VALENCIA. El pasado viernes el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se despachó a gusto con la CAM y armó un revuelo considerable, especialmente en Alicante. No son pocos los empresarios, representantes de los empleados o políticos que han puesto el grito en el cielo tras escuchar a MAFO calificar de escandaloso lo que está aflorando en la entidad tras la intervención y definir a la CAM como "lo peor de lo peor".
Lejos de la ortodoxia y la prudencia inherente a cargos como el que desempeña MAFO sus descarnadas palabras han despertado al sector de dentro de la propia entidad, y también fuera, que considera que el Banco de España es el culpable último de la crisis de la centenaria caja de ahorros y que todo corresponde a una conspiración urdida para acabar con la CAM.
Teoría esta que, como ocurre siempre, tiene entre sus adeptos a aquellos que niegan cualquier dato que llega de un organismo oficial por sospechoso y dan credibilidad sin fisuras a los que se ajustan a sus ideas. Especialmente llamativa me parece la desconcertante defensa que le he leído a un portavoz de la autodenominada Asociación de Impositores Valencianos de la CAM, asegurando que "María Dolores Amorós es una buena persona que solo ha buscado el bien de la caja". Este colectivo está agrupando a propietarios de cuotasparticipativas para denunciar (ya lo han hecho) a los responsables de la crisis. Supongo que ya lo habrán adivinado: el Banco de España.
Aclaremos antes de seguir un par de cosas. ¿Se excedió MAFO con su descarnada crítica a la CAM? Quizá. Se puede decir lo mismo con otras palabras, más cuanto está en marcha una subasta que a todas luces o quedará desierta o nos tocará pagar a todos a alguien para que se la queda.
¿Trata MAFO de desviar la atención de la responsabilidad del Banco de España como supervisor? Es posible. De hecho, una vez solucionado lo urgente, debe llegar el momento de aclarar lo importante. Que los españoles nos gastemos más de 7.000 millones de euros para sanear el sistema financiero nos da derecho a saber por qué llegaron las cajas a esa situación, de conocer si el Banco de España estaba al corriente, de que demuestre que le colaban unas cuentas falsas y no se enteraban, de que desvele si conocía la situación real de las entidades y, de saberlo, si podía actuar antes. Y digo podía porque, por mucho que se ha dicho y escrito, la surpervisión del BdE tienen límites. Ni se intervienen cajas con beneficios ni se pone a debate la estrategia comercial de las entidades, aunque sí se les remiten normas nuevas y recomendaciones más o menos vinculantes. Aclarar si se produjo alguna de estas circunstancias también es exigible.
Las relatadas son preguntas legítimas, que en el caso de CAM, también debería responder sin dilación el Instituto Valenciano de Finanzas y la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV), ya que CAM cotiza en bolsa y tiene emisiones de deuda.
El economista John Kenneth Galbraith, autor del celebrado 'Una breve historia de la euforia financiera', reconocería perfectamente en CAM sus tesis, confirmadas en cada episodio de crisis. Cuando estas estallan se buscan culpables con nombres. Pero a medida que pasan los días, las semanas y los meses, ese consenso general se va diluyendo hasta acabar, sin excepción, en que todo ha ocurrido por una mala regulación y una deficiente aplicación de los controles.De repente, las personas que originaron la crisis han desaparecido del escenario. La culpa es de la ley. Con otra no hubiera pasado.
Por eso, antes de que, sin darnos cuenta, nos encontremos repitiendo esa idea, no hay que perder el objetivo. Porque más allá de las presiones de los bancos para acabar con las cajas de ahorros, las campañas de desprestigio o la maldad sin límite de MAFO, los auténticos responsables del despojo en que se ha convertido CAM tienen nombres y apellidos. Son primero los miembros de los distintos consejos de administración: polítizados y la mayoría sin preparación para su puesto. Tanto es así que no han tenido problemas en reconocer que se creían lo que les decían los directivos -que ellos nombraron- sin más.
