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VALENCIA. Desde 1991 a 1998, la Generalitat ha emitido de forma periódica bonos y obligaciones con formato doméstico y por subasta. Debido a la entrada de nuestro país a la Unión Económica y Monetaria y la constitución de un mercado paneuropeo de renta fija en euros, la Generalitat decidió a principios de 1998 orientar su política de financiación en valores a medio y largo plazo a través de un programa de Notas a Medio y Largo Plazo (EMTN) con formato internacional, con el fin de mejorar la distribución del papel en el Area del Euro. Así pues, las emisiones de Bonos y Obligaciones, bien tengan forma de colocación privada o emisión pública se realizan con formato internacional y dentro del programa EMTN que la Generalitat tiene en la actualidad.

Así reza en la página web del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), el brazo ejecutor de la política financiera del Consell. Lo sorprendente no es la decisión adoptada en su día de admitir a cotización en la Bolsa de Luxemburgo todo el papel emitido por la Generalitat Valenciana (GenVal), sino que tales emisiones no tienen apenas contratación.

En total son 21 emisiones, por algo más de 5.000 millones de euros, que están registradas en el mercado bursátil del país del Gran Ducado. Algún experto de una mesa de tesorería consultado por este digital ha señalado al respecto que "no es bueno que para un emisor regional tan importante como GenVal no exista un volumen de contratación frecuente del cual poder extraer información del sentimiento del mercado".

Históricamente, el programa de pagarés de la Generalitat Valenciana ha estado registrado en la Bolsa de Valencia. Sin embargo, con la reciente creación del Mercado Autonómico de Deuda Pública en Anotaciones de la Generalitat, que fue puesto en marcha por el IVF en estrecha colaboración con la Bolsa de Valencia -y obviamente con BME- a finales de 2009, las referencias se han ampliado a los llamados 'bonos patrióticos' emitidos por la Generalitat por más de 2.200 millones de euros. Tales activos se contratan diariamente junto con otras cinco referencias de la propia institución que dirige Jorge Vela por valor de 314 millones de euros.

Las apremiantes necesidades de financiación de GenVal han llevado al IVF, a petición de las cajas valencianas, a solicitar la admisión en el mercado de deuda publica española para que esos títulos pudieran ser descontables con el Banco Central Europeo (BCE), es decir, utilizarlos de 'colateral' o garantía y captar así liquidez, tal y como hacen las entidades a través de otros activos como las cédulas hipotecarias.

Sorprende que dadas las necesidades de financiación en los mercados mayoristas de la Generalitat Valenciana no exista una estrategia bien definida a la hora de donde tener cotizando todas las emisiones realizadas en dichos mercados. Esta falta de estrategia puede restar liquidez a las emisiones y propiciar una falta de interés por estos títulos por parte de los inversores institucionales.