La primera ha sido la de producir el efecto de ser la CAM una entidad puesta en cuarentena por sus propias semejantes (failed peer review) y la de quedar en medio de un paraje desierto de riesgo nuclear. La segunda es quedar extirpada la Comunidad Valenciana del mapa de la nueva normalidad bancaria. La tercera la reconsagración de la impunidad y la falta sempiterna de responsabilidades que siempre siguen en la Comunidad a la consumación del desastre.
A esta desintegración forzosa del proyecto inicial del Banco Base le siguen incertidumbres más que inquietantes ¿a qué profundidad hiere esta coyuntura el prestigio económico de nuestra Comunidad? ¿cuánto tiempo se prolongorarán los efectos de la radiación resultante de la fisión? ¿hasta dónde es lícito suponer que esta lamentable insolvencia escénica no es más que la metástasis extrafinanciera del modelo productivo y de gestión que la determinó?
La apariencia normal que conserva la calle valenciana se debe a que nuestra tragedia se consuma de manera fragmentaria y discreta. Con hundimiento, pero sin el impacto de una imagen comparable a la del derribo de las torres gemelas.
Ya vemos que una pérdida sucede a otra sin sublevaciones aparentes. La Comunidad Valenciana se va extinguiendo fragmentariamente víctima de una lenta fisión que la descompone, que le restringe más y más en su viabilidad y en su longitud de onda. Pero algo parece indicar que nos hemos acostumbrado al veneno.
Lo que le ha sucedido a la CAM es que previamennte a la fusión financiera se ha encontrado sin quererlo con unas pruebas de esfuerzo que no ha podido superar. La inquietante pregunta es ¿en cuántas cosas más suspenderíamos estrepitosamente los valencianos si alguien tuviese el talento de someter a la Comunidad a las evaluaciones pertinentes?
La crisis se le empieza a antojar ya a uno un concepto demasiado selecto como para poder predicarlo de todo este cachondeo de irresponsabilidades autonómicas. Esto ya ni es crisis ni es nada. La crisis es cambio, pero esto es una desesperante foto fija de una Comunidad Valenciana que no nace ni a tiros y otra que no acaba de morir.
Estoy totalmente de acuerdo con usted Salvador. A todos los valencianos nos interesa una CAM fuerte y con futuro. Ojala el asunto se pueda solucionar y la caja salga lo mejor parada posible. Tal vez la fusión de las cajas valencianas que no fue posible en circunstancias normales pueda reaparecer como hipóteis como el tema de Bankia que usted comenta. Un saludo
Yo creo que esta "Fusion"// " Fision " que se comenta aun no ha escrito sus paginas finales. Es decir el barco esta agitado. Pero no hundido La C.A.M Con oó sin Banco BASE Y con el apoyo de toda la Comunidad Valenciana. Triiunfara yo apuesto por la union con BANKYA saludos
insólita sí, cuela todo.
Muy pertinente. Casi más triste que la crisis es la incapacidad para reaccionar que estamos demostrando como sociedad.
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