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VALENCIA. El libro, titulado Contra els Borja, se centra en la relación de los papas Calixto III (Alfons) y Alejandro VI (Roderic) con la Valencia de su tiempo y el reino de que era capital para proponer una visión distinta de la que en los últimos tiempos ha pretendido ver en ellos unos valencianos eminentes en las cimas más altas del poder.

Los autores del libro son la profesora Júlia Benavent, de la Universitat de Valencia, y el periodista Manuel Muñoz, colaborador de ValenciaPlaza.com. Como subrayan en la obra, pretenden "a partir de los estudios de los historiadores más expertos en la materia" ofrecer "una serie de reflexiones sobre la relación de la familia Borja con el País Valenciano que contradicen la imagen positiva extendida en los últimos tiempos".

El libro ha sido editado por el Centro Francisco Tomás y Valiente de la UNED y se presenta en la Feria del Libro de Valencia el próximo jueves, 2 de mayo, a las 19.30.

ABSENTISMO EPISCOPAL

El libro repasa la ascensión de Alfons de Borja al obispado de Valencia con el apoyo y la ayuda incondicional del gobierno de la ciudad, que medió ante el rey Alfonso el Magnánimo para que, por primera vez en muchos años, hubiera un obispo valenciano.

Al poco tiempo de ser obispo, Alfons de Borja se volvió en contra del consejo municipal, los jurats de Valencia, con actitudes y desplantes muy humillantes.

Se marchó cinco años después y nunca volvió aunque retuvo la mitra, incluso ya siendo Papa, para cobrar los beneficios. Sus sucesores, todos miembros de la familia Borja, nunca estuvieron presentes en la sede episcopal.

Desde 1444 hasta 1511 los distintos obispos Borja percibían las rentas de la Iglesia de Valencia sin estar presentes. La ausencia de una corte episcopal dificultó el desarrollo del humanismo en el Reino de Valencia.

UN RETRASO DE 60 AÑOS

Contra lo que comúnmente se cree, la fundación de la Universitat de Valencia fue injustamente retrasada por los papas Borja, a quienes correspondía decidirla, según destacan los autores del libro.

Esta actitud despertó malestar y críticas entre los estamentos dirigentes de la ciudad, que se veían obligados a enviar a sus hijos a estudiar fuera y en muchos casos nunca regresaban, al establecerse en otros países. Durante 60 años los valencianos estuvieron reclamando la Bula de Fundación de la Universidad, que por fin llegó, un año después de haber sido aprobada, en 1502, poco antes de la muerte del Papa Alejandro VI.

En Contra els Borja no se habla de la etapa romana ni del sexo o las venganzas, sino de su relación con Valencia, que fue "de desprecio y distancia". "Los Borja -sostienen los autores del libro- no fueron unos nobles valencianos que hicieron país en Roma, sino unos príncipes romanos nacidos en Xàtiva".