X AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar Más información
GRUPO PLAZA
OPINIÓN / 'LAS DOS CARAS DE LA MONEDA'

El fracaso valenciano

MANUEL ILLUECA. 06/07/2014

LAS DOS CARAS DE LA MONEDA

Manuel Illueca

Profesor en la Universitat Jaume I de Castellón e investigador del IVIE
Artículos anteriores

Comparte esta noticia

El nuevo retraso en la reforma del modelo de financiación pone en duda la voluntad real del partido en el gobierno para dar respuesta a un problema que afecta de lleno a la sociedad valenciana. Quizá haya llegado el momento de cambiar de registro

VALENCIA. En esta ocasión, Valencia no ha tenido la culpa. La reforma del modelo de financiación autonómica que reclama el Consell es una reivindicación justa. Carece de todo sentido que la Comunidad Valenciana, con renta per capita inferior a la media nacional, aparezca como contribuyente neto al sistema de financiación. 

No es de recibo que el actual modelo produzca diferencias por regiones que socavan el principio de igualdad de oportunidades. Y es directamente irresponsable que, prestando servicios básicos a la ciudadanía como la educación o la sanidad, los ingresos de las regiones españolas sean extraordinariamente sensibles al ciclo económico, acentuando sus problemas presupuestarios en situaciones de crisis como la actual.

Una comisión de expertos, constituida con el respaldo de todos los grupos políticos con representación en las Cortes Valencianas, ha elaborado un 
diagnóstico solvente de la situación cuantificando el incremento de la deuda de la Generalitat ocasionado por el déficit de financiación. El resultado es concluyente: el gobierno valenciano gasta menos y, a pesar de ello, se endeuda más que el resto de Comunidades Autónomas.

En el periodo 2002-2012, los distintos modelos de financiación autonómica han pasado una factura a los valencianos próxima a 11.000 millones de euros, la tercera parte del stock de deuda que acumula actualmente la hacienda valenciana. Incluso equiparando los ingresos per capita a la media nacional, la carga financiera de los pasivos acumulados hasta la fecha amenaza seriamente la viabilidad del gobierno regional.

EN ESTA OCASIÓN, VALENCIA HA OBRADO CON LEALTAD INSTITUCIONAL 

Valencia ha buscado el consenso social para abordar la negociación con el gobierno de Madrid, sin aspavientos, con responsabilidad y lealtad institucional. De hecho, asociaciones de empresariosprofesionalessindicatos, y expertos independientes de distinta adscripción ideológica coinciden en el diagnóstico del problema: el País Valenciano es la región española peor financiada, y la reforma del modelo de financiación autonómica es urgente y necesaria.

En el plano político, los partidos de la oposición se han alineado con el gobierno valenciano en esta cuestiónXimo Puig (PSPV): “la Comunidad Valenciana está por debajo de la renta per cápita española y en los últimos 20 años el Estado ha invertido por debajo de la media por habitante" (Europa Press, 8 de agosto de 2013). Enric Morera (Compromís): “los valencianos somos los terceros contribuyentes netos en tanto por ciento del PIB, pero los únicos contribuyentes netos con una renta per cápita inferior a la media española” (El País, 19 de Abril, 2013). Marga Sanz (Esquerra Unida): “hoy hay un consenso social y político sobre la necesidad de cambiar el sistema de financiación autonómica y acabar con la discriminación histórica que sufre el País Valenciano” (Debate sobre política general en las Cortes Valencianas, 24 de Septiembre de 2013).

EN ESTA OCASIÓN, VALENCIA HA SIDO TRATADA...COMO SIEMRE 

​A pesar de todo, la respuesta que ha obtenido el País Valenciano ha sido la habitual. “Vuelva usted mañana. Hoy, el panorama político no es favorable”. De nada ha servido la evidencia empírica que acredita la injusticia del modelo de financiación actual. De nada el consenso social alcanzado, ni las delicadas formas escogidas para la negociación, ni el esfuerzo realizado por el Consell por reducir el déficit en la medida de sus posibilidades. “Vuelva usted mañana, vamos a estudiar el problema”.

Dado que el tiempo se agota para la Comunidad Valenciana, cabría preguntarse cuándo es mañana en materia de financiación autonómica. ¿Cuándo será adecuado el panorama político? ¿Lo será después de que el gobierno pierda la mayoría absoluta como indican todos los sondeos? ¿Lo será después de las elecciones autonómicas que podrían alumbrar un cambio político en Valencia? A estas alturas, es inevitable poner en duda la voluntad real del partido en el gobierno para dar respuesta a un problema que afecta de lleno a la sociedad valenciana. Quizá haya llegado el momento de cambiar de registro.

