VALENCIA. Ayer, tras un proceso de captación de delegados largo y farragoso, salió finalmente elegido Alfredo Pérez Rubalcaba como nuevo secretario general del PSOE. En un congreso que consagra la división y la debilidad interna, y que supone un espaldarazo para la "vieja guardia" del PSOE (el felipismo) y sus apoyos mediáticos (Prisa) frente al cambio que supuestamente implicaba una victoria de Carme Chacón. Supuestamente porque, a lo largo de todos estos meses, ha resultado verdaderamente difícil saber en qué consistiría dicho cambio, más allá de que ocupasen la poltrona unas personas u otras. Un importante handicap que quedó plasmado en su discurso del sábado por la mañana en el Congreso Federal, y que quizás haya sido el responsable de su derrota por 22 votos.
Elecciones a la vuelta de la esquina
El primer reto al que se enfrenta el PSOE está ya a la vuelta de la esquina: las Elecciones Autonómicas en Andalucía, la región más poblada de España, y la principal joya de la corona, en términos electorales, con que cuenta el PSOE desde al menos 1981, cuando el referéndum del estatuto autonómico en esta región supuso un tremendo varapalo para la UCD y sentó definitivamente las bases de la victoria del PSOE en las Elecciones Generales de 1982.
Desde entonces, Andalucía ha sido un persistente granero electoral para el PSOE, que sólo falló en las últimas Elecciones Generales. Una victoria del PP por mayoría absoluta le arrancaría al PSOE su último reducto, su principal oportunidad para hacer oposición al Gobierno central y para plantear una alternativa visible en términos de gestión de la crisis. Si el PSOE pierde Andalucía, sólo le quedará el País Vasco, donde gobierna... sostenido por el PP.
A las Elecciones Autonómicas andaluzas se ha unido por sorpresa otra región: Asturias, donde el inefable presidente asturiano, Francisco Álvarez Cascos, ha optado por adelantar las elecciones sólo unos meses después de ganarlas por la mínima (con menos votos que el PSOE, pero con un escaño más). Cascos, ante la evidencia de que no podría sacar adelante sus Presupuestos, busca con este adelanto inesperado coger al PP con el pie cambiado y mejorar sus resultados electorales lo suficiente como para obligarle a pactar con FAC según sus propias condiciones (las de FAC, o Francisco Álvarez Cascos, F.A.C., que viene a ser lo mismo).
Sin embargo, lo más probable, a la vista de los malos resultados de FAC el 20N, será que el PP consiga más votos y sea FAC la que tenga que plegarse a las condiciones del PP. También existe la posibilidad de que el PSOE e IU remonten posiciones y logren revalidar una mayoría absoluta de izquierdas. Pero esta posibilidad, hoy por hoy, parece aún remota: PSOE-IU sumaron en mayo de 2011 19 escaños, y deberían alcanzar los 23.
La sempiterna sombra de la extrema derecha en Francia
Poco después, en abril y mayo (se celebran a dos vueltas), tendrán lugar las Elecciones Presidenciales francesas. El principal favorito es el candidato de los socialistas, François Hollande, tras su victoria en unas primarias abiertas a la ciudadanía que han contribuido a reactivar al PSF. El actual presidente, Nicolás Sarkozy, el "pequeño Napoleón", ha demostrado en estos cinco años que es, sobre todo, pequeño, dada su afición a los gestos rimbombantes, pero sin sustancia efectiva. Su derrota puede alcanzar ribetes de auténtica humillación si ni siquiera logra pasar a la segunda vuelta, una posibilidad que apuntan algunas encuestas.
¿En beneficio de quién? De la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, enormemente beneficiada en sus expectativas por los efectos de la crisis económica. Un escenario así reeditaría lo ocurrido en 2002 (cuando Chirac se enfrentó en segunda vuelta a Jean-Marie Le Pen), pero en esta ocasión con los socialistas como principales beneficiarios (en 2002, Chirac ganó con un 80% de los votos).
El mayor espectáculo (electoral) del mundo
Finalmente, en noviembre (en concreto, el día 6) se celebrarán las Elecciones Presidenciales en EE UU (y también la renovación de la Cámara de Representantes y de un tercio del Senado). Pero ya llevamos varios meses disfrutando (en el más amplio sentido de la palabra) de las primarias en el Partido Republicano, actualmente resumido en dos candidaturas: la del favorito, Mitt Romney, muy reforzado tras su clara victoria en Florida, y la del excéntrico Newt Gingrich.
El proceso de elecciones primarias es largo, farragoso, y da juego a muchos cambios y alternativas (así de particulares son en EE UU ¡Con lo fácil que es hacer un dedazo y arreglarlo en un momento para los próximos quince años, como en el PP!). Al principio, el terreno es pasto fértil para todo tipo de "experimentos" (en términos políticos, y menudean los candidatos extremistas. Pero, poco a poco, las cosas van centrándose, conforme los partidos escogen a quien creen que tiene más posibilidades de ganar.
Esto genera un efecto curioso, que podríamos llamar "el síndrome de Arnie Vinick (el candidato republicano a la Casa Blanca en la serie de TV "El Ala Oeste de la Casa Blanca): Vinick es un candidato carismático, inteligente y moderado en casi todas las cuestiones políticas, capaz de disputar a los demócratas el voto de centro. El problema es que algunas de sus posiciones, sobre todo religiosas, le chirrían mucho a las bases del partido, que probablemente le acaben votando, pero sin demasiado entusiasmo.
Eso es, más o menos, lo que le pasa a Romney. Es el candidato más moderado, exgobernador de un Estado tan liberal como Massachusets. Y es... mormón. Una confesión religiosa muy particular, y un aspecto poco tranquilizador para la derecha cristiana que ha de apoyarle. Probablemente acabe venciendo en las primarias, como lo hizo el senador demócrata John Kerry en las primarias demócratas de 2004, frente a candidatos mucho más radicales (y mejor vistos por las bases del partido) como el exgobernador de Vermont Howard Dean. Pero, aunque gane, está por ver que luego pueda hacerse con la Casa Blanca, ante un presidente paulatinamente fortalecido en las encuestas gracias a la recuperación económica (conseguida por cierto, merced a un aumento del déficit público, justo al revés que lo que se está haciendo en Europa).
#prayfor... Jorge Alarte y Leire Pajín
La semana pasada, el secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, se abrió una cuenta en Twitter. La ocasión viene claramente ligada con el congreso del PSOE celebrado este fin de semana, así como con el futuro congreso de Alicante que determinará si Alarte continúa en su actual puesto o es sustituido por otra persona. La victoria de Rubalcaba por la mínima es una inyección vitamínica para Alarte y la precariedad de su mandato en el PSPV.
En cualquier caso, más vale tarde que nunca. Al menos, Alarte ha comenzado a escribir en su cuenta desde el momento en que la activó. Podría ser peor. Podría ser como el peculiar caso de Leire Pajín. La exministra fue pionera en Twitter, abriéndose una cuenta a finales de 2009... Que nunca actualizó. Su presencia en Twitter no podía ser más discreta: cero tuits, cero intervenciones. Pajín iba acumulando seguidores poco a poco, hasta superar los 7.000. Momento en el cual, por fin, y coincidiendo con el congreso, decidió ponerse a escribir, para alegría de sus sufridos followers, algunos de los cuales llevaban más de dos años esperando en vano. Su primer tuit: "Oigo a Gallardón y es como meterse en la máquina del tiempo. Las mujeres bajo sospecha y los médicos inseguros. Indignante, miope".
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Guillermo López es profesor titular de Periodismo en la Universitat de València
Se supone que en EE.UU. hay dos partidos: uno de derechas (el demócrata) y otro más de derechas (el republicano). Al menos en media, porque dependiendo del estado en el que nos fijemos es posible encontrar algunos demócratas más de derechas que algunos republicanos. Esto parece contradictorio, pero en realidad es un síntoma de que allí los políticos anteponen su electorado a su partido. Aunque idealizada, la serie "El Ala Oeste de la Casa Blanca" ofrece una visión bastante ilustrativa al respecto. Su sistema dista mucho de ser perfecto, pero seguramente sea más representativo que el que tenemos aquí. Gorriarán, Toni Cantó, Madina, ahora Pajín... <a href="http://politweets.es/top100">y muchos más</a>. ¿En qué piensa Anonymous, que todavía no ha atacado estos twitters?
Es curioso pero anoche no sé si vi en Intereconomía un debate republicano... se ve que se identifican con ellos. O simplemente es una forma fácil de tener un programa de actualidad.
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