Hasta finales de septiembre, los 8.359.935 españoles con un Plan de pensiones individual sólo habían aportado 1.655 millones, la cifra más baja desde 2003. Ello se debe a la crisis, que impide ahorrar (una de cada cuatro familias tiene problemas para llegar a fin de mes) y a la baja rentabilidad de los Planes (pierden un 3,41% en el último año), con lo que el ahorro se ha desviado a depósitos y cuentas, más seguros y rentables, aunque no desgravan.
Con este panorama, bancos, Cajas y aseguradoras echan el resto en diciembre, para captar 3.000 millones en Planes, el 70% del año. Y como la crisis frena las aportaciones, van a robarse clientes de Planes, con regalos. Este año, los ahorradores buscan Planes conservadores, con poco riesgo, y piden sobre todo Planes garantizados (con un interés garantizado a 5 o 10 años), de renta fija (que invierten en deuda y fondos monetarios) y Planes de previsión asegurados (PPA), un mixto de seguro y Plan de pensiones que ofrece un interés fijo (sobre 3%) revisable trimestral o semestralmente. Y pocos Planes que inviertan en Bolsa.
Con los Planes al ralentí, España sigue rezagada del resto de Europa, donde las familias destinan un 10% de su renta a pagarse un complemento de jubilación privada (en España no llega al 3%). Aquí, hemos dedicado el ahorro a comprar la casa y no a pensar en nuestra jubilación: sólo el 23% de los españoles paga un Plan de pensiones privado, con una aportación media muy baja, 1.145 euros al año. Y esto sucede cuando se acaba de aprobar una reforma de pensiones que recortará un 20% la pensión de la Seguridad Social a partir de 2027, afectando sobre todo a los que tienen hoy menos de 49 años.
El año que viene, la Seguridad Social nos mandará un papel a casa con la pensión que nos corresponderá cuando nos jubilemos, según lo que cotizamos. Y entonces, más de uno se dará un buen susto, ya que la jubilación media está en 920,38 € al mes (y 2.497 € la máxima). Será la mejor "propaganda" para los Planes de pensiones y cada uno tendrá que echar cuentas de cuánto ha de ahorrar para poder jubilarse dignamente, con al menos el 70% del último sueldo. Ya hay herramientas en Internet con las que podemos calcularlo.
Lo fundamental es empezar pronto a ahorrar en un Plan de pensiones, con el que además nos ahorramos muchos impuestos (hasta el 45% de lo aportado, con un tope anual de inversión de 10.000 €, y 12.500€ para los mayores de 50 años). Lo ideal es empezar a los 40 años (o antes), aportando entre 300 y 500 euros al mes (con menos se consigue muy poco). Con ello conseguiríamos entre 1.000 y 1.600 euros de jubilación privada al mes durante 13 años, entre los 67 y los 80 años (esperanza de vida). Y las mujeres tendrían que aportar algo más, porque viven más años. Pero si retrasamos el Plan hasta los 50 años, habría que pagar al mes entre 475 y 800 euros para conseguir esa misma pensión complementaria.
Decidido que tenemos que hacernos un Plan, tres consejos sencillos. Uno, escoja una entidad que tenga Planes de distintas gestoras y no quiera sólo colocarle "los suyos". Segundo, compare la comisión (media: 1%) y no sólo los regalos. Y tercero, vaya cambiando de Planes a lo largo de su vida: empiece con Planes más arriesgados, que invierten en Bolsa (los datos demuestran que a 20 años vista, en valores siempre se gana) y luego, a partir de los 50 años, pase a Planes de renta fija, garantizados y PPA (a 5 o 10 años), con vencimientos ligados a la fecha de jubilación.
Y piense no sólo en la rentabilidad, sino en lo que se ha ahorrado en impuestos. Otra vía es invertir por libre, en Fondos y Bolsa, o en depósitos, pero no desgrava. Eso sí, estas inversiones se pueden recuperar en cualquier momento y en los Planes hay que esperar a la jubilación, salvo en tres supuestos: incapacidad permanente, enfermedad grave o desempleo de larga duración (más de 1 año).
El Gobierno de Rajoy ha prometido dar un mejor trato fiscal a los Planes de pensiones, para que paguen menos impuestos al cobrarse de una vez la jubilación (el 40% estaría exento de impuestos, cuando ahora se paga como si todo fueran rentas del trabajo). Un tema clave va a ser impulsar los Planes de empresa, que en España sólo tienen un 10% de los trabajadores (2,2 millones de personas) cuando hay países donde llegan al 25% y al 50% (Gran Bretaña). Sería una manera de complementar la pensión pública: más convenios con Planes de pensiones a cambio de moderación salarial.
En cualquier caso, tenemos que cambiar el chip y sobre todo los más jóvenes: si no queremos vivir mucho peor a partir de la jubilación, habrá que invertir en nuestra pensión y no en nuestra casa. Cambiar propiedad por alquiler y jubilación. Suena duro, pero hay que cambiar las prioridades porque las pensiones se van a recortar y vamos a vivir más años. No es algo que se pueda dejar para dentro de veinte años. Hay que prepararlo desde ahora. Empiece ya a ahorrar para su vejez.
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Javier Gilsanz es periodista y autor del blog Economía a lo claro
Ilustración: Enrique Ortega
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