LAS ALTERNATIVAS POLÍTICAS VALENCIANAS

Con la sombra de la intervención sobrevolando la calle Caballeros, muchos intentarán ahora arrimar el ascua a su sardina política. Desde hace algún tiempo, algunos partidos políticos ven en los desajustes del modelo de financiación autonómica una nueva oportunidad para reivindicar su cruzada recentralizadora, acusando al Estado de las Autonomías de introducir desigualdades en el acceso de los ciudadanos a los servicios públicos. La realidad –mal que pese a unos pocos- es que el sector público siempre tuvo una presencia menor en el País Valenciano que en otras zonas de España. Y que el déficit relativo de servicios públicos en nuestra región ha disminuido en los últimos cuarenta años en lugar de aumentar.

Según datos IVIE-BBVA reproducidos en el gráfico adjunto, el stock de capital público per capita, que incluye el conjunto de infraestructuras públicas ejecutadas por los tres niveles de gobierno, ha sido sistemáticamente inferior en la Comunidad Valencia que en España durante todo el siglo XX, situándose 20 puntos porcentuales por debajo de la media nacional desde la Guerra Civil hasta la muerte de Franco.

Con todos sus defectos, el Estado de las Autonomías, ha permitido a la Comunidad Valenciana recuperar posiciones en materia de infraestructuras, aunque todavía queda margen para la mejora en múltiples aspectos que afectan a la vida de los ciudadanos como la educación o la sanidad.En todo caso, no será caminando hacia atrás como el País Valenciano encontrará respuesta a sus problemas actuales.

En sentido contrario, otros argumentan que el País Valenciano necesita que España avance hacia una mayor descentralización, hacia un estado federal que permita poner el cuentakilómetros a cero y negociar una nueva posición en el conjunto del Estado. Sin embargo, quienes sostienen este planteamiento no nos explican por qué motivo la negociación se saldaría con éxito en esta ocasión. ¿Acaso la sociedad valenciana ostenta hoy mayor poder de negociación?

En el plano económico, la renta per capita de la Comunidad Valenciana crece menos que la media nacional, en lo que puede interpretarse como una trayectoria a largo plazo ante la cual la sociedad valenciana no ha sabido encontrar respuesta. El debilitamiento de nuestros sectores industriales tradicionales, la pérdida de las cajas de ahorros y la parálisis del sector de la construcción, han afectado de forma diferencial a la economía valenciana, de forma que nuestros jóvenes encuentran mejores perspectivas de futuro fuera de los límites geográficos del País. Siete años después del inicio de la crisis, los valencianos sufren más paro, ganan salarios más bajos y disfrutan de menos oportunidades que en otras regiones españolas.

El fracaso económico valenciano es fiel reflejo de su fracaso político. Ante el aluvión de escándalos de corrupción y la falta de iniciativas en materia económica, la desafección de los ciudadanos valencianos hacia su gobierno ha crecido dramáticamente. Hoy por hoy, la Comunidad Valenciana registra una de las tasas más bajas de aceptación del Estado Autonómico. Con una deuda colosal y sin margen de maniobra para la acción política, la Generalitat Valenciana ha dejado de ser una solución para convertirse en un problema. Y aunque el cambio político parece inevitable, apenas genera ilusión entre la ciudadanía. El relevo al frente de la Generalitat es ante todo un hecho biológico, que se producirá por muerte natural o incomparecencia del actual partido en el gobierno, y no tanto por la irrupción de una nueva forma de hacer política.

Anemia económica y debilidad política no son los mejores compañeros de viaje para afrontar una dura negociación. Madrid lo sabe y Valencia lo sufre. Por ello, y ante el año electoral que se avecina, la sociedad valenciana precisa más que nunca de un liderazgo renovado, sobre la base de una coalición de partidos con un fuerte contenido programático y una buena dosis de responsabilidad histórica.

LAS DOS CARAS DE LA MONEDA

Manuel Illueca

Profesor en la Universitat Jaume I de Castellón e investigador del IVIE
Artículos anteriores

Comparte esta noticia

11 comentarios

Borja escribió
09/07/2014 20:37

Per als vos referiu a País Valencià com a terme "catalanista", sols vos diré: INFORMEU-SE! El terme País Valencià és molt anterior, hi han documents on apareix ja pels segles XVII i XVIII. A part, fins i tot al preàmbul de l'estatut apareix! El terme Comunitat Valenciana, sols té 30 anys. I va ser una inventet d'última hora. Cada persona tria el terme amb el qual referir-se. Si no vos agrada País Valencià, es cosa vostra. Jo ho seguiré dient. Ah, i m'agradaria que ho respectareu, com faig jo amb "Comunitat Valenciana".

Vicent escribió
07/07/2014 18:08

Àlvaro, no ens fan cas perque conten que hi ha gent com tu, i així anem: endeutats, burrots, mal atesos en hospitals, desconnectats amb Europa....sí, Àlvaro, PAÍS VALENCIÀ, la Comunitat Valenciana ja ha demostrat que és: contribuir a Madrid ofrenant noves glòries a espaÑa i empobrits i maltractats, no ho dic jo, ho diuen els experts de les nostres (no sé si teues) Corts Valencianes

Talens escribió
07/07/2014 12:26

Consens quant als arguments, debat nominalista encara(País/Comunitat) Un èxit de l'articulista, enhorabona.

Adiós escribió
06/07/2014 23:45

Che! Muy interesante el artículo hasta que... Qué es el País Valenciano? buah en serio. Ya no leo más.

Indignadísimo escribió
06/07/2014 23:42

Álvaro, majo, infórmate antes de hablar en público. Leéte la Ley orgánica que es el Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana. Todas las terminologías históricas de este territorio están recogidas, y aceptadas legalmente. Si antes de opinar, uno se informa, todo es más fácil.

Toni escribió
06/07/2014 22:52

No me extraña que estemos como estamos, si hasta en la denominación de la terreta hay complejos y/o conveniencias (por lo que he leído en varios comentarios): http://es.wikipedia.org/wiki/Denominaciones_de_la_Comunidad_Valenciana

Álvaro escribió
06/07/2014 11:12

País Valenciano? Con esta terminología propia de la kale borroka catalanista es lógico que no nos hagan caso...

petra escribió
06/07/2014 10:43

Los que necesitan demostrar mayor responsabilidad histórica son los que están en el gobierno de Madrid. Valencia, su sociedad y sus representantes, siempre han demostrado una lealtad institucional por encima de sus posibilidades. Y frente a ella, sólo y siempre han recibido bofetadas de mala financiación. Debemos exigir el reconocimiento de la deuda histórica, como hacen otras comunidades. Debemos plantarnos ante las exigencias de Madrid de que ahora no toca. ¿Por qué no toca? ¿Solo porque ahora es prioritario Catalunya? ¿solo tocará cuando tenga que arreglarse el 'problema' catalán? ¿nos seguirán utilizando como moneda de cambio, catalanes y madrileños, para solucionar sus cuitas, como viene siendo costumbre? Sólo creando un auténtico liderazgo valenciano, defendiendo los intereses de valencia y los valencianos lograremos superar esta adversidad que nos afecta a todos, a nuestros hijos, a nuestros mayores. De nosotros depende.

jorge escribió
06/07/2014 10:24

No está mal el artículo, la reivindicación es justa. Sólo cambiaría País Valenciano por Comunidad Valenciana.ñ

claramunt escribió
06/07/2014 09:48

Com hem arribat a aquesta ruïna? Sí, amb lleialtat institucional. València fou el "pilar econòmic d'Espanya" en els anys 30, les exportacions valencianes salvaren de la fam l'Espanya de la postguerra, vam protagonitzar una revolució industrial en els anys 60 i 70 i la resposta ha estat l'espoli. El nou model productiu valencià, basat en el monocultiu de la construcció i els grans events, impulsat sobretot pel PPCV ha posat en marxa una metòdica i dramàtica política de destrucció industrial que dura ja 20 anys. En efecte, el fracàs econòmic és l'altra cara del fracàs del projecte polític de convertir el País Valencià en un apèndix, en el Madriterrani.

juan escribió
06/07/2014 08:44

Es interesante este artículo por la extraña coincidencia de las opiniones de los distintos partidos. De vez en cuando es de agradecer. También lo sería que los revisaran bien antes de su publicación y eliminasen o actualizasen términos incorrectos a la hora de referirse a la Comunidad Valenciana. Gracias

Escribe un comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.

publicidad