MADRID. Con la crisis no sólo se ven colas en las oficinas del INEM: los españoles acuden mucho más a su médico o al psicólogo y está creciendo el consumo de antidepresivos. Si dicen que "el trabajo es salud", el miedo a perderlo o estar en paro es muy insano, como revelan distintos estudios científicos. Cuatro de cada diez españoles padece estrés laboral y son muchos los que sufren cansancio, angustia, insomnio o depresión. Incluso, comemos más. La crisis está dando más trabajo y más costes a la sanidad y provoca un estado de ánimo negativo que empeora la salud de casi todos. Por eso, hay que cuidarse y salir de la crisis.
La crisis económica está deteriorando la salud de los españoles. El aviso lo han dado 56 expertos sanitarios de SESPAS, que van a presentar en el Congreso un informe donde revelan que el paro, la inseguridad laboral, el trabajo precario y la crisis han hecho que empeoren los indicadores de salud y que aumenten las enfermedades mentales, como la depresión o la ansiedad. Y añaden que arreglar esta situación no depende sólo de mejorar la asistencia sanitaria, sino que "el Gobierno y las autonomías deben valorar el impacto de las políticas sociales y laborales sobre la salud pública antes de ponerlas en marcha".
Es otra visión de la crisis, su impacto sobre nuestra salud. Y es que el 40% de los asalariados españoles (y el 50% de los empresarios) está afectado de estrés laboral, según datos del INE. Un síndrome que causa pérdidas por valor de 2.000 millones al año, según la Fundación Europea para la mejora de las condiciones de vida y de trabajo. Y además, casi el 70% de los españoles se siente cansado y con falta de energía, según una encuesta de SEDCA realizada en 14 países europeos, donde se revela también que España es el segundo país (tras Portugal) donde peor se compagina vida laboral y personal, la base del estrés.
Tres de cada cuatro españoles reconoce que, en algún momento, la salud se ha visto afectada por el trabajo, según una encuesta de Randstad. Y con la crisis, han surgido nuevas patologías: fatiga crónica (cansancio, pérdida de memoria, incapacidad para concentrarse, dolores de cabeza, cuello y espalda, insomnio...), ergodependencia (dependencia del estrés: no poder estar sin trabajar), presentismo (lo contrario de absentismo: hacer horas a destajo y no salir del despacho por si le mueven la silla), tecnoestrés (no poder vivir sin Internet)...
Y sobre todo, tienen más tarea los psicólogos, incluidos los gabinetes de los sindicatos, que han detectado un aumento de cuadros depresivos, ludopatías y conflictos de pareja. No en vano, los antidepresivos son los segundos medicamentos más vendidos, por valor de 475 millones de euros en 2010. Incluso ha aumentado la obesidad: "si falta trabajo, lo que queda es comer y ver la televisión", decía muy gráficamente el nutricionista Pierre Dukan.
¿Qué hacer? Es básico una primera actuación en las empresas, aunque sólo una de cada cuatro tiene medidas específicas para promover la salud laboral: horarios, guarderías, teletrabajo, control de reuniones a deshora, salas de juego y relax, planes de prevención... Y luego, hace falta una política de salud centrada no sólo en los médicos, los hospitales y los medicamentos, sino en mejorar las condiciones de vida y la prevención, ayudando a cambiar hábitos de vida insanos, como el sedentarismo y la obesidad. Y sobre todo, hacer una política sanitaria específica para los colectivos más afectados por la crisis: jóvenes, mujeres y mayores de 45 años, un colectivo con doble riesgo de caer enfermos.
Si no hay trabajo, por lo menos que tengamos salud. Pero hay que poner los medios, en casa, en la empresa y en el país. Un tema clave es recuperar la autoestima, ya que la imagen que tenemos los españoles de nosotros mismos ha caído en picado en los dos últimos años, según el estudio de Reputation Institute. Nos vemos peor que nos ven. Hay que cambiar eso. Somos igual de buenos que cualquier país. Y saldremos de la crisis. Que sea con salud.
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(*) Javier Gilsanz es periodista y autor del blog 'Economía a lo claro'
Buenas tardes; cuando uno se queda "realmente" en paro sea profesional liberal o contratado pasamos por un periodo de Primero: al día siguiente no tiene "agenda" ni telefono a donde llamar 2.-Caemos en la cuenta que los telefonos que teniamos,que los contactos,las amistad entran en un sospechoso silencio 3.-Entonces la mayoria reaccionamos y partimos de una base "nadie nos vá a venir a resolver el problema" y nos quitamos la chaqueta,porque lo demás el "status" las tarjetas esas ya te la han quitado y dá igual en que reconviertes tu vida no importante es "no dejarse" si algunos hemos utilizado antidepresivo pero no por la "depre" en si .Algunos nos reconvertimos en agricultores,otros ecologistas y otros siguen machacando sobre lo que hacia "antes de" Sigo teniendo los antidepresvio pero en el cajon hay dias mejores y otros menos buenos ¿lo importante? "no dejarse" atte Alejandro Pillado Valencia 2011
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