VALENCIA. La primera indicación necesaria para orientarse con la política del Consell es comprender que su discurso económico no se fundamenta en cifras, sino en imágenes. Iberdrola Renovables fue en su momento una de esas imágenes, así es que su reabsorción implica el derribo simbólico de otra pieza más del modelo.
Si la instalación en Valencia de la sede de Iberdrola Renovables representaba en su momento la confirmación de la pujanza económica de nuestra Comunidad ¿qué deberíamos interpretar ahora que se anticipa su retirada?
Entre el momento en que Iberdrola Renovables decidió instalar en Valencia su sede social y el día en que anunció la reabsorción de la compañía por su empresa natal, Lehman Brothers se declaró en quiebra, la floreciente Islandia se deslizó por los confines del estado fallido, la economía mundial destruyó unos cuarenta millones de empleos y los griegos reuniversalizaron la tragedia dos mil quinientos años después de Esquilo.
De múltiples y desagradables maneras se han concretado los efectos de esta crisis en el contexto de nuestra Comunidad. Pero en los aspectos más estimulantes de la reinvención que se le suponen, ésta ha sido para los valencianos una crisis robada. De hecho, en pocos sitios como aquí la crisis ha dado pie en todos los órdenes a una consolidación tan apabullante de las ideas y los intereses del statu quo.
La Comunidad Valenciana ha vivido este periodo de ajustes cruciales con la actitud de un paciente particularmente pasivo. Pues por ofensa o por defensa, de pocas cosas hemos oído hablar los valencianos que no guardasen relación con el caso Gürtel.
Así es que en medio de este tiempo económicamente detenido, el paso de Iberdrola Renovables por la Comunidad ha dejado una sensación fugaz como de trayecto de ida y vuelta en un tren de alta velocidad.
"Iberdrola Renovables es un proyecto empresarial que se encuentra en el sector correcto y en el momento preciso". Esta fue la bienvenida literal de Ignacio Sánchez Galán a la inauguración de la cotización bursátil de la compañía.
La depreciación simbólica de nuestra Comunidad como tierra de oportunidades o el pesimismo colectivo de los valencianos respecto de nuestra economía no admiten una cuantificación precisa. Pero, por si pudiese aportar algo, las acciones de Iberdrola Renovables han perdido desde entonces el 43 por ciento de su valor.
Esta Comunidad Valenciana -increíble pero cierta- de grandes prosperidades, de eventos y de efectos especiales, se volatiliza. Pero todo seguirá igual, porque nadie puede dejar de vivir una ficción sin un recambio mental que la sustituya.
Torneo de Debate Campus Jove
¿La seguridad del estado justifica limitar la libertad de información? En torno a esta sugerente pregunta, el pasado miércoles se celebró en la facultad de derecho la final del primer torneo de debate organizado por Alberto Aznar, del sindicato de estudiantes Campus Jove.
Con claridad de ideas y un gran sentido de las formas, dos equipos de cuatro estudiantes, el G4 y los Hombres de Espinosa, se enfrentaron para responder a la cuestión.
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