Los segundos, todos los directivos que han pasado por el equipo de Roberto López-Abad, primero, conjuntamente a María Dolores Amorós después, y esta última sola. Porque son los responsables de la gestión de la caja, los que decidieron embarcarse en el ladrillo asumiendo un riesgo intolerable sobre el total de préstamos con una morosidad del 60%, adquiriendo fondos para esos créditos en un mercado de deuda al que recurrieron como si no hubiera mañana, o mejor, como si los vencimientos no fueran a llegar, de abandonar su trabajo para dedicarse a tratar de evitar la nacionalización (¿temían lo que se podría descubrir?) mientras los depósitos iban cambiando de banco sin que nadie hiciese nadie por evitarlo. Y sobre todo, y doy fe de su opacidad en las cuentas, de manipular la contabilidad de forma creativa (MAFO dixit) para hacer ver algo que no era. Algo de esto ya les conté aquí.
Ellos provocaron el quebranto de CAM. Pueden buscar responsabilidades en el Banco de España, ese que le propuso hasta cuatro posibles socios a CAM para diluir su agujero en un grupo de cajas que se apoyaran unas a otras y en los tres casos CAM frustró el acuerdo por las ansias de poder de López Abad. Pueden acusar al Santander y al BBVA de querer llevárselo crudo. O pueden culpar a una mano negra e incluso a todos juntos en una confabulación para acabar con la caja. Están en su derecho. Pero recuerden la navaja de Occam: la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja.
CAIXA DE GROS
Roberto López-Abad, tras romperse el Banco Base, no volvió a CAM, al menos formalmente. Pero sí, y desde dentro, intrigó en el proceso de búsqueda de un comprador que salvase la nacionalización. Cuando todo se dio por perdido y se avecinaba el desembarco del FROB, la desbandada fue general. Varios directivos aprovecharon el ERE y salieron pitando con unas indemnizaciones millonarias. Otros, como María Dolores Amorós se subió el sueldo en un pacto secreto con Modesto Crespo y actualizó su plan de pensiones. Todo cuando ya sabían que a caja estaba quebrada.
Si una caja fuera una empresa al uso y esta intervención un concurso de acreedores, el Banco de España podría retrotraer esas decisiones y otras (como inversiones o acuerdos con empresas) hasta dos años atrás porque van contra los acreedores -bancos o inversores particulares que compraron emisiones- y por tanto está lesionando sus intereses que, todo sea dicho de paso, están por encima de los de los cuotapartícipes.
Por cierto, ¿sigue siendo Roberto López-Abad director general honorario y vitalicio?
CAIXA DE MENUT
Y no me resisto a acabar con dos nombres propios. Uno es el propio Ordóñez. Quizá inoportuno, tal vez con cierto rencor, pero prefiero mil veces la transparencia y las palabras claras a las mentiras y permanente opacidad de CAM.
El otro nombre es Gerardo Camps, exconseller de Economía. Hace un par de años vaticinó que en 2010 CAM perdería dinero. Le pusieron a caldo. Pero tenía razón (aunque contablemente se diga otra cosa en la caja). Lo malo es que ni él ni el Consell en el que era vicepresidente hicieron nada. Ni movieron un dedo para romper con la inercia que nos ha dejado sin un sistema financiero propio. Lo peor de lo peor.
"Lejos de la ortodoxia y la prudencia inherente a cargos" como el que desempeña lleva MAFO desde que lo nombraron. Durante años ha estado haciendo declaraciones incendiarias en los medios de comunicación contra los derechos de los trabajadores y exigiendo recortes, en lugar de hacer su trabajo. Como bien dices, Ximo, los primeros responsables son las personas que ahí estaban. Pero si va y resulta que todas las Cajas (esta misma semana se han rescatado con varios miles de millones de euros unas cuantas, por cierto) tienen semejantes problemas, cabe empezar a pensar que quizás la ley, el entorno regulatorio y el marco institucional de incentivos tenían algún problema. O sea, o que todos son tan chorizos y sinvergüenzas por ahí como en Valencia y Alicante. No sé la navaja de Occam qué piensa respecto de que la explicación pase por considerar que todo el mundo es un delincuente. Me ha gustado mucho eso de que el Banco de España no tiene competencias que le permitan controlar este tipo de cosas y que por ello no se le puede pedir responsabilidad. Sinceramente, si el Banco de España, encargado de supervisar la gestión de las entidades de crédito en este país no puede controlar operaciones con morosidades del 60%, cuentas falseadas y demás lindezas (que es lo que dices que había ahí dentro), pues mejor que lo cerremos. Y dejemos claro que aquí nadie controla y nadie supervisa. Y así los españoles, al menos, tendremos claro cuáles son las reglas del juego en nuestro sector financiero. La ley de la selva. (Dicho lo cual, estamos por aquí a la espera de que empiece MAFO a hablar de las cajas que ha nacionalizado y de los sueldos y planes de pensiones de sus gestores, tras poner pasta del FROB, cosa que no hizo con la CAM, y a explicarnos por qué la entidad valenciana es peor que esas otras)
Acertado articulo. Muchos Roques se han quedado sin dinero por la nefasta gestión y la vista gorda o incapacidad de muchas instituciones.
Estos del Banco de España y del FROB son los que tenían por misión dar valor a la Caja, según ellos mismos dijeron para excusar la intervención. Están demostrando todo lo contrario, que desean devaluarla lo más posible. Declaraciones como las de hoy del ínclito Sr. Ordoñez lo dejan bien claro. Tenía que ser verdad que la CAM es lo peor de lo peor y que no vale nada, y callárselo. Desde el puesto en el que está no se pueden hacer esos comentarios. Ha demostrado una vez más no estar a la altura. Y lo peor de todo es que nadie se lo va a recriminar. Están intentando justificar una intervención que ha sido nefasta. Desde que se intervino, las cuotas participativas han caído un 70% en el mercado, se ha jugado con el pago de las emisiones de renta fija, se ha forzado a dotar más morosidad de la que se obligaría a cualquier otro banco y una entidad que daba beneficios confirmados por la misma auditora que tienen ahora (KMPG) y supervisada por la CNMV ahora es un mar de pérdidas … y eso en tan solo dos meses. Si esta es la forma que el Banco de España quiere tranquilizar a los inversores extranjeros, la llevamos clara. Luego nos preguntaremos por qué sube nuestra prima de riesgo. Además, digo yo que tras tres años los inspectores del Banco de España incrustados en la Central de la CAM, ahora se dan cuenta de que no vale “nada de nada”. Eso sí, hay veinte entidades interesadas a priori, una docena de ellas extranjeras. ¿De verdad no vale nada o nos está vendiendo la moto? Panda de jetas. Ahora filtraciones iteresadas sobre si este cobraba más o cobraba menos. Me parece una salvajada lo que cobraban algunos antiguos gestores, pero aún así estaba por debajo de lo que se estila en el sector. Los 500.000 Eur./año de la ex-directora general está bastante lejos de lo que cobra cualquier consejero del B.Santander. Por no contar lo de los 10 millones /año de los chicos de Bankia (Rato, Olivas y cia). Pero claro, eso no toca ahora. Lo que toca es decir qué mala es la CAM.
No hay ninguna defensa de la Sra. Amorós por parte de la Asociación de Impositores de la CAM, pero sí hay una exigencia de que el Banco de España aclare por qué no ha actuado hasta ahora, teniendo la obligación legal de controlar y supervisar a las cajas de ahorro... No es cierto el comentario que usted pone en boca de la Asociación de Impositores y también me encantaría que hablasen sobre la denuncia que yo he interpuesto contra los gestores y contra la Ministra Salgado y el gobernador del Banco de España. Un poco de rigor y respeto a la verdad, que hay mucho en juego.
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