MADRID. Nunca los españoles nos hemos jugado tanto en unas elecciones autonómicas y municipales. El 22-M es tan importante para nuestras vidas como las próximas generales de 2012. O más. No exagero. Porque votamos a los responsables de gastar 3 de cada 4 euros públicos y de gestionar la sanidad, la educación, las ayudas a la dependencia y a la vivienda, la cultura y gran parte de la justicia, el medio ambiente, el deporte o las ayudas sociales. A ellos les pagamos también una buena parte de nuestros impuestos. Y tienen mucho que decir en la marcha de la economía, de las empresas, del empleo y del paro. Y del nivel de renta. Por eso, nos jugamos mucho el 22-M. Vote pensando en local y en su bolsillo.
España es el país más descentralizado de Europa, tras Dinamarca: el Estado central sólo gestiona el 52% del gasto público (ver Informe, página 230), frente al 71% de media en la UE y un mayor peso del Estado central en Alemania (63% del gasto), Reino Unido e Italia (72%), Francia (82%), Portugal (88%) o Grecia (96%). Y lo mismo en los ingresos: en España, los ingresos del Estado central pesan el 67% del total (lo mismo que en Alemania), frente a un 81% en la UE, el 87% en Francia, un 89% en Reino Unido o un 91% en Portugal.
Con datos más actuales, la Administración central gasta en España el 51% del total (21% el Estado y 30% la Seguridad Social), las autonomías el 36% del gasto público y los Ayuntamientos el 13% restante. Pero como mucho gasto del Estado central son transferencias, al final, el 77% de los gastos públicos de funcionamiento los gestionan autonomías (55%) y Ayuntamientos (22%). Y de la inversión pública, el 70% la ejecutan las regiones (43%) y los municipios (27%), según un estudio del IEF. En definitiva, que el gasto y la inversión pública está en manos de los gobiernos autonómicos y locales que votamos el 22-M. Y por el lado de los ingresos, deciden ya las tarifas de la mitad del IRPF, con un porcentaje creciente de impuestos propios y la gestión del 60% de las subvenciones europeas.
Por si fuera poco, autonomías y ayuntamientos gestionan la mayor parte de los servicios públicos y del Estado del bienestar. Son responsables del 90% de la sanidad y la educación, de la mitad de la gestión de la Justicia, de la gestión y dos tercios del gasto de la Ley de dependencia, del 80% de la cultura, el deporte y el medio ambiente, de la gestión de las ayudas a la vivienda, del urbanismo y el patrimonio, del consumo, de buena parte de la gestión del desempleo y la formación profesional, de la gestión del turismo, de una parte importante de seguridad ciudadana y protección civil, de la gestión de la emigración, los transportes (autobús, metro, trenes, algunos aeropuertos), muchas infraestructuras, subvenciones y ayudas económicas y múltiples políticas sociales (más ahora, con la crisis). Casi nada, como para que el debate electoral del 22-M gire en torno al terrorismo o al paro.
Pero es que, además, autonomías y ayuntamientos tienen mucho que decir sobre la economía, el empleo y el nivel de vida. Porque está claro que hay dos o tres Españas, con distinto crecimiento, debido al clima económico, a la estructura productiva, a la tecnología, al peso de la exportación. Regiones que crecen más (País Vasco, Navarra o Castilla y León) y regiones que caen más (Andalucía, Canarias, Castilla la Mancha, Murcia y la Comunidad Valenciana). Regiones que han perdido mucho empleo en el último año (-77.400 Andalucía o -59.900 la Comunidad Valenciana) y regiones que lo han creado (+10.800 País Vasco o +900 Navarra). Y regiones con altísimo paro (Andalucía 29,68%, Canarias 28,52%, Ceuta 26,43% o Murcia 26,16%) y regiones con paro "europeo" (11,61% País Vasco, 13,40% Navarra, 15,44% la Rioja o 16,37% Cantabria). Y lo mismo las ciudades: ¿Por qué Huelva tiene un 32,9% de paro y Guipúzcoa un 8,9%? Algo tendrán que ver sus gobernantes.
Al final, vivir en una u otra región o ciudad tiene mucho que ver con la renta y el nivel de vida que tenemos, independientemente de quien gobierne desde la Moncloa. No en vano, desde hace casi treinta años, las cinco regiones más ricas son País Vasco, Navarra, Madrid, Cataluña y La Rioja. Y las cinco más pobres Extremadura (con la mitad de renta por habitante que los vascos), Andalucía, Castilla la Mancha, Murcia y Canarias. Y los que lideran la recuperación económica en 2011, según el BBVA son los mismos, las tres autonomías más ricas: Madrid, País Vasco y Navarra.
Aquí está el meollo del 22-M: la gestión del Estado del bienestar, los incentivos económicos de unas y otras regiones o municipios al crecimiento, el empleo y la renta. Y un factor añadido: los recortes obligados al gasto autonómico y municipal, sobre todo en sanidad, educación y empleo público. No se trata de elegir entre ZP o Rajoy, sino de saber qué harán nuestros políticos más próximos con su deuda y sus déficits, con la sanidad, con la educación, con el empleo, con las empresas, con las ayudas, con las infraestructuras, con el medio ambiente, con la vivienda, con los jóvenes. Un debate inexistente en esta campaña. El 22-M tiene mucho que ver con nuestra vida y con nuestro bolsillo, quizás más que las generales. Que no nos despisten. Votemos pensando en local, en nuestra vida diaria y en nuestro bolsillo.
______________________________________________________
(*) Javier Gilsanz es periodista y autor del blog 'Economía a lo claro'
----------------------------------------------------------------------------
Ilustración: Enrique Ortega
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.