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VALENCIA. Las escuelas de formación política abordan tradicionalmente dos ámbitos. El ideológico y el referido a las técnicas de acción.

El primero consiste en trasmitir la percepción del mundo desde la cosmovisión propia. Esto comporta, desde luego, un enriquecimiento y profundización en el conocimiento filosófico de la tradición política concreta. No obstante, puede llevar al adoctrinamiento de los alumnos que sean incapaces de ampliar sus fronteras del pensamiento por otras vías. También puede comportar esta dinámica de visión única la autocomplacencia de los valores propios. Utilizar un prisma determinado con el que mirar el mundo significa imponer las ideas a la realidad y puede suponer un aislamiento que muchas formaciones políticas han padecido a lo largo de su historia.

El segundo se refiere a la formación de los alumnos en técnicas que les sean útiles a la hora de encarar campañas y de aplicar la acción o estrategia política, pecando quizá de introspección y un cierto autismo que solo se rompe a la hora de salir fuera a pedir el voto. 

Desde Fòrum Persones i Societat proponemos una formación innovadora acorde con un nuevo tiempo que demanda a su vez una nueva forma de hacer política. Esa nueva forma debe nacer no exenta de principios básicos inspiradores como la igualdad, democracia y justicia, bebiendo de la tradición política a la que se es afín. Pero el cambio radica en que supone una formación pensada para que repercuta directamente en beneficio de los ciudadanos.

Esta iniciativa se basa en dos ejes: el conocimiento de la realidad social y el conocimiento del funcionamiento institucional aprendiendo de aquellos que han tenido experiencias previas, lo que permia ejercer responsabilidades públicas con una mayor eficacia.

En la crisis de representatividad en la que nos encontramos, debemos advertir que la reintegración de esta solo se puede alcanzar desde una reforma cultural.

Transitamos hacia cambios de hábitos y actitudes en los que ejercen cargos públicos por un lado pero, sobre todo, aquellos que son electos y por tanto tienen la tarea de la representación directa.

En una quiebra de confianza como la que padecemos la labor de reconstrucción pasa por activar acercamientos que rompan la separación partidos sociedad. Eso exige diálogo y la adopción de pasos que quizás no se hubieran explorado en otras condiciones.

Una dinámica positiva es la de sacar la política de las sedes acercándola al ciudadano. Nosotros, en nuestro programa formativo proponemos un salto cualitativo: dar voz a la sociedad civil en la sede de los partidos, ser capaces de crear un clima de diálogo sincero que pueda recomponer la confianza quebrada y que vaya generando puentes para que los partidos y, sobre todo los políticos, sean lo que deben ser: verdaderos representantes de la sociedad en su voluntad colectiva. 

Una nueva política, un nuevo escenario en el que ya nos encontramos, exige el asentamiento de una cultura de servicio público que deseche conductas y hábitos del pasado. Concibiendo de manera natural la construcción del nexo entre política y sociedad. Y eso empieza, sin ningún genero de duda, por arraigar en la conciencia de los jóvenes esos valores mediante el proceso formativo.

 EL PROBLEMA EXISTIA ANTES QUE SALIERAN LOS PAPELES 

Hace escasos días Esteban Gonzalez Pons, en aparición pública, diagnosticó que la quiebra de confianza en la política existía antes de la aparición de los últimos casos de corrupción. La nota censoria ya existe y se ha ido asentando a lo largo de un tiempo donde actitudes como la del "y tu más" han contribuido de manera decisiva al malestar generalizado. Estos hechos, junto al contexto de crisis económica, genera estigmas que pueden ser insalvables y llevan al populismo si no se aplica una reforma que conduzca a una regeneración del sistema democrático.

No se trata solo de combatir y disuadir la corrupción. No solo implementar medidas encaminadas a la mejora del sistema representativo que pueden dar resultado a corto plazo. Planteamos abordar el meollo del problema con perspectivas a medio y largo plazo. Buscamos propiciar desde la formación una cultura un modo de hacer de proximidad que favorezca la conexión social. Propiciando la recuperación de la confianza de la sociedad.

Desde Fòrum Persones i Societat Valenciana, hemos asumido con humildad la responsabilidad formativa de los militantes de Nuevas Generaciones de la Provincia de Valencia tras haber suscrito convenio con la organización juvenil. Hemos elaborado un programa piloto de actividades que incidan en cuestiones de máxima sensibilidad social como la igualdad de la mujer, problemáticas laborales y socio económicas o actividades con periodistas y generadores de opinión.

Y lo haremos integrando voces de la sociedad civil que mediante fórmulas de participación puedan impregnar a los asistentes de la realidad que conocen haciendo que estos escuchen sus propuestas pudiendo ser preguntados y construyendo ese espacio de diálogo tan necesario, combinando junto a estas actividades una serie de cursos prácticos dirigidos al conocimiento del funcionamiento de la actividad institucional en los distintos niveles y, en definitiva, encaminado todo ello a una formación que tenga como primer beneficiario la sociedad valenciana.

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José Morgan
 (Fòrum Persones i Societat Valenciana)
@Josepepemorgan