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VALELNCIA. El miércoles 13 de marzo ha tenido lugar la presentación del nuevo espectáculo de la Temporada del Teatro de la Zarzuela: Marina, de Francisco Camprodón y Emilio Arrieta, estrenada como zarzuela en el Teatro Circo de Madrid el 21 de septiembre de 1855 y convertida en ópera con texto adicional de Miguel Ramos Carrión, que vio la luz en el Teatro Real el 16 de marzo de 1871, siendo la primera ópera cantada en español en el coliseo de la Plaza de Oriente más de 20 años después de su inauguración.

En la presentación han intervenido, junto al director del Teatro, Paolo Pinamonti (en la foto, quinto por la izquierda, entre Mariola Cantarero y Carmen Romeu), uno de los dos directores musicales que se alternarán en el foso, Óliver Díaz (segundo por la izquierda) –en ausencia de Cristóbal Soler por el fallecimiento de su maestro José Collado–, el director de escena, Ignacio García (tercero por la izquierda), y diversos miembros de los tres elencos diferentes que se alternarán en las funciones: Mariola Cantarero, Sonia de Munck y Carmen Romeu en Marina; Celso Albelo, Antonio Gandía y Mikeldi Atxalandabaso en el rol de Jorge; Juan Jesús Rodríguez, Luis Cansino y Ángel Ódena como Roque; Simón Orfila, Marco Moncloa y Rubén Amoretti en el papel de Pascual.

Paolo Pinamonti ha subrayado el equilibrio entre los elementos belcantistas, donizettianos, y los números de color local (seguidilla, tango, sardana) que impregnan las páginas de la primera versión de Marina, mientras Óliver Díaz ha matizado cómo la  revisión operística incorpora páginas de inspiración verdiana, fruto de la evolución de Arrieta en el lapso de tiempo entre ambas. Novedad importante de la presente edición, realizada por Mª Encina Cortizo, es la restitución integral de la ópera, recuperando partes que no figuraban en las ediciones normalmente representadas, fundamentalmente dos: el dúo entre Marina y Roque y la sardana en el segundo acto, además de una pieza de la zarzuela original –una canción a cargo de Roque acompañado por palmas y golpes en la mesa de la taberna–, desechada en la versión operística.

Ignacio García, que actualiza la acción situándola en un puerto industrializado, ha explicado cómo su aproximación escénica ha querido huir de la acusación de “cursilería” que ha gravitado sobre la ópera, fruto de la tradición del tardorromanticismo; la suya es una visión realista, “verista”, en la que se habla de la dureza del trabajo de las gentes del mar, de la emigración, en la que se huye de la postal y se pondera la “nobleza marinera” (a lo Cavalleria rusticana), la dignidad proletaria, y en la que la protagonista es vista como una hija de ese ambiente que busca aliviar la dureza de su vida mediante el amor. 

Existe gran expectación entre los aficionados ante el estreno de esta nueva versión de Marina, tanto por las novedades musicológicas y escénicas como por la alta calidad de los equipos vocales participantes. Para más información, consúltese http://teatrodelazarzuela.mcu.es/es/temporada/temporada-lirica/marina