VALENCIA. El pasado mes de noviembre, la Generalitat de Catalunya daba un salto más que cualitativo en su estrategia de financiación de su excepcional déficit público. Con los mercados de capitales cerrados para la marca España en toda su extensión, no hubo más remedio que solicitar dinero, de nuevo, al contribuyente.
La colocación de los conocidos 'bonos patriotas' fue un verdadero éxito. Sorprendente para muchos, puesto que hasta en tres ocasiones tuvo que ampliarse el importe de la emisión. Finalmente, el 19 de noviembre se desembolsarían 3.000 millones de euros al 4,75%, con vencimiento a un año.
No pasaron más de 13 días y mediante resolución del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), la Generalitat Valenciana (GenVal) se disponía a copiar, literalmente, todas las condiciones básicas de emisión llevadas a cabo por su 'colega' catalana. Así, el 22 de diciembre de 2010 se desembolsarían 1.500 millones de euros, al 4,75%, con vencimiento a un año.
Ni que decir tiene que el exitoso esquema propuesto por GenCat en cuanto a la captación de dinero de inversores minoristas, lo fue de igual manera para GenVal ejecutándose la prevista ampliación de importe desde los 1.000 millones de euros.
Entrados ya en el presente ejercicio, GenCat movió ficha de nuevo a finales de marzo pasado. En este caso fueron 400 millones de euros, que se colocaron entre inversores institucionales -españoles y extranjeros-, desembolsados el 4 de abril de 2011. El coste de la emisión fue fijado en el 5,5% y el plazo de vencimiento a dos años. No tardó mucho GenVal en seguir los pasos, dado que el 13 de abril emitió 400 millones de euros entre inversores institucionales a un coste del 5,5% y a dos años.
La única diferencia entre ambas emisiones fue que la emisión valenciana se admite a cotización fuera de la Bolsa de Valencia, concretamente en Luxemburgo, mientras que la Generalitat de Catalunya lo hace en su propio mercado, es decir, la Bolsa de Barcelona. Por cierto, una diferencia muy cualitativa para los intereses de ambas plazas financieras.
Pero las vidas paralelas entre una y otra institución a la hora de sacar papel al mercado no quedarían ahí. GenCat volvió a apelar nuevamente al ahorro de los inversores minoristas el pasado 11 de abril, con dos emisiones -12 y 24 meses-, con tipos del 4,25% y 4,75% respectivamente. El objetivo conjunto de la colocación fijado en los 2.980 millones de euros fue un rotundo éxito, puesto que hubo un cierre anticipado de ambas series ante la espectacular demanda que obligó a ampliar hasta los 3.200 millones de euros.
Apenas dos semanas ha tardado GenVal en imitar a su colega catalana, dado que ayer lunes el propio conseller de Economía, Gerardo Camps, anunció que se está ultimando una doble emisión para minoristas a los mismos tipos y plazos que GenCat. La diferencia en este caso es que la emisión es bastante más modesta: 800 millones de euros.
La festividad pascuera ha retrasado los planes de la Administración autonómica aunque, de momento, todavía las emisiones no cuentan con los pertinentes códigos ISIN de manos de la Agencia Nacional de Codificación de Valores. Pero tan sólo es cuestión de tiempo, muy poco tiempo, porque la Generalitat Valenciana quiere aprovechar la espectacular demanda que han tenido los 'bonos patriotas' catalanes. Y, de paso, captar liquidez para pagar -o cuanto menos adelantar los plazos- a sus proveedores.
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