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VALENCIA. Hace 27 años, concretamente un 11 de mayo, se promulgó la Ley de la Sindicatura de Comptes de la Comunitat Valenciana, aprobada por unanimidad de Les Corts Valencianes. En este periodo, quizá no se pueda decir que la Sindicatura de Comptes haya sido precisamente una fuente de alegría ni para los políticos ni para los ciudadanos, pero tampoco esa es su función. Lo que creo que sí se debe reconocer, casi tres décadas después de su creación, es que la Sindicatura ha cumplido con su misión ante les Corts, ante la Administración Autonómica y ante los valencianos.

Ahora que tanto se cuestiona la organización de ésta u de otras autonomías, creo que es de justicia reconocer que gracias a la profesionalidad del equipo humano, a su independencia y dedicación, la Sindicatura de Comptes es un órgano pionero y ejemplar en el desarrollo de la actividad fiscalizadora, imprescindible para un adecuado conocimiento y análisis de la gestión del Sector Público Valenciano y en pro de su mejora y transparencia.

Es pionero por su propia historia. Fue el primer órgano que se constituyó en nuestra Comunitat, tras les Corts Valencianes y el propio Consell de la Generalitat. Históricamente, se trata de una institución propia y específica de nuestra organización política medieval, el Mestre Racional de la antigua Corona de Aragón (1283), que fue trasladado a nuestro derecho foral en 1419. Pero además, en su versión moderna, la Sindicatura de Comptes fue el tercer órgano de control de España, precediendo a otras Comunidades calificadas como históricas.

Pero también es pionero a nivel internacional. Desde el año 1992, es la sede permanente de la Secretaría General de Eurorai, organismo que aglutina 78 tribunales de cuentas autonómicos y locales de Europa, que actualmente está desarrollando un protocolo de actuación de lucha contra el fraude y corrupción.

En el ámbito propio de la fiscalización, la Sindicatura presenta puntualmente cada año los respectivos informes del Sector Público Autonómico correspondientes al ejercicio inmediato anterior. Esta circunstancia, con la amplitud que se realiza, se ha cumplido casi en exclusiva por parte de nuestro órgano de control externo en España. Consideramos que la inmediatez es un valor fundamental de la fiscalización. Es necesario tener en cuenta que sólo en 2011 hemos fiscalizado un presupuesto global de 25.000 millones de euros, si contamos los 18.000 millones del sector público autonómico, las tres diputaciones provinciales, los 496 municipios que han rendido sus cuentas, las 330 entidades autónomas, públicas y otros entes dependientes del sector local, las Universidades, las Cámaras de Comercio, el Fondo de Compensación Interterritorial y los informes específicos realizados.

En esta ingente labor, la Sindicatura de Comptes es un referente por la inmediatez ya citada, por la calidad de sus informes y por la innovación que aporta adelantándose a las nuevas necesidades, con informes específicos sobre los sistemas de información o sobre aspectos como la contratación. Las auditorías operativas, pese a su dificultad y poco desarrollo en nuestro país, centran ahora gran parte de los esfuerzos de este órgano de control externo. Consideramos que es nuestro deber pronunciarnos sobre la eficiencia y eficacia de la gestión, y así se está haciendo ya con auditorías operativas sobre indicadores electrónicos, conciertos sanitarios y servicio de recogida de residuos.

Pero si nuestra labor aporta transparencia en la gestión pública, la Sindicatura es la primera que debe dar ejemplo. Así, con independencia de la publicación de los informes, publica también sus propias cuentas auditadas. Lo que resulta más significativo es la publicidad de su Manual de Fiscalización, que permite tanto a los interesados en nuestros informes como a los entes fiscalizados, conocer previamente las directrices y criterios de la institución que permanecen en proceso de adaptación a las normas internaciones de auditoría.

Dentro de este principio de transparencia, la Sindicatura ha puesto en marcha este año la Base de Datos Económicos del Sector Público Autonómico Valenciano, que recoge los datos económico-financieros de todas las entidades que han conformado la Generalitat Valenciana desde el ejercicio 2006, ampliándose progresivamente hasta el año 1983. A ello se unirá próximamente el portal del ciudadano, para que cualquier persona pueda acceder al estado de rendición de las cuentas municipales de cualquier ayuntamiento de la Comunitat.

Junto a todo ello, en el ejercicio de las competencias compartidas con el Tribunal de Cuentas se han adoptado numerosas medidas en materia de coordinación y de cooperación para evitar duplicidades. Así por ejemplo, se han elaborado conjuntamente informes de fiscalización de las Universidades Públicas y del Patrimonio Municipal del Suelo. Destaca especialmente el Convenio firmado para la rendición de cuentas de las Entidades Locales en acto único y con doble efecto.

La Sindicatura de Comptes como órgano de control externo autonómico fue el primero en firmar este convenio con el Tribunal de Cuentas y ha desarrollado y aplicado un gran esfuerzo y determinación para sacarlo adelante con éxito. Esta medida permite que las entidades locales rindan sus cuentas a través de la Plataforma conjunta, sirviendo esta rendición ante ambas instituciones de control, con la consiguiente simplificación de los trámites.

Todo ello viene a demostrar la cita que tanto me gusta recordar: "La iniciativa y la inteligencia compartidas permiten que un grupo de instituciones o personas que tal vez no sean extraordinarias consigan resultados excelentes por el mero hecho de trabajar juntas".