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Médicos valencianos de la sanidad pública: ¿es necesario un seguro de RCP privado?

ELENA MORALES Y JUAN PABLO NÚÑEZ (*). 03/07/2012

VALENCIA. La situación a la que se están enfrentando los médicos valencianos que prestan sus servicios para la sanidad pública es un caso inusual pero no imposible. Desde principios de 2012 la responsabilidad de los actos profesionales de los médicos de Valencia no está cubierta por ninguna compañía de seguros. Por tanto, ante un error de mala praxis o un accidente en las instalaciones sanitarias públicas, el profesional médico no dispone de una cobertura aseguradora que le proteja. Por norma general, todos los médicos que trabajan en la sanidad pública disponen de un seguro de responsabilidad civil profesional a través de la aseguradora de la Comunidad Autónoma en la que desarrollan su trabajo y que les permite trabajar con plena tranquilidad.

Parte de los profesionales que solo trabajan en la red pública consideran que no necesitan contratar un seguro privado al confiar en la cobertura ofrecida por la correspondiente Consejería. De esta forma, ante una reclamación grave o en casos como el de Valencia, poco probables pero posibles, el médico puede encontrarse en una situación de vulnerabilidad patrimonial, ya que las indemnizaciones establecidas por la Administración de Justicia ante una posible condena penal se extraerían de sus bienes personales.

Que la Administración sea responsable "subsidiaria" supone, contrariamente a lo que se indica, un gran riesgo para los médicos en caso de mala praxis, pues legalmente lo que significa es que los médicos responden con su patrimonio, en primer lugar, de las indemnizaciones que deban pagar y solo en caso de insolvencia, respondería "subsidiariamente" la Administración. El término subsidiario se contrapone a "solidario" y "directo".

Crecimiento de las reclamaciones

En los últimos cuatro años, el número de reclamaciones a médicos se ha duplicado debido al aumento de la presión asistencial a causa de los recortes, la creciente cultura de reclamación del paciente, la mala praxis en la que pueden incidir los profesionales de la medicina y la desinformación ofrecida por algunos portales de Internet. Todo esto implica que los médicos se ven en la necesidad de contar con un seguro privado que les cubra ante todos los posibles imprevistos que les sucedan a lo largo de su trayectoria laboral. Los contratiempos e imprevistos son numerosos y los médicos no deben dejar que una reclamación paralice su trabajo. Por ello, una póliza adecuada debería cubrir de la manera más completa todas las posibles reclamaciones que el médico pueda recibir a lo largo de su vida laboral, ya que dispondrá de asistencia jurídica, indemnización y servicio.

Entre los miles de profesionales que trabajan en la Sanidad pública, tener un fallo o ser acusado de ello es hasta cierto punto habitual. Por ello, tener un buen seguro privado es tan importante.

Por otro lado, los trámites judiciales a los que se tienen que enfrentar los médicos cuando se abre un siniestro son largos, costosos y pesados. De ahí que la colaboración e implicación del médico con el abogado sea clave para tener éxito ante una reclamación. En los últimos años, la cuantía de las reclamaciones se ha incrementado considerablemente, llegando a unos límites poco asumibles para determinados seguros de RCP, que se quedan cortos a la hora de responder a estas contingencias.

El importe solicitado en los procedimientos judiciales, en los últimos años, llega a alcanzar cifras antes impensables y, determinados seguros con poca cobertura provocan el desasosiego del facultativo durante el proceso, ya que la condena podría suponer el 100% de lo solicitado por la parte contraria.

Además, los trámites son, en ocasiones, demasiado largos, ya que desde que se produce el daño hasta que se determina la indemnización a pagar puede pasar mucho tiempo. Por ejemplo, para una indemnización civil si solo hay Primera Instancia el proceso dura entre un año y año y medio; y, si hay apelación entre tres y tres años y medio. Por otro lado, si la indemnización es penal y sólo es de Instrucción el trámite se alargará desde seis meses a un año y medio y, si hay juicio entre cuatro y ocho años y si tenemos la mala suerte de que nuestro caso salte a la opinión pública los números parecen no tener fin. La expresión "pasar una mala época" se queda corta al lado de lo que supone pasar por este calvario procesal.

En definitiva, los profesionales sanitarios en general, y los de la sanidad pública en particular, necesitan reforzar su seguridad profesional -y que en última instancia es personal- con una buena póliza que cubra la mayor parte de la casuística de la responsabilidad civil de un médico y las posibles indemnizaciones, ofreciéndole las mejores y más amplias garantías con la mejor defensa jurídica y un excelente servicio como solo lo pueden dar las firmas con experiencia y calidad contrastada.
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(*) Elena Morales es responsable DS Legal Group Comunidad Valenciana y Juan Pablo Núñez, director de Planificación y Desarrollo de Uniteco Profesional

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