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VALENCIA. Hace más de una semana comenzó la campaña electoral previa a las elecciones autonómicas y locales del 22 de mayo. La campaña se está recibiendo en la Comunitat Valenciana con una gran indeferencia por parte de los electores y lo que es más preocupante, por parte de la mayoría de candidatos.

La inapetencia por parte de los electores la podemos encuadrar en la desafección creciente dentro de las sociedades occidentales hacia los políticos y sus partidos. Además podemos encontrar actitudes por parte de la clase política que invitan a la desgana del electorado, como son los casos de corrupción que han inundado nuestro territorio o el bipartidismo perpetuado en nuestras instituciones.

Algunos colectivos, según los estudios sociológicos, son los más proclives a esta indiferencia, dentro de los cuales destacan los jóvenes y los desempleados. Si a esto añadimos que la CV es una de las regiones con mayor desempleo juvenil de la Unión Europea (ver tabla adjunta). En 2009 el desempleo juvenil de nuestra autonomía ascendía al 39,5% (los datos del primer trimestre de 2011, aún no armonizados a nivel europeo, son del 50,9%). 

Las cifras son preocupantes, la CV era en 2009 la novena de 324 regiones de la UE-27 más Macedonia, Turquía y Suiza, con mayor desempleo juvenil. Solo por detrás de regiones de ultramar francesas (Guadalupe, Martinica o Reunión), Canarias, Andalucía, Extremadura, Cerdeña y Melilla. En el lado opuesto (con los que deberíamos medirnos) tenemos regiones de los Países Bajos, Alemania y Suiza con cifras por debajo del 7%.

Los partidos políticos mayoritarios han optado por una campaña de baja intensidad. Unos porque se encuentran cómodos e intentan mantener enterrados distintos casos de corrupción que sobrevuelan a sus candidatos. Otros porque sus candidatos directamente son desconocidos por la mayor parte del electorado.

El 22 de mayo conoceremos el veredicto. Veremos si el Partido Popular aumenta el porcentaje electoral conseguido en 2007, si los socialistas valencianos quedan por debajo de la fatídica cifra del 30% de los votos o si los grupos minoritarios (EU y la Coalició Compromís) logran superar la vergonzosa barrera del 5%.

Sean cuales sean los resultados, debemos de tener claro que el sistema de partidos y de simple elección cada cuatro años de nuestros representantes es obsoleto. Tendremos que buscar un procedimiento donde todos los ciudadanos nos sintamos representados, y esto deberá de ir encaminado a incrementar la participación directa de los ciudadanos en la vida política, instaurar un sistema de listas abiertas y limitar el poder de los partidos políticos.