Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• El 'problema valenciano' en medio de la contienda catalana
  
• Asante Sana!
• El silencio educativo

VALENCIA. Esta pregunta es la que se van a hacer la inmensa mayoría de los acreedores de la Generalitat Valenciana los próximos dos meses, porque de ser cierto, y permítame que lo ponga en duda, el día 1 de Mayo comenzará el pago a los proveedores de la Generalitat.

De hecho, el patrón de los patrones, el presidente patronal acaba de indicar que esperará a ese día para hacer una valoración de fondo: "No es que lo dude, no dudo en absoluto, pero habida cuenta de que es como la décima vez que dicen que dentro de 15 días se arreglará, me van a permitir que me espere al mes de mayo".

Con los gestores políticos volcados en intentar frenar el déficit, el dirigente patronal afirmó que a la gente "además de pedirle sacrificios hay que decirle qué puede ganar". Resulta necesario "distinguir entre el bisturí del cirujano y las tijeras de podar", dijo Jose Vicente González, poniendo como ejemplo a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (REDIT). "Era la mejor de España, y últimamente está languideciendo por cuatro euros de financiación. Con estas cosas nos jugamos el futuro".

Hace aproximadamente un año Paulo Coelho estrenó un nuevo ensayo. En una bonita reflexión hablaba del bambú chino cuya semilla, una vez plantada, no se ve nada durante unos cinco años. Todo el crecimiento es subterráneo. Una compleja estructura de raíces se extiende verticalmente bajo tierra. Al final del quinto año, el bambú chino crece hasta alcanzar los 25 metros de altura. Nada ha sido casual, ha sido necesario un largo período de hibernación para que al fin de su fruto. Todo proceso requiere su tiempo y éste es necesario para que las cosas maduren. Incluida la vida, incluida la persona, incluidos nosotros mismos.

Sin embargo, si hay algo que requiere maduración, reflexión y tiempo es el proceso de aprender, producir, generar riqueza y empleo para el país. Esto es lo que ocurre con tantos y tantos trabajadores que con constancia y tesón dan servicio a las empresas, especialmente las pequeñas y medianas que conforman la base de nuestra economía valenciana.

Un trabajo en una empresa no puede verse desde la perspectiva social que nos inunda y que indirectamente estamos desarrollando "usar y tirar". Cualquier cosa que requiere esfuerzo, continuidad y constancia es aparcada en favor de lo efímero o de lo inmediato. De hecho, quien seguro está en la lista de pago es, entre otros, el Sr. Ecclestone y su canon de 18 millones de euros ¿Se imaginan lo que se puede hacer con tantísimo dinero?

Sería fácil hablar de nuestros trabajos y de su entorno, en donde, como el bambú chino, hemos invertido personal y profesionalmente tiempo y esfuerzo. Con paciencia y constancia hemos visto llegar también nuestro quinto año en el que los continuos servicios a la empresa y a la sociedad han dado sus frutos. Ahora, se nos invita a que esos los disfruten en otros mercados fuera de quien los ha originado y pagado.

Vaya por delante mi reconocimiento personal a las empresas y a sus administradores que siguen creyendo en ellas como motor de la economía. Permítanme expresar nuestra admiración a tantos y tantos trabajadores y trabajadoras que, como diría Covey, "con mucha osadía hacen llegar a la empresa a las alturas". Por el contrario, al mismo tiempo están profundamente arraigados en el suelo y ven en su día a día una estupenda ocasión para seguir apostando por un nuevo futuro en una sociedad cada vez más enloquecida, menos solidaria y muchísimo menos justa.
________________________________________________________________
José María Guijarro es subdirector del Instituto Tecnológico de Óptica, Color e Imagen (AIDO) y doctor en Economía