VALENCIA. Naturalmente hay muchos más de diez, y de cien. Y seguramente más de mil no solo pensamientos sino también circunstancias inconfesables en la vida coticiana de un dirigente. Contaba un compañero de profesión recientemente fichado por una entidad nacional (permítanme que no dé más pistas), que en la primera reunión con su nuevo jefe y su equipo de colaboradores había obtenido más información ‘sensible' que en buena parte de su vida profesional.
Seguramente exagera, pero no cabe duda de que un gabinete presidencial como el de la Generalitat Valenciana alberga montañas de secretos (algunos solo secretitos) que sus ocupantes no pueden desvelar.
Pero analizando las informaciones de prensa, hablando con políticos y periodistas, escarbando entre experiencia propias y batiendo el resultado de todo este trabajo en una termomix se pueden entresacar algunas cuestiones básicas que podrían estar pasando por la mente del presidente Fabra pero que seguramente se las negaría hasta a su sombra. Se trata solo de una recreación periodística y cualquier parecido con la realidad podría ser solo una coincidencia... o no. Veamos.
1. "Mal año año para ser presidente, pero o ahora o nunca". Jamás un presidente autonómico, ni de la Comunidad Valenciana ni de ninguna otra región española, se ha encontrado con un panorama económico tan desolador como el que se le presentó ante sí a Fabra el año pasado cuando aceptó de Mariano Rajoy la presidencia de la Generalitat. Vencimientos de deuda, déficit, paro, acreedores, facturas en el cajón, ineficacia, corrupción, exceso de plantillas y funcionarios, TVV, IVVSA, fundaciones, Gurtel, Emarsa... Ciertamente un 'decorado' escasamente apetecible para un político. Pero Fabra es un profesional de la política y un profesional no se arredra ante semejantes desafíos. El poder es el poder y si lo rechazas cuando se presenta puede que no tengas otra oportunidad. Así que...
"Además, no podía decir no. Formo parte de la historia del partido, de la buena pero también de la mala. Todos son amigos míos... En fin, aunque me toque bailar con la más fea, soy el presidente y me toca gobernar. Gobernaré y pasaré a la Historia (lo que no sé es como héroe o villano...").
2. "No permitiré a Camps ni acercarse siquiera a la presidencia". Fabra fue el repuesto de urgencia para reemplazar a Francisco Camps cuando éste se iba a sentar en el banquillo. Se acercaban las elecciones generales y en Madrid no querían ver a un presidente autonómico del partido sentado ante un tribunal. Así que se ofreció nuevamente el puesto a Rita Barberá y cuando la alcaldesa lo rechazó, ya solo quedaba Alberto Fabra como alternativa consistente. Los compromisos adquiridos con Camps ("Ya volverás, Paco, cuando todo esto pase") ahora no tienen sentido. Su herencia como gestor de la Comunidad Valenciana es dramática y sus efectos tardarán lustros en borrarse.
"Nadie lo desea. Tuvo su momento y ya pasó. Ahora yo soy el presidente y Paco ya nos ha hecho bastante daño. Ni se le ocurra... A ver si Mariano le encuentra un buen destino, pero es que da la sensación de que ni en Madrid quieren saber nada...".
3. "No sé qué hacer con Bancaja ni con Olivas". Difícil para Fabra moverse en un terreno tan resbaladizo como el financiero y encima por los despachos de Madrid, que es por donde se juegan estas ligas. Olivas es una vaca sagrada del partido y un referente de su historia reciente. Conoce al dedillo sus pliegues, secretos y entresijos. Sin juegos ni tonterías. Ahora, Bancaja (Olivas) mantiene un pulso con BFA/Bankia/Rodrigo Rato) y Rato es otro ‘pez gordo' de la finanzas, de los mercados, de la política y de Génova. Como para andar creándole más problemas a Rajoy...
"Dejémoslo estar. Olivas se irá cuando se tenga que ir, que no es cosa de andar presionando, pero que tampoco meta demasiado ruido. Casi es mejor que se que se cueza en su propia salsa y me evito problemas. Es mejor no intervenir en este desastre, como tampoco en el del Banco de Valncia... que no hacen más que presionarme sus accionistas. Si no hubieran permitido a sus gestores hundirlo...".
4. "Haré 'limpia' en el Consell nada más acabar el Congreso del partido". Fabra heredó un gobierno nombrado por Francisco Camps. Un gobierno que, salvo excepciones, estaba integrado por expertos y tecnicos con la misión de poner orden en la gestión. Cuando Camps se fue y para no dar sensación de inestabiidad, el partido recomendó al presidente que mantuviera por un tiemo el gabinete heredado. Ese tiempo ha pasado y el presidente ya prepara su agenda azul.
"No puedo con algunos de mis consejeros. Y eso que ya puse al frente a uno de mi confianza, José Ciscar, para sustituir a Paula, que no sé si iba o venía. Pero necesio hacer más cambios y quitar a esa consejera que no hace nada, o a esta otra que abarca demasiado o a aquel que habla demasiado. En cuanto pase el congreso pondré a mi gente".
5. "No puedo con Rita ni con Alfonso". A casi nadie se le escapa en la ciudad la tensión entre el presidente y la alcaldesa, así como -de otro estilo- con el presidente de la Diputación, Alfonso Rus. Y es que cuando no existe feeling personal apenas se puede hacer nada. Pero si además existen controversias, ambiciones y celos políticos, el conflicto está asegurado. Como buenos profesionales, lo llevan con una sonrisa y buenas maneras.
"Esta señora está acostumbrada a gastar y ahora que hay que apretarse el cinturón no quiere. A ella lo que le va era pasearse con Paco en un Ferrari y lucir presupuestos millonarios. Así están las cuentas. Pues ya no toca. Y Alfonso, lo mismo. Es el alcalde Xátiva y president de la Diputación, ¿Qué mas quiere? Estar en todas las salsas. Y encima siempre habla demasiado, que vaya las que lía, como en Sevilla. No pienso aceptar que vuelva a presionarme con sus advertencias... Si quiere apoyar a otro candidato en el congreso, allá él..."
6. "Hubiera preferido que ganara Alarte, pero en el fondo me da lo mismo...". En principio, cualquier cambio que se produzca en el PSPV debería ser bueno para ese partido y malo para el PP, aunque las estadísticas electorales indican lo contrario: los socialistas han ido empeorando sus resultados a medida que iban 'cayendo' sus sucesivos dirigentes.
Todo empezó con Lerma en el 95, luego Romero, Asunción, Pla, Alarte y... Puig cierra de nuevo el círculo volviendo todo el partido a la primera posición. Es el bucle lermista. Puig merece el beneficio de la duda y los cien días de rigor, aunque de lo que realmente se beneficiará es del síndrome de Estocolmo que paraliza a los socialistas y que les hace pensar con cada nuevo dirigente que su mala racha ha terminado. En el PP se mantienen a la expectativa.
"Desde luego, si hay alguien dentro de los socialistas que ha mostrado eficacia han sido los lermistas, capaces de conservar el poder interno durante todo este tiempo. Ahora deberán demostrar que también pueden conseguir el político, lo cual resulta dudoso dada la escasa conexión de estos dirigentes con la gente de la calle y sus problemas. No como nosotros, que cada vez obtenemos mayorías más absolutas a pesar de la crisis y la corrupción. Esto sí que es eficacia".
7. "Estamos rodeados por los acreedores y los bancos: no sé cómo acabar el año". La Generalitat adeuda a los bancos y a sus acreedores ‘civiles' varios ‘billones' de las antiguas pesetas, decenas de miles de millones de euros. Simultáneamente, los ingresos de la hacienda autonómica han disminuido fuertemente por la caida de la actividad económica. En resumidas cuentas: la deuda permanece o incluso aumenta, pero la Generalitat cada vez tiene menos liquidez. Así no hay forma de pagar deudas, acabar el año, hacer inversiones e iniciar la recuperación. Solo el aval del Estado puede calmar una situación financiera con tintes dramáticos.
"Esto es un infierno. Este año, 4.500 millones en vencimientos de deuda bancaria i-ne-lu-di-bles. Y tampoco podemos pagar a los proveedores. Siempre trampeando. Si pago a unos no lo hago a otros. Si unos montan el número como los farmacéuticos, les pago, pero al día siguiente tengo a otros... ¿Se puede saber qué hicieron Zaplana y Camps para endeudarse tanto? (bueno, en realidad hacíamos todos lo mismo). ¿¡Cuándo aprueban los hispabonos!?"
8. "Tengo un bocazas en el Consell". Están preocupados en Palacio por las fitraciones y 'pérdidas' de información. Creen que hay un 'bocas' en el Consell que habla demasiado y creen saber quién es. La última fue la supuesa filtración del no menos supuesto deseo de Presidencia de que Olivas dimita "ya" de la presidencia de Bancaja.
"Como me entere de quién es, se va a la calle inmediatamente..."
9. "Huelgas y manifestaciones nos dan credibilidad ante Madrid y Bruselas". La creciente conflictividad social es una constante en tiempos de crisis y ajuste. De algún modo, sirve de termómetro para medir ambos conceptos, el de la crisis en si misma y el de las duras medidas que los gobiernos aplican para combatirla. En Valencia ya empiezan a ser un hábito urbano.
"Con el retraso que llevamos en aplicar las medidas duras que todos esperan, y ya están todos en la calle con una huelga general. Ahora que han pasado las elecciones generales y la andaluzas ya podemos arrancar el ERE de TVV. Veremos qué pasa ahora. En todo caso, nos están dando argumentos aue demuestran ante Bruselas y Madrid nuestras ‘duras' medidas de ajuste".
10. "Con este sueldo no llego a final de mes". En una decisión que le honra, el Consell aprobó hace meses rebarse el sueldo en unos pordentajes significativos. Al mismo tiempo recortaba gastos de representación, se bajaba el nivel de la flota de coches oficiales y se ordenaba acudir a restaurantes baratos.
"Creo que nos hemos pasado con esto del recorte de sueldos. Así no vamos a poder 'fichar' a nadie interesante del sector privado. Bueno ¿y para qué, si ya estamos nosotros, unos profesionales? Ya nos volveremos a subir el sueldo cuando podamos".
Para salir corriendo y no parar hasta Laponia como decia el otro.
Un artículo brutalmente bueno. Si no piensa todo eso, debe ir cerca... y aunque no sea así, el ejercicio de reflexión periodística plasmado merece la lectura. Grande, Sierra
No comparto la afirmación de que los valencianos tenemos “Un gobierno que, salvo excepciones, estaba integrado por expertos y técnicos”. Siendo muy generoso en la calificación, diría que hay tanto de unos (expertos y técnicos) de otros (no expertos y no técnicos, al menos en las materias sobre las que han de decidir) . Por cierto ya han pasado decenios con bastantes ejemplos de incapacidad que permiten que se deje de confundir “gente del sector privado” con “gente que ha sido incapaz de aprobar en su vida una oposición” o “que jamás ha mostrado conciencia de interés general ”. Por último, ¿alguien me puede explicar lo de mantener en sus puestos a los gestores de los integrantes del sistema financiero valenciano (público y p…úblico –hablar de privado fue siempre un sarcasmo)?
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