VALENCIA. Los cerca de 4.000 empleados del SIP de Bancaja y Caja Madrid que serán prejubilados en 2011 no tienen la culpa de nada, como tampoco la tendrán los de la CAM ni la tuvieron los miles de prejubilados de RTVE (ni en su momento los de RTVV), o hace años los de Telefónica o los de otras grandes empresas que durante los últimos años han expulsado de sus plantillas a sus más expertos y 'quemados' empleados después de largos años de servicios en unas compañías -salvo excepciones honrosas- cuyo factor humano apenas ocupan unas líneas en la cuenta de resultados.
No vale argumentar que estos salarios son abonados por las empresas (o los bancos, o las cajas), y no el Estado, al igual que los cotizaciones hasta el momento de la jubilación. No justifica la perversión del fenómemo. Pero además no es verdad. El resto de los contribuyentes pagan a los prejubilados los subsidios de desempleo y el resto de atenciones sociales -infraestructuras, educación, sanidad, etc...- propias de este decadente estado del bienestar obteniendo nada como contrapartida. Estos trabajadores que el sistema ha expulsado "porque sobran" ya no producen, ni aportan su experiencia y conocimiento... no hacen nada, salvo consumir... y consumirse.
¿Cómo ha llegado esta organización social llamada España a tan absurdo extremo, uno más entre tantos? Es del todo incomprensible que en un país cuyo primer problema son sus más de cuatro millones de parados, su falta de productividad e ineficacia, esté pagando generosamente a decenas de miles -en su mayoría expertos- trabajadores por no trabajar. Si a cambio al menos creciera el empleo juvenil, pero ni siquiera ese es el caso. En fin, el país que soporta este tipