VALENCIA. La reforma del sistema de financiación que exige la Comunitat Valenciana encabezada por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, está incrementando la tensión entre las comunidades autónomas, incluidas las que gobierna el Partido Popular.
El color político se diluye con esta demanda. Pese a que el Consell de Fabra se está cuidando de compararse con las regiones donde gobiernan otros barones del partido con peso específico, de ahí que suela referirse a Andalucía, Cataluña o Cantabria, es inevitable germinen que los pulsos de poder ante un cambio que suponga una pérdida de ingresos para algunas regiones en detrimento de otras.
Aunque el 'melón' todavía no se ha abierto, y tras la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera de este jueves se prevé que aún tardará varios meses, ningún presidente autonómico está dispuesto a que su región sea de las que sufran un recorte de fondos. La buena noticia para las aspiraciones del Consell es que el proceso avanza -habrá que esperar para ver a qué ritmo- y podría entrar en vigor en 2014.
Más allá de los números, la lucha de poder entre barones y el peso de los galones que luzca cada uno de ellos, además de las posibilidades y beneficios electorales que puedan ofrecer a Mariano Rajoy, serán razones de peso a tener en cuenta desde Moncloa para abordar un cambio en el sistema que puede agitar la escena nacional hasta puntos difíciles de prever... y controlar.
COSPEDAL, MONAGO O FEIJÓO, ALGUNOS DE LOS RIVALES
El sistema de financiación autonómico -cosas de la política- parece no contentar a nadie. Aunque hay comunidades autónomas que salen favorecidas del reparto, esgrimen sus argumentos para justificarlo e incluso para exigir un incremento de los ingresos. Nadie da su brazo a torcer con ello.
El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo (PP), o el extremeño, José Antonio Monago (PP), han esgrimido la dispersión geográfica o el envejecimiento de la población para reclamar mayor financiación. Este último, no se ha mordido la lengua cuando se ha tocado el tema, enviando recados a regiones como la valenciana: "Para pedir, primero hay que cumplir", ha llegado a señalar en referencia al objetivo del déficit que Extremadura ha conseguido frente otras como la Comunitat, que lo ha rebasado con creces.
De hecho, este mismo jueves Monago manifestó antes de la reunión del CPFF que las comunidades "cumplidoras" con el objetivo del déficit deberían verse "recompensadas". "Si no ¿para qué cumplir con el objetivo de déficit? si cumpla o no cumpla, al final el tratamiento es igual por parte del Gobierno de España", se preguntó Monago, en una clara alusión a regiones como la valenciana.
Precisamente la flexibilización del déficit abordado por Montoro en el CPFF de este jueves también ha generado ciertas disputas. También en este caso autonomías como Extremadura, Galicia o Castilla y León han mostrado sus recelos. A Madrid tampoco le agrada, pero coincide en la exigencia valenciana de revisar el modelo de financiación de inmediato.
Por su parte, la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, también juega sus cartas como secretaria general del PP para defender los intereses de su región. De hecho, la número dos de Mariano Rajoy fue la encargada de hacer público poco antes de la conferencia de presidentes en octubre de 2012 que la reforma del sistema de financiación no iba a abordarse en el encuentro institucional.
Si atendemos al rendimiento definitivo del sistema de financiación autonómica de 2010, o lo que es lo mismo, lo que percibe cada región por habitante. Estas tres CCAA se situaban por encima de la media de 2.521,51 euros per cápita. Así, Extremadura era la tercera región de España, Galicia la sexta y Castilla-La Mancha, la novena.
No eran las únicas gobernadas por el PP por encima de la media, Cantabria encabeza el ranking; La Rioja ocupa el segundo puesto; Castilla y León se sitúa en cuarta posición y Aragón en quinto lugar. La Comunitat Valenciana se encuentra en esta tabla en el puesto antepenúltimo, con 2.310 euros por habitante. Esto significa que recibe 211 euros menos por habitante que la media del resto de comunidades. Cabe recordar que estas son las autonomías de régimen común, donde quedan fuera el País Vasco y Navarra, que se rigen por concierto, algo a lo que también aspira Cataluña y a lo que se opone el Gobierno central.
Con estos datos sobre la mesa, la reivindicación del Gobierno valenciano de abordar de inmediato la reforma del sistema está justificado. En este camino, Alberto Fabra ha tendido puentes con otras autonomías situadas también por debajo de la media como la Comunidad de Madrid. En esta misma línea se posicionan la Región de Murcia, Canarias o Baleares.
En este sentido, el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, ha recalcado en varias ocasiones en las últimas semanas que si la Comunitat hubiera recibido en 2012 la financiación per cápita que le corresponde, habría 1.050 millones más; si hubiera obtenido lo que Cataluña se hubiera cumplido el objetivo de déficit y con lo de Cantabria habría superávit.
Así pues, una cuestión delicada que el Gobierno de Mariano Rajoy con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a la cabeza, deberá abordar con un ojo puesto en las consecuencias electorales de una redistribución, dado que no parece que el Ejecutivo vaya a incrementar las partidas en tiempos de crisis y más aún cuando el control de las autonomías está siendo una de las obsesiones del ministro.
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