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VALENCIA. A menos de dos meses de las elecciones locales y autonómicas del 24 de mayo, el Partido Popular de la Comunitat Valenciana trata de tapar cualquier fuga de votos que pueda hacerle perder más respaldo del que indican los sondeos (las distintas encuestas le concenden entre 20 y 25 diputados menos que en 2011). Una de las batallas más duras que la formación 'popular' está teniendo que librar ya desde la anterior legislatura es la de la lucha contra la corrupción: las fuerzas de la oposición, especialmente el PSPV por su acción en los tribunales, han tratado de identificar la marca PP con este tipo de casos.

Una estrategia que, aunque todavía no les ha proporcionado un rédito electoral claro, podría haber calado en la ciudadanía para la cita electoral del próximo 24 de mayo. En este sentido, casos como el de Carlos Fabra -ya condenado y en prisión-, Gürtel, Cooperación -con el exconseller Rafael Blasco condenado-, Nóos, Emarsa o Brugal, han evidenciado que las denuncias públicas de los partidos de la oposición estaban más que justificadas.

Ahora, la formación 'popular', como transmitía a través del argumentario enviado en la recta final de esta semana a sus dirigentes, trata de revertir esta tendencia dirigiendo su artillería a todos los casos municipales donde hay cargos socialistas imputados o implicados. 

Así, el documento remitido se centraba en el ataque al candidato socialista, Ximo Puig, con la idea fuerza de que permitía la "corrupción en sus listas electorales". El primer punto donde la formación 'popular' quiere empezar a equilibrar la balanza con el PSPV es en Vila-real, donde el Juzgado de Instrucción número 4 "ha pedido al TSJCV que cite como imputado al alcalde socialista, José Benlloch, por un presunto delito de malversación de fondos públicos y otro de falsedad documental por las irregularidades detectadas en la contratación de un 'coach' para el alcalde", señala el texto.

En el argumentario se insta a los cargos 'populares' a que pongan el acento en la idea de que Puig "además de no actuar contra sus compañeros, imputados o procesados, los premia incluyéndolos en las listas electorales de su partido y no tiene valor para exigir las dimisiones de sus compañeros imputados o procesados". "No se atreve a aplicar en su casa lo que exige a los demás", remarca el documento en otra de sus ideas fuerza.

Además, la formación 'popular' facilita cual 'fast food' judicial otros casos de "corrupción en el socialismo" para que los dirigentes del PPCV utilicen en sus declaraciones o intervenciones. El caso Innova -llamado Orengo en el argumentario-, es uno de ellos, dado que el portavoz socialista de la Diputación, José Manuel Orengo, se encuentra imputado en el mismo. También hablan los 'populares' del "caso Navarro", en referencia al alcalde socialista de Benidorm, Agustín Navarro, imputado por "malversación, prevaricación y tráfico de influencias". Otros casos se citan aunque no existe imputación alguna es el de Rabasa a cuenta de algunas escuchas telefónicas publicadas en las que aparecen determinados dirigentes socialistas o la gestión del agua del gobierno local en Xirivella de PSPV y Esquerra Unida años atrás.

OBJETIVO: REFLOTAR LA MARCA PP EN LA COMUNITAT VALENCIANA 

El presidente de la Generalitat y líder del PPCV, Alberto Fabra, inició al llegar al poder una operación para tratar de limpiar la marca del partido y contrarrestar los titulares de ex altos cargos del partido y del Consell en los juzgados. El establecimiento de su 'línea roja' contra la corrupción y sus pulsos con distintos diputados (Rafael Blasco, por citar un ejemplo) o alcaldes (Sonia Castedo) imputados para que abandonaran sus cargos, le han costado no poco esfuerzo.

No obstante, con la visita a las urnas a la vuelta de la esquina desde la dirección del PPCV se ha considerado la necesidad de pasar al contraataque y buscar equilibrar la balanza en este aspecto con el objetivo de evitar que la formación socialista pueda sacar ventaja. Es decir, lograr la impresión de que la corrupción está también en el PSPV para que sea un elemento no decisivo a la hora de decidir el voto.

Así, el argumentario remitido por el PP concluye con un apartado referido a Andalucía, "el espejo en el que se miran Ximo Puig y Pedro Sánchez". Una mención del caso de los ERE que es habitual entre los dirigentes del PPCV y que tienen previsto intensificar para contrarrestar la posible recuperación de la marca PSOE por la victoria electoral en las elecciones andaluzas y el batacazo de los 'populares'. 

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