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VALENCIA. "Mariano, haz algo" titulaba este diario el jueves pasado recogiendo el sentir general de los dirigentes valencianos del Partido Popular tras las declaraciones del expresidente Camps y exlider del partido en la muy católica Telva. Con risa nerviosa pero rictus de preocupación, tachan ahora al Molt-ho Camps de "alucinado", "pretencioso", "descerebrado" e incluso se preguntaban quién le asesora de tan mala manera "que se está haciendo daño a si mismo"... Qué buenos compañeros y camaradas.

Tocados, pero no hundidos por el desafío, los dirigentes 'populares' expresan su "sorpresa" por el hecho de que Camps afirmara estar preparado para ser presidente del Gobierno, de la Generalitat... de lo que sea, unas manifestaciones que achacan al ‘sufrimiento' que ha padecido con el proceso judicial. "Ha debido sufrir tanto que se ha pasado tres pueblos", afirmacondescendiente uno de los dirigentes consultados por este diario.

En fin, a izquierda y a derechas en los medios, en la calle y en los confesionarios, se ha producido rasgadura generalizada de vestiduras sazonadas de risas compulsivas e improvisados análisis siquiátricos. El gran teatro nacional. A ver quién es más hipócrita, tonto el último. ¿A qué vienen esos sobreactuados gestos de falsa sorpresa? ¿realmente intentan convencer a alguien que este Francisco Camps es diferente al de hace unos años, al que adularon, dieron cuerda, pusieron como ejemplo para las generaciones presentes y venideras y que tantos votos y no sé qué más cosas aportara al partido?

¿O es que no es el mismo que acogió a Rajoy tras su inesperada derrota de 2007 y le suministró respiración asistida en un congreso teatralizado por ‘El Bigotes' en la Feria de Muestras y cuyas facturas, por cierto, dicen que aun no han sido abonadas por Génova a la entidad ferial? "Paco, siempre contigo, detrás, delante y a tu lado"...

También se han escuchado estos días comentarios de partidarios y votantes del PP que tras haber leído la famosa entrevista -todo un scoop de Telva- reniegan del personaje y le piden "un poco de seriedad y generosidad". ¿A Camps? ¿No le mconocen?

Algo necios son si de verdad opinan que este hombre no es el mismo al que ya votaron hace un año con todo el proceso de los trajes encima, el anunciado de Gurtel y especialmente con los resultados ya a la vista de su lastimosa gestión al frente de la Generalitat: primera en paro, deuda, déficit, ruina financiera...

Por supuesto que es una alucinación irrealizable el deseo expreso de Camps de volver a la presidencia de la Generalitat. Pero, veamos, pongámonos la mano en el corazón y pensemos para nuestros adentros (cuidado, que no nos oiga nadie): ¿De verdad nadie le prometió que podría volver "cuando todo esto pase, Paco", en los días o semanas previas a su dimisión?

¿Y no es cierto que hubo hace años, antes del estallido de Orange Market, una colección de jerarcas nacionales de la Santa Madre, coaligados con sus terminales parlamentarias, que le susurraban al oído y le jaleaban con su radiante futuro al frente de las Españas? ("la gran baza de la democracia cristiana española", sisiseaban entonces). Ahora no se escandalicen porque el Frankenstein político que crearon vuelva a la calle a reclamar lo suyo.

Así que abonen de una vez sus deudas ("¿cuánto se debe?"), acaben con los bailes de salón y dediquémonos a lo realmente importante, que no está la situación para frivolités. Por ejemplo, ¿cuándo van a iniciar de una vez la reestructuración en serio del sector público empresarial?

Tiempo de informes y dosieres

"Que se hagan públicos esos ‘presuntos informes de la policía' que los periodistas dicen tener y que digan qué investigación es esa, si es oficial o no, quién la ha ordenado, en el ámbito de qué proceso, quién la está realizando, con qué recursos, cómo se paga y que aporten alguna prueba que acredite alguna de las insinuaciones y de las que no ha dado prueba hasta el momento". Son palabras de Ignacio González, vicepresidente del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que responde este modo a las denuncias de determinados medios que le acusan de poseer un chaletazo en una de las zonas de lujo (Guadalmina) de Marbella.

González asegura que la mansión no es de su propiedad, que la alquila cuando va y que ha recibido garantías de la Policía de que no le están investigando. Se encuentra situado, pues, bajo una evidente investigación de encargo realizada por profesionales privados con objetivo desconocido pero presumible.

Viene a cuento esta larga introducción porque es probable que en Valencia se presente en breve alguna noticia escandalosa con la misma urdimbre: informes de encargo contratados por persona o entes con la mirilla dirigida hacia algún personaje público local. Han dejado señales y han sido detectados por los ocupantes de ciertos despachos ‘de altura', que están sintiendo el aliento de la investigación en sus cogotes y están muy preocupados. El mundo del dinero tiene esas cosas.

Años después, CC OO pide justicia (aleluya)

Consejeros de Comisiones Obreras del PV en Bancaja han anunciado estos días su intención de exigir al Banco de España que abra expediente a los gestores de la entidad, y especialmente a los del Banco de Valencia (a Olivas e Izquierdo, concretan, ‘olvidando' al verdadero cerebro de éste, Domingo Parra). Denuncian igualmente los sindicalistas la situación del director financiero de la entidad, Aurelio Izquierdo, cuyo blindaje ronda los 14 millones de euros entre indemnización y pensiones.

Muy bien hecho, claro que sí. Pero seguramente, el Banco de España debería abrir expediente no a éstos sino a todos los consejeros (incluso a los representantes de los sindicatos, por supuesto) y gestores de las cajas de ahorro arruinadas por falta de control sobre la deficiente gestión que no supo medir el nivel de riesgos alcanzado, a pesar de lo cual, sus directivos siguieron autoconcediéndose cifras salariales propias de masters del universo.

En realidad, hubiera sido deseable que estos ahora reivindicativos sindicalistas hubieran cumplido su misión y realizadas sus denuncias cuando comenzaron a producirse los hechos y aun había tiempo de detener la diabólica secuencia que ha conducido a la desaparición del sistema. ‘Da' muy bien denunciar ahora el plan de pensiones de Aurelio Izquierdo, pero hubiera ‘dado' mucho mejor que la denuncia se hubiera producido cuando éste se aprobó, hace lustros y no ahora, cuando hacer este tipo de denuncias proporciona una fina pero falsa capa de responsabilidad.

Del mismo modo, ¿por qué no denunciaron los planes de pensiones e indemnizaciones millonarias que hace años se cobraron cuando fueron despedidos Juan Antonio Gisbert en la CAM o Fernando García Checa en Bancaja? Entonces todavía estaban a tiempo de intentar detener la espiral, pero claro, era políticamente incorrecto cuestionar a los que ahora tan barato resulta vilipendiar (y peligroso: podían haber perdido el puesto en el consejo y sus privilegios asociados). ¿Dimisiones? Ni una.

Sin embargo, lo peor de todo no es esta palpable incoherencia en sus actitudes, sino que se presten a ser utilizados como marionetas en una batalla que a ellos no les concierne, o al menos de la manera a la que se están prestando. ¿O es que Comisiones solo ha encontrado motivos de crítica -merecida- en las cuentas de Bancaja? Kamaradas, háganselo mirar.