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VALENCIA. Este fin de semana nos ponemos casiserios. Si bien el arranque de la sección trata sobre los juegos de azar, o más bien del negocio del juego con un Vicent Molins lanzado a la ruleta valenciana en el Casino Valencia, el resto del ‘menú' fin de semana es bastante convencional, como marcan las buenas costumbres.

Así, Sergio Adelantado nos descubre ese singular espacio gastronómico situado en el corazón de la ciudad y que responde al nombre de La Embajada. Y con esa marca sobra para un palacete que además de buen comer tiene pero que muy bien beber.

No menos serio se pone el crítico de TV, Álvaro González, quien realiza un paseo por la historia de los programas de debate en la idem, desde el legendario ‘La Clave' hasta otras cosas más contemporáneas y digna del tiempo que vivimos. O sea, las ordinarieces que algunas cadenas de televisión vomitan sobre los espectadores.

Manuel de la Fuente, el hombre-cine, critica y nunca mejor dicho el estreno de ‘El atlas de las nubes' por su pretenciosidad y su evidente dolencia del denominado ‘síndrome Kubrick'. La película no sé porque no la he visto, pero la crítica es un rato entretenida.

Desde Madrid nos llega un paréntesis (otro) para elogio puro y duro de la fiesta porque sí: Alex Rodríguez ha diseñado un plan perfecto, con varias alternativas, para disfrutar de la noche de los Oscar, sólo para aficionados con licencia para trasnochar.

Por su parte, Manolo Muñoz destripa para los aficionados el nuevo estreno en el Palacio de la Ópera (o sea, el de Les Arts). Nada más y nada menos que la opera El Barbero de Sevilla, de Rossini, de quien nuestro crítico señala que fueron esa obra y el ‘tournedos' sus grandes aportaciones a la historia de la humanidad. La pera.

Y nuestro blogueros siguen soñando una semana más con su mundo ideal. Uno, Martínez Rubio, aspira a mantener a distancia a la gente que siempre tiene la razón, que lo sabe y que lo hace saber a medio mundo. Pas posible. La otra, Carla Vallés, lanza un canto a la incomunicación de los jóvenes que utilizan los medios online para ligar sin emplear tiempo -ni dinero- en hablar y otros prolegómenos no menos interesantes. Allá ellos. Y en fin, Ángel Medina describe lo que sería capaz de hacer si realmente se propusiera trabajar en Eurovegas. Una asquerosidad, de verdad... No se lo pierdan.