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VALENCIA. La crisis económica que ha azotado de forma especialmente dura a la Comunitat Valenciana ha tenido multitud de efectos colaterales. Uno de ellos afectó directamente al aeropuerto de Manises. Los vuelos de negocios de un tejido económico arruinado cayeron en picado a partir de la explosión de la burbuja inmobiliaria. De igual forma, los valencianos, con el paro subiendo sin freno, tenían menor capacidad para grandes alardes viajeros.

Si a todo ello se sumaba la llegada del AVE a finales de 2010, el principal destino del aeropuerto valenciano, Madrid-Barajas, empezó a quedar cada vez más desconectado de Valencia-Manises. El AVE ganó en el trayecto directo, es decir, el del pasajero que va de una ciudad a otra (fundamentalmente por negocios). Este descenso en el pasaje aéreo tuvo un impacto directo sobre Air Nostrum.

La aerolínea valenciana, franquiciada por Iberia para los vuelos regionales, empezó a notar este último y todos los anteriores embates de la crisis económica. La necesidad de adaptarse a la nueva realidad abrió la puerta a que Air Nostrum emprendiese un proceso de repliegue de rutas que tuvo un muy relevante impacto en el aeródromo valenciano. Incluso la compañía se planteó un cambio de su sede a Bilbao, considerada una ciudad con mucho más futuro económico que Valencia y, por tanto, con mayor sentido para tener los aviones basados. 

Esta incertidumbre sobre la nueva estrategia de la compañía de referencia del aeropuerto de Manises -Iberia de hecho no vuela directamente a Valencia, solo a través de Air Nostrum- se vio incluso incrementada cuando British Airways tomó las riendas de la gestión de Iberia y recortó los vuelos desde el hub de Barajas y concentró actividad de la filial Vueling en Barcelona-El Prat.

"Pero la ciudad de Valencia y su área de influencia, la tercera mayor de España en población, no se puede abandonar sin ver cómo la competencia se aprovecha", explica una fuente del sector aéreo. "Quizá aún no haya negocio pero lo normal es que lo haya en un medio plazo si la crisis arrecia", añade.

Cuando el lunes pasado Air Nostrum anunció que, de acuerdo con su mayor Iberia, reestructuraba su operativa desde Manises con destino Barajas incrementando los vuelos no solo anunció el incremento de rutas sino que puso las bases de una estrategia para Valencia que da un respiro a las dudas que estaban abiertas en la compañía valenciana.

El incremento de frecuencias, que pasan de 23 a 32 semanales, se realiza fundamentalmente por los extremos de la banda horaria y en los dos sentidos. El objetivo es doble: por un lado se incorporan horarios que tienen como objetivo enlazar con la menor demora posible con los vuelos transoceánicos de Iberia, tanto en su salida de Madrid como en su llegada a España.

El pasajero de conexión es una de las claves del negocio de Air Nostrum. Pero también de Iberia. Si la antigua compañía de bandera no refuerza sus conexiones regionales puede encontrarse con un goteo de viajeros que no pueden enlazar con los vuelos internacionales que se operan solo desde Madrid. 

COMPETIR CONTRA EL AVE 

Pero además, en las nuevas rutas Air Nostrum también ha querido evitar que el AVE se quede con todo el negocio entre las dos ciudades en el 'punta a punta'. Aunque el tren es extremadamente competitivo en tiempo y precio, la nueva estrategia de la aerolínea consiste en llegar antes a Madrid que el primer AVE y salir bastante más tarde que el último.

El acuerdo entre Air Nostrum e Iberia para relanzar la ruta Valencia-Madrid llega en un momento delicado para la aerolínea valenciana, inmersa en un proceso de recapitalización y venta. El futuro de la compañía que nació al amparo de la aerolínea de bandera para ocupar el entonces inexplorado negocio de la aviación regional en España supuso un incremento notable de la actividad en el aeropuerto de Manises. 

Tras los años de bonanza, el aeródromo valenciano tiene capacidad más que de sobra para los vuelos que opera. Solo una recuperación económica en el territorio valenciano puede devolver el interés de las operadoras por Manises. E Iberia apuesta porque se va a producir pronto.