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Sobre el sueldo de los banqueros y otras demagogias

CARLOS DÍAZ GÜELL (*). 06/03/2012 "Difícil ejercicio el intentar trasladar a la opinión pública que cada uno gana lo que gana en función de lo que genera y siendo ese un principio indiscutible cuando se trata de otras actividades como el fútbol, no resulta un ejercicio fácil cuando..."

MADRID. Algún medio de comunicación lo estaban esperando como agua de mayo. No necesitó nada más que asomarse a la web de la CNMV y comprobar que el consejero delegado del Santander cobró en 2011 un total de 11,1 millones de euros para lanzarse al mismo ejercicio del año pasado y del anterior y del anterior y titular que "Los sueldos millonarios del Ibex 35 desafían la austeridad del Gobierno". Demasiado goloso el asunto como para sustraerse de todo tipo de carga demagógica.

Es el debate de todos los años, aunque en esta ocasión venía precedido de la decisión del Consejo de Ministros de limitar los sueldos de presidentes o consejeros delegados de las entidades financieras que sean nacionalizadas o que perciban ayudas publicas del FROB.

Aun pudiendo parecer impúdicas, para muchos, las cantidades que puedan manejarse en concepto de retribuciones en ciertos sectores, no deja de ser una realidad el hecho de que esas cantidades, al menos en el mundo de la banca, se someten expresamente a la aprobación de la juntas de accionistas y como punto separado del orden del día, cosa que no ha ocurrido hasta ahora en el gremio de las cajas de ahorro ni mucho menos en las sociedades que amparan deportes de alta competición.

Dicho esto habrá que convenir que siempre es mejor que Alfredo Sáenz gane lo que gane y que su entidad consiga los resultados que consigue, a que la exdirectora general de la CAM se levantara lo que se levantó, mientras que la entidad que dirigía se desangraba a chorros.

Difícil ejercicio el intentar trasladar a la opinión pública que cada uno gana lo que gana en función de lo que genera y siendo ese un principio indiscutible cuando se trata de otras actividades como el fútbol, no resulta un ejercicio fácil cuando en lugar de borceguíes, equipación deportiva y balón, de lo que se trata es de cuentas de resultados, ebditas, cash flows o flujos de caja.

Este acendrado espíritu hispanocatólico, alejado del calvinismo al uso en otras latitudes, hace que muchos estén más preocupados y se rasguen las vestiduras por lo que gana el de enfrente, pese a que su perfil es venerado por la Agencia Tributaria, en tanto en cuanto cotice y pase por caja, cosa que no sucede con el de al lado, que se harta a defraudar al fisco. ¡Pecadillos a la mar!

Los 80.000 aficionados que cada dos semanas se concentran en el Bernabeu o los 100.000 que lo hacen en Camp Nou, ni se les pasa por la mente criticar como principio la talegada que se llevan Ronaldo o Messi, mientras marquen goles o ganen partidos. Pero esos mismos se escandalizan cuando el del puro, la chistera y el reloj encadenado al chaleco, cobra lo que cobra por ganar dinero y crear valor para sus accionistas.
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(*) Carlos Díaz Güell es periodista y autor del blog 'Tendencias del dinero'

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3 comentarios

marc escribió
08/03/2012 05:48

Me hace gracia que Vd, don Carlos, mezcle ahora la religión con la economía. Y ese término tan gracioso de 'hispanocatòlico'. Pues yo soy hispano y catôlico y no me veo reflejado en la postura que Vd critica. Si quiere ofender, vaya a una de esas gradas del Bernabeu o el Camp Nou, y ahí diga lo que quiera. Por cierto: sigo pensando que es una vergûenza que un consejero delegado gane ese dinero y que un pobre empleado gane 1.000 veces menos. Esa escala es.. Indefendible.

Pintoret escribió
06/03/2012 16:16

Discrepo de su razonamiento, por varios motivos, en primer lugar dudo mucho que el éxito de un Banco, sea, en exclusiva de su cúpula directiva, lo que justificaría sus desproporcionados sueldos, en segundo lugar, el C.de Administración,, no debería acumular representaciones, de mas de un 10% del conjunto de la masa de accionistas, para evitar que los Consejos, hagan de su capa un sallo, según convenga, ante la actitud pasiva del resto de los accionistas y en tercer lugar, creo que hay paises (Suiza, entre otros) que por Ley, prohíben sueldos superiores a 100 veces el sueldo medio del País, que aunque parezca, que seria para pedir limosna, estaríamos hablando de sueldos anuales del orden de 600.000 euros, que no está nada mal, pensando que quién ostenta la Jefatura del Gobierno de España, tiene sueldos del orden de los 200.000, y estarán conmigo que tener la responsabilidad de gobernar España, no representa menor importancia que la de ser D. General de un Banco, aunque se trate del B.Santander, que insisto, no es del Sr. Botin y sus muchachos, aunque lo parezca.

manuel escribió
06/03/2012 08:23

Demagogia financiera y vendida es el punto de vista que Vd. expone en este panfleto publicitario. De entrada comparar el futbol u otras actividades deportivas con la banca me parece de muy poca altura moral. El futbol y sus cifras millonarias pueden ser dolorosas moralmente, pero se rigen por la oferta y la demanda y sus presidentes o responsables del área económica responderán ante sus socios, como cualquier S.A. Sin embargo en el sector financiero que Vd. con tanto entusiasmo defiende, tres diferencias, 1ª que estas se rigen por la productividad y su rentabilidad, 2ª que, si es un banco o caja intervenido por el estado con el dinero público, lo más lógico es que marque las reglas de las retribuciones de sus altos directivos, y 3ª que, ellos trabajan con el dinero de los impositores, por lo cual son o deberían de ser responsables penalmente. Otra cosa es si el accionariado aprueba o no sus beneficios, pero el dinero de los ciudadanos esta salvaguardado en el banco y son sus presidentes y altos ejecutivos o deberían de ser, los responsables de ellos.

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