VALENCIA. LOS alumnos del IES Luis Vives, uno de los centros educativos más emblemáticos de Valencia, llevan varios días manifestándose y protestando por los recortes educativos aplicados por el Consell. La respuesta inicial, orquestada por la lelegada del Gobierno y exvicepresidenta del Consell, Paula Sánchez de León, nos remite a épocas pasadas y causa bochorno: una espiral absolutamente desproporcionada de detenciones y violencia (aplicada sobre estudiantes de instituto, la mayoría de ellos menores de edad), que ha causado varios heridos y la indignación de muchos. Las protestas tienen sobrada razón de ser: los impagos y recortes aplicados por el Consell en el ámbito educativo.
El pasado jueves, la diputada de EU, Marina Albiol, le preguntó directamente a la consellera de Educación, María José Catalá: ¿cuántos centros educativos piensan cerrar? La pregunta de Albiol no mereció ninguna respuesta. Lo mismo ocurrió con otras tantas preguntas que la oposición formuló a Alberto Fabra: no recibieron respuesta alguna. O no, en todo caso, una respuesta que implicase responder a las preguntas.
Fabra: ¿un Camps amable y sin dinero?
Mientras tanto, Fabra anuncia revolucionarias medidas... De sabor añejo: pedirá a Rajoy que se reactive el PHN y la reforma del sistema de financiación autonómico para paliar el déficit fiscal que padece la Comunidad Valenciana con el actual sistema. Es decir, lo mismo que estuvo haciendo Camps en los "tristes años" del zapaterismo, cuando teníamos un presidente del Gobierno en Madrid que no amaba a Valencia. En la actual época feliz de Rajoy, como es notorio, el presidente tiene a Valencia en sus pensamientos continuamente, y quizás por ello Rajoy no haya puesto a ningún ministro, ni ningún alto cargo, valenciano, y huya como de la peste de cualquier cosa que suene a "Comunidad Valenciana": no le hace falta, puesto que ya lleva a Valencia en el corazón.
Las propuestas-reivindicaciones desvaídas de Fabra son un mero brindis al sol. Incluso aunque Rajoy tuviera intención de atender ambas peticiones, es evidente que la dramática situación económica no se lo permitiría. Fabra hace una especie de "victimismo amable", por debajo del radar, de "los valencianos sufrimos por el agua y por el déficit", con la esperanza de desviar la atención respecto de los problemas que aquejan a la Comunidad Valenciana.
Así que, al parecer, el fabrismo no era tan distinto del campsismo, después de todo: no se responde a la oposición, no se dan explicaciones, la culpa de los problemas es de Madrid,... Pero hay una diferencia: con Camps, los problemas eran mucho menores. Había elecciones en marcha, y los impagos que iban aflorando se disimulaban en lo posible. La crisis no golpeaba con tanta crudeza como ahora. Y las disculpas de Fabra, que afirma contrito sentir vergüenza por los impagos, resultarían mucho más enternecedoras si de una vez, por fin, pagase.
Cunde el desgobierno
Los problemas se le acumulan al Consell, como es notorio. Y, lo que es peor, conforme pasa el tiempo la sensación de que no saben qué hacer es mayor. En resumen: cunde el desgobierno. Una magnífica oportunidad para la oposición, que se ha aplicado a hacer preguntas, a denunciar excesos policiales y despilfarro frívolo en el contexto de crisis económica. Pero, por desgracia, lo que ha acabado llegando a los medios de comunicación es el enésimo show verbenero que hemos vivido: la diputada de Compromís Mònica Oltra es expulsada por el presidente de Les Corts, Juan Cotino, por llevar una camiseta con mensaje: "No nos falta dinero, nos sobran chorizos".
Probablemente la expulsión le venga bien a Compromís, que logra adquirir protagonismo (a costa del resto de la oposición) y deja en mal lugar al PP (resulta bastante más irritante que el PP se dedique a expulsar gente por razones ridículas en el actual contexto de penuria que en la no tan remota bonanza anterior). Sin duda, le viene muy bien a Mònica Oltra, que recupera su estatus de musa de la izquierda antiPP (en la que es su primera iniciativa "política", que yo recuerde, desde que comenzó la legislatura).
Sin embargo, los ciudadanos esperamos más de la oposición. Sobre todo, en la situación actual. Puede que las denuncias de Alarte sobre el modelo sanitario; de Marina Albiol sobre el sistema educativo; o de Enric Morera sobre la Fórmula 1 no resulten tan espectaculares como una camiseta contra la corrupción. Pero, sin duda, tienen más sustancia. Está muy bien que Mònica Oltra acompañase a los estudiantes del IES Luis Vives en su manifestación, pero sería de agradecer que no desarrollase iniciativas políticas más propias de un estudiante de instituto que de un representante parlamentario.
#prayfor... Ana Camins (PP)
El pasado jueves 9 de febrero, Ana Camins, diputada autonómica del PP en la Asamblea de Madrid, tuvo una gloriosa intervención en el Pleno. En respuesta a las críticas de la oposición sobre la gestión medioambiental del PP, Camins se lanzó por una peculiar deriva argumental, acusando a los regímenes comunistas de la Europa del Este de todo tipo de desmanes. Así, Camins habló del desastre de Chernóbil, y luego se lució explicando el drama del mar de Azov, progresivamente desecado y contaminado por décadas de descontrol... Sólo que Camins se equivocó de mar. Es el mar de Aral al que en realidad quería referirse, no al de Azov.
El mar de Aral es un mar interior ubicado en Asia Central y regado por dos ríos (Amu Daria y Sir Daria), que ha perdido un 80% de su volumen y un 60% de su superficie por efecto directo de las decisiones adoptadas por el gobierno comunista de la URSS. El mar de Azov, en cambio, es una extensión del mar Negro envuelta por la península de Crimea, en Ucrania.
Por supuesto, tiene razón Camins, más allá de los errores que cometió, en criticar a los regímenes comunistas por su escasa conciencia ecológica. La cuestión es remontarse a situaciones que tienen al menos veinte años, y en otros países, es un tipo de intervención que tiene alguna razón de ser en un parlamento regional.
En cualquier caso, el show se acrecentó cuando un periódico, el Diario Progresista (regentado por un diputado del PSOE, Antonio Miguel Carmona, en la misma Asamblea de Madrid), acusó a Camins de haber culpado directamente a IU por el desastre de Chernóbil (una interpretación un tanto sesgada, aunque tampoco pueda considerarse del todo una invención). Se desarrolló en Twitter un hashtag, #AnaCaminsFacts, en el que los internautas, en su afán por emular las declaraciones de Ana Camins, asociaban a IU con todo tipo de desmanes y desastres, y también alumbraban llamativas teorías de la conspiración, como la coincidencia entre las siglas de IU y las iniciales de Iñaki Urdangarín.
Será el Mar de Aral, ¿no?
Deixeu de fer el plorico amb "Ni Canal 9, ni LP ni L-EMV" ens trauen, que és una cosa que ja sabíem: Compromís te dificultats per a eixir als mitjans del PP-SOE. Deixeu de fer el plorico, i busqueu alternatives per a que se puga sentir el vostre missatge. A ser possible, sense samarretes.
Este article és prou ridícul! Este sebyor no sap que el PP te majoria absolutíssima i no fan cas de les seues propostes i denúncies, que no ixen en canal 9 a no ser que els expulsen... El psoe de valència no aprofita per a res, estan buscant envcara un líder; almenys la Oltra sap el que vol defensar i cap a on anar, i lamentablement de vegades amb camisetes és com pot eixir en la tele i tindre difussió. A vore si este senyor te alguna proposta interessant!
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