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VALENCIA. Como el resto de sectores el cine no es ajeno a la crisis. Sus datos en España no auguran un 2014 prometedor. 2013 está a punto de cerrar con unacaída del 23% en el consumo cinematográfico en salas de cine. La crisis económica, la subida del IVA, la piratería y la drástica reducción de la partida del cine en los presupuestos del Estado son la causa de este panorama crítico. Aun así profesionales del mundo de la exhibición cinematográfica, como Emilio Pechuan Alamar, presidente de la sociedad Excin, S.A (cines ABC), esperan que las modificaciones fiscales del Estado previstas para 2014 den un respiro a un sector que, además, en la Comunidad Valenciana y con el cierre de RTVV dejan el mercado del audiovisual en precario. Otra de las medidas será la unión de la industria cinematográfica con propuestas atractivas para los espectadores. Emilio es padre de dos hijos y en lo personal, actualmente está, por fin, viviendo un momento feliz.

-¿El cierre de RTVV es una piedra más para el sector audiovisual valenciano?
-Desde luego no es una buena noticia. Ha faltado criterio y visión. No era necesario tener una televisión con la dimensión de plantilla de RTVV, pero de ahí a eliminar la televisión y la radio hay muchos pasos. Podían haber planteado una plantilla más reducida. No hay que olvidar que durante estos años ha habido producciones, tv movies y cortometrajes locales destinados al consumo en Canal 9 e incluso rodajes para el cine que han servido para descubrir talentos y ser caldo de cultivo para jóvenes cineastas. Si hubiese habido una buena administración desde el principio no hubiesen acumulado tanta deuda, ni llegado al cierre.

-¿Una medida que se suma a los recortes en el sector del cine español, os afecta?
-Sin duda. En los dos últimos años el sector ha sufrido graves recortes hasta llegar a los 50 millones anunciados por el Gobierno para 2014. Hay que ver los datos globalmente. Para el mismo año las ayudas públicas al cine de Reino Unido llegan a los 120 millones, Alemania destina a su cine 340 millones de euros y Francia 770 millones de euros. Pero hay más.

-¿Qué?
-Es uno de los sectores menos subvencionados. Mire, sólo una organización, la patronal CEOE, disfruta al año de 400 millones de euros precedente de subvenciones. Y empresas como Peugeot Citröen recibieron, en 2012 66 millones de euros. Es desproporcionado. Por tanto si no se hacen películas con calidad la gente, evidentemente, no va a ir verlas.

-¿Cree que el cine español sigue necesitando subvenciones para subsistir?
-Sin duda. Si no hubiese nada la mayoría de los proyectos no se pondrían en marcha. Son necesarias y así lo entienden el resto de países de la Unión Europea estimulando con subvenciones la cultura. El cine es un motor de la economía. Eso lo tienen claro.

-¿Esto significa que la industria cinematográfica del sector de la exhibición en España ha tocado fondo?
-La industria de la exhibición en España ha sufrido un notable descenso desde 2004. Los datos de evolución de ventas de entradas de cine en España desde ese año hasta 2013 muestran una caída espectacular. Pasamos de 143 millones de espectadores en 2004 a 94 millones de espectadores en 2012. En recaudación, y una vez deducida la subida del IVA, nos sitúa en un -23,15%. Asimismo y respecto a la asistencia de espectadores los datos son demoledores. Nos dejan en un -16,31%. Saber si se ha tocado fondo con una tendencia a la baja es difícil. Pero si no se toman medidas y se genera un punto de inflexión para mantenernos o subir los cines no se van a poder mantener.

-Hace poco los exhibidores de salas de cine decidieron rebajar el precio de la entrada a 2,9 euros, medida que ha sido todo un éxito absoluto. ¿Podría ser una solución?
-Pregunto: ¿Se nos asegura que manteniendo un precio bajo las salas estarían igual de llenas a lo largo de todo el año? Para poder mantener las salas con ingresos similares a los actuales necesitaríamos que estuviera siempre igual de llenas. Hay que recordar que de cada entrada, un 21% va para el Estado. Del resto, el 50% se lo lleva el distribuidor, quien da casi un 80% al productor. El otro 50% se lo quedan las salas de exhibición y de ahí se tienen que pagar derechos de autor, nóminas, salas, etc.

-Recientemente el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, dijo que el problema del cine español era que las películas eran malas. Como experto seleccionador de los gustos del cine en la Comunidad Valenciana, ¿coincide con él?
-Fueron desafortunadas. Creo que ha corregido su desliz. Él es un recaudador y manifestaciones como éstas no se entienden porque parece tirarse piedras a su propio tejado. Lo que le interesa es que la gente vaya al cine, que consuma, para poder recaudar. Es impropio de un ministro porque van en contra de su cometido. Y por supuesto fue un comentario subjetivo con el que no todos coincidimos. Hay películas muy buenas en el cine español y algunas son motor del sector como paso con "Lo imposible".

-Hablemos del IVA. El gobierno francés ha bajado recientemente el IVA del cine al 5%, ¿sería una medida recomendable para tomar en España?
-Si hacemos un recorrido del IVA impuesto a las artes escénicas en Europa vemos que países como Alemania, Francia, Irlanda e Italia aplican un IVA que no llega al 10%. Sólo Portugal lo tiene más alto si cabe, un 23%. El IVA encarece el espectáculo por lo que disminuye el número de espectadores. Hemos mantenido, a través de la Federación de Cines de España, numerosos encuentros con el gobierno y la oposición. Tanto solos como con otras partes de la industria. Se ha explicado con datos las consecuencias de esta medida para el sector y la cultura. Se encargó a Price Waterhouse un estudio del impacto. Constató que los ingresos caían de forma superior al incremento del IVA. Incluso adjuntaron una comparativa con Canarias, donde no se aplica el IVA, y se veía que la caída era del 2,9% y en España de más de un 12%.

-¿Hay esperanza?
-Confiamos en que la reforma fiscal anunciada por el Gobierno para marzo de 2014 pueda proporcionar un balón de oxígeno. Aspiramos a volver a la situación del tipo reducido.

-Otra de las piedras del sector es la piratería. ¿En España somos más permisivos al respecto?
-Sí. En Francia por ejemplo, a través de la Ley que creó Sarkozy, se actúa sobre el usuario. Aquí está impune. Además las operadoras telefónicas son cómplices. Con tal de vender megas miran a otro lado. La ley francesa, conocida como la de los tres avisos, penaliza al usuario hasta con el corte de suministro de red. Aunque este punto lo han retirado recientemente. Esto ha permitido contribuir a la financiación de contenidos culturales. En España se puede actuar contra el emisor de piratería, contra el que la almacena, el que distribuye, etc. Pero contra servidores ubicados en los llamados países gamberros es difícil actuar.

-¿Se repite esta medida en otros países europeos?
-En todos. En EE.UU si se baja una película el propio operador de línea telefónica advierte, si se está realizando una descarga excesiva, de que se comete fraude. Aquí es impensable. Las operadoras solo quieren vender. En Francia Carla Bruni se lo explicó claro a Sarkozy recordándole que se estaban bajando sus discos sin pagar.

-¿Por qué Valencia se ha quedado prácticamente sin las salas de cine de toda la vida?
-Por lo mismo que ha pasado en España. La crisis económica, la piratería, la subida del IVA... están detrás de esta tendencia.

-¿Se puede frenar la pérdida de espectadores en las salas de cine?
-Lo intentamos, pero no sabemos qué pasará cuando acabe esta crisis.

-Entre las propuestas que circulan por las salas de cine en todo el mundo hay quien ha optado por introducir sillas-cama en las salas, cambiar las palomitas por otras comidas, introducir el cine interactivo... ¿Y ustedes?
-La tendencia en EE.UU y otros países es hacer cines con butacas más cómodas y dar un servicio de hostelería añadido. Pero aquí no hay tanta tradición de comer mientras ves una película. Hay quien no quiere sentarse al lado de alguien que se está zampando un bocata de chorizo. Nosotros estamos planteando acciones pero con todo el sector y que se aplicarán en toda España. Desde el día del espectador hasta celebrar dos semanas del cine.

-¿El 3D ha sido un buen invento o se ha quedado a mitad de camino de su objetivo?
-No está tan perfeccionado para que sea un gancho suficiente. La gente sigue siendo reacia a ver las películas con gafas.

-¿Nos falta tradición para ir al cine?
-Puede ser. En EE.UU, donde la caída ha sido mínima, tienen una tradición de teenagers que cada fin de semana se entretienen en el mall y acaban viendo una película. Y familias que tras pasear por el centro comercial terminan el día en el cine.

-¿Las buenas películas volverían a dinamizar la presencia de espectadores en las salas de cine?
-Se ha demostrado. En 2012 el cine español logró una cuota de mercado por recaudación del 18% sobre el total del dinero facturado en las taquillas gracias a películas como "Lo imposible". La cifra más alta obtenida desde hacía 27 años. Lo malo es que no hay una relación directa entre la inversión y el resultado en taquillas. El mismo año el cine francés en Francia aportó una recaudación del 45%. Estos datos nos tendrían que hacer reflexionar.