VALENCIA. Si a bote pronto les dijera que en estos días se están celebrando la tanda de round robin correspondientes a las eliminatorias previas de la Louis Vouitton Cup, pocos acertarían a recordar que idéntica competición tuvo lugar hace unos años en Valencia, como preliminar necesario a lo que fue la celebración en 2007 de la 32ª Edición de la America's Cup.
Lo que a muchos parece un fasto más de aquellos grandes proyectos que hasta el inicio de la crisis hacían bandera nuestros gobiernos, es para mí (que lo viví bien de cerca como director de Infraestructuras del Consorcio Valencia 2007) uno de los mayores ejemplos de inversión desaprovechada, para más inri promovida por la "unión" de las administraciones estatal, autonómica y local que, supuestamente, vieron en aquel evento la oportunidad, no ya de relanzar internacionalmente la imagen de la Comunidad Valenciana, sino de recuperar un espacio portuario absolutamente degradado. Y digo supuestamente, porque diez años después del inicio de los trabajos de candidatura, ocho del inicio de las obras y seis desde el final del evento, uno de los grandes últimos esfuerzos inversores (préstamo ICO, no digo más) previos a la crisis ha quedado como un lánguido y poco aprovechado testimonio de lo que quiso llegar a ser... Y no ha sido.
Uno, ya metido en estas cuestiones de la cosa política, no puede por menos con la perspectiva suficiente que ensalzar el trabajo de un equipo y de quienes consiguieron desde su Dirección General ganar una candidatura, desarrollar en tiempo récord las infraestructuras y finalmente realizar un evento, y preguntarme (con el lógico conocimiento de causa) dónde quedó tanto esfuerzo y en qué se ha convertido... Hoy lo que en 2007 eran zonas verdes junto al canal, o espacios recreativos junto a la marina, o zonas de restauración y ocio, o futuras sedes de empresas multinacionales, se han convertido en el "scalextric" más caro de la historia, en zona puntual de eventos en días feriados, concentraciones deportivas o botellón "cinco estrellas".
No creo recordar que el plan de negocio fuera por ahí. Me suena más bien que estaba enfocado a la explotación de más de mil amarres de embarcaciones deportivas, alquiler de una veintena de edificios de majestuoso porte a empresas y multinacionales interesadas "de verdad" en la marca Valencia; recuerdo que los valencianos se iban a sentir orgullosos porque además de disponer de un nuevo espacio, iba a ser de utilidad pública y además iba a generar retornos ciertos en forma de alquileres y concesiones que minimizaran al máximo el coste público sobre nuestros bolsillos... Más allá del habitual y políticamente útil "impacto económico" que ha servido para justificar demasiado brindis al sol.
Ha pasado siglo y medio desde que alguien se atrevió a responder aquella frase histórica a la reina Victoria de Inglaterra, que viendo como la goleta "América" derrotaba en el mano a mano a la embarcación local, trató de consolarse al menos preguntando por el segundo, por si aquello tenía algún "premio". Hoy, los valencianos no queremos consuelo ni ser segundones ante el desdén de quien nos gobierna, sino que se recupere el sentido común (el trellat de casa de toda la vida) para no seguir siendo los perdedores en su propia casa de un futuro al que hay que darle nuevos aires. Ver la cara de "felicidad" de nuestra alcaldesa hace unas semanas por volver a tener "evento" como subsede olímpica de Madrid 2020 es dar escaso valor, no sólo al trabajo de tantos, sino al dinero de todos.
Por cierto, aviso a navegantes (nunca mejor dicho): el actual campo de regatas de la bahía de San Francisco cuenta con dos testigos de excepción: el majestuoso Golden Gate (que por cierto no se pudo construir hasta bien pasado el crack del 29... cosas de la financiación) y la isla de Alcatraz, prisión incluida, cortando el horizonte.
Se me ocurren mil asociaciones de ideas... Mejor lo dejo a su elección.
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(*) Rafael Soriano es ingeniero de caminos, canales y puertos.
Responsable de Organización de UPyD en la Comunitat Valenciana.
Creo que su comentario es muy realista y describe una realidad que a todos nos deja impactados, pero creo que peca de falta de base. Con esto me refiero a que usted como principal directivo que fue del consorcio, le pareció bien mientras cobraba por ello, sin ponerse a pensar en el mas que posible futuro de todo esto, que ya vimos en situaciones como isla mágica, etc., y a demás sin tener en cuenta las repercusiones laterales, daños colaterales, que se minifican para justificar, como destrucción de un barrio, cabañal, desaparición de la vida y milagros de mucha gente que vivían en ese barrio, cierto que abandonado, pero recuperable. No le da vergüenza ahora no solo criticarlo, si ni que pertenecer a un partido, UPyD, que lleva por bandera el hacer todo lo contrario a cosas como estas de despilfarro del dinero publico, o como digo antes, ¿ahora es que ya no cobra de esto?
Buenos días, Rafa: Desde luego, de este tema sabes, ya que lo tocaste muy de cerca. Cuando la Copa América terminó, y empezaron esos meses de pelea entre Alinghi y BMW Oracle, siempre se comentó que esa zona no iba a ser una Isla Mágica más (esa zona fantasma en la que se ha convertido lo que fue la Expo de Sevilla). Parece que hoy se anuncia el Desbloqueo de la Dársena. Ojalá sea así, porque es una auténtica pena que Valencia siga viviendo de espaldas al Puerto, como siempre se ha dicho. Buen artículo. Un Abrazo.
Buenos días: felicito al autor del artículo. No hay ningún argumento ni tan siquiera económico para no potenciar lo que ya está construido.Falta voluntad de los poderes económicos valencianos (que no gubernamentales) para sacar provecho de lo realizado.No hay justificación alguna para pedir un "segundo premio" el problema es INICIATIVA pero, si como siempre se desea que venga de la "mamá estado nacional u autonómico" van apañado en cualquier caso y disculpen los organizadores del Pro-Ave. O Corredor-Mediterraneo pero lo del Puerto tiene tanta importancia como lo demás pero, entiendo que eso es según se miren las cosas.- El Puerto de Madrid es Valencia y yo me pregunto ¿que están esperando?.- atte Alejandro Pillado Marbella 2013
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