VALENCIA. En los últimos foros empresariales se ha repetido como solución a la aversión al riesgo empresarial valenciano hacia la I+D+I la alternativa a la realización de un Silicon Valley "a la valenciana" e incluso ya hay programas de ayuda de nuestra Administración que están fomentando estancias de pymes valencianas en dicho valle en Palo Alto ( EE.UU.). El argumentario que voy a utilizar no es distinto a otros estudiosos de la "antropología económica", como a mí me gusta denominar, e incluso hace poco el mismo César Alierta, presidente de Telefónica, animaba a una solución parecida para salir de la crisis, que ya no es tan coyuntural como se creía hace tiempo.
La mayoría de emprendedores españoles envidia las condiciones en que se emprende en el Silicon Valley y sueña -en vano- con unas condiciones similares ya no en Europa, sino mismamente en nuestro país o en su región. No sabemos si algún país de Europa se animará a crear un nuevo Silicon Valley -Irlanda ya lo está intentando desde hace una decena de años- pero en España tenemos varias razones para pensar que nuestro país nunca tendrá nada similar.
Podríamos encontrar decenas de razones, aquí van cinco:
1.Fuga de cerebros. Según el Servicio de Estudios de la Caixa, la Unión Europea contaba hace escasamente tres años con 400.000 de los llamados "emigrantes altamente cualificados" ya afincados en los Estados Unidos. España siempre ha sido tradicionalmente uno de los países que más personas de este perfil exportaba, sobre todo investigadores. La crisis, cebada con España, podría aumentar drásticamente estas cantidades, de hecho cada vez son más los jóvenes que formados con nuestro dinero inician o siguen su carrera investigadora fuera de nuestras fronteras. "Hace cuatro años que terminé la carrera, voy camino del quinto en mi tesis doctoral, cobro una media de 900 euros netos al mes y la única salida que me queda es irme al extranjero. Y luego, ¿cómo vuelvo? Me planto en los 35 y no tengo nada ni aquí ni en ningún sitio". Estas son las palabras de Francisco Rausell, biólogo de 28 años y miembro de la Federación de Jóvenes Investigadores de España.
2- Las disposiciones legales. Entre ellas podríamos poner como ejemplo La "ley Sinde", tan denostada por casi todos, no parece ser tampoco una aliada de la innovación. Una de las protestas más activas contra esta disposición era clara: "Con la ley Sinde, Google nunca habría nacido". Y es que la web más visitada del mundo es la que más enlaces a descargas ofrece. Tampoco la reciente Ley de la Ciencia aprobada recientemente va a acompañar a todos los que estén fuera del Sistema de Innovación tradicionalmente aceptado.
3. Mentalidad funcionarial. Con frecuencia los emprendedores critican la poca predisposición de los políticos a la hora de ayudarles, pero también es interesante observar de cerca la mentalidad de los jóvenes españoles en edad de emprender. ¿Qué es mejor, iniciar tu propio proyecto o trabajar cómodamente para otros? Mientras Silicon Valley es una apuesta de lo primero, muchas veces España parece ser un ejemplo de lo segundo. De hecho, incluso las empresas nacidas en España muchas veces dan de lado a la innovación y acaban rindiéndose a la (aparente) comodidad de vivir del sistema de incentivos y ayudas que las distintas administraciones les ofrecen.
4. Desconfianza e inseguridad. Ya nos lo decía hace unos días Francisco Palao, CEO de Lactive, "en Estados Unidos es muy fácil levantar dinero si tienes una buena idea, aquí no es suficiente con esto". Francisco ha visitado Palo Alto en varias ocasiones y envidia unas condiciones que no se producen en nuestro país: "En España necesitas haber demostrado en muchas ocasiones la viabilidad del proyecto y haber empezado a facturar. Sólo hace falta bucear en nuestro sistema de capital riesgo o en el mismo entramado financiero para ver las enormes dificultades para obtener financiación al arranque de un proyecto. Si éste va bien en el tiempo... ¡qué distintas son las cosas!".
5. Pocas facilidades en lo político. Los políticos, hablando en general, no entienden lo que es el emprendimiento puesto que la mayoría de ellos no lo han sido. Y no sólo no lo han sido sino que en muchos casos no han participado nunca en la economía real como empleados o directivos en empresas. A los políticos habría que exigirles unos niveles de formación y experiencia profesional en el ámbito privado, sobre todo a aquellos que están vinculados al área de la economía, aunque tampoco les vendría muy mal, conocer los ámbitos de la gestión a todos especialmente ahora cuando los recursos son más escasos que nunca y hay que saber bien cómo administrarlos.
"Del dicho al hecho hay un buen trecho". Los objetivos tienen que ser claros, trazables y realistas y desde luego llega ya el momento en el que debemos de poner los pies en el suelo y dejar de soñar en situaciones y parajes más que hipotéticos.
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(*) José Mª Guijarro y Jorge es subdirector del Instituto Tecnológico de Óptica, Color e Imagen (AIDO), y doctor en Economía
Google nunca habria nacido en España, al igual que tampoco Dell o Apple. Me imagino a los Steve de la incipiente Apple en una planta baja en cualquier población española intentando sacar adelante su negocio. Antes de que se dieran cuenta ya se les habria denunciado por no tener las licencias pertinentes, se les habria agobiado a impuestos y papeleos y masacrada toda ilusión. Y es que en este pais donde el ADSL es el mas caro y malo de Europa y donde cualquier emprendedor es cosido literalmete a impuestos y papeleos antes ni siquiera de que haya podido empezar a desarrollar su actividad es muy complicado ser emprendedor. Al final, con tanta burocracia e impuestos lo que se logra es que la gente que realmente tiene una muy buena idea y un cerebro brillante se vaya, y no seré yo quien censure a esa gente por hacerlo
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