas y con precioso makutis (áticos) que son el desahogo de la casa con detalles y tallas preciosas...

En todo este tiempo Urko ha sabido entender el gusto arquitectónico africano y combinarlo con el europeo, una combinación que resulta perfecta. Esta semana he visto los nuevos apartamentos que han construido en Lamu y todavía sueño con ellos. Y es que Urko lo tiene claro, trabaja con un lema " arquitectura de calidad independientemente del presupuesto". Y esto se nota. Se nota a la hora de montar equipos de trabajo. Trabaja tanto con personal local como expatriado, no le importa, lo único que pide es que sean profesionales que tengan experiencia internacional y que hayan trabajado fuera de Kenya también. Quiere compromiso y profesionalidad y, asegura, que lo encuentra porque en Kenya hay mucho profesional y muy preparado.

Se juntas varios requisitos para empezar a pensar en Kenya como destino de negocio: está todo por hacer, hay buenos profesionales, funcionan los servicios y no hay más riesgo financiero que en otros países. Uno es consciente de que está en un continente inestable políticamente pero que al final se acostumbra a vivir así. Los recientes atentados son una prueba de ello. Según Urko no hay más españoles haciendo negocio por desconocimiento, nada más. Es el momento de empezar a pensar en África como punto de inversión, crear redes y abrir negocios, porque hay muchas posibilidades y porque hablamos de un país que está en constante crecimiento tal y como muestran las estadísticas, con una previsión de crecimiento del 6 -7 %.

Ahora es la oportunidad para aquellos empresarios que quieran abrir mercado y hacer negocios en África del Este, y más aún si tenemos a Urko como referencia y punto de conexión. Un mercado que tampoco es muy barato aunque se considere a Kenya como un país pobre: 500 euros el metro cuadrado, eso sí, con muchas posibilidades de ganar dinero. Lo importante en estos casos es ganar dinero y distribuir su riqueza, por eso Urko defiende hacer negocios éticos donde al mismo tiempo que ganas de dinero generas dinero para la población y creas puestos de trabajo entre su gente local.

Es la mejor manera de ayudar a un país, más incluso que el trabajo de las ONG. Su paso durante cinco años por el mundo de la cooperación antes de venir a Kenya le ha hecho tener la perspectiva fundada de lo que está hablando y la sensibilidad necesaria para hacer negocios sin perder de vista este enfoque. Por ello colabora también con organizaciones no gubernamentales y está orgulloso que su primer trabajo en África fueran las letrinas que hizo para un campo de refugiados en Somalia.

Ahora Urko quiere pasar más tiempo en España. Todo lo que siempre le había sorprendido y enganchado de África ya está más que vivido, revivido, entendido... Ahora Urko ya le ve la lógica a las cosas ilógicas que no entendemos los principiantes en África con nuestra perspectiva europea. Una vez llegas a ese punto, es que ya conoces todo de África. Una vez entiendes los objetos sin aparente utilidad que se venden en los mercados africanos, ya conoces África; una vez no te desconciertan algunos comportamientos sociales africanos, ya conoces África; una vez ya le ves la lógica a la manera de conducir africana, ya conoces África; una vez ya te cansa lo que siempre te había entusiasmado de este continente, ya conoces África; una vez ya no te paras a mirar los objetos que trasladan los africanos sobre sus cabezas, ya conoces África... Al final son etapas, yo estoy en la primera donde todo me sorprende aún, Urko ya está en el momento de seguir explorando otras realidades y de intentar entender ahora las cosas ilógicas que le sorprenden en España, que no son pocas, eso sí, sin abandonar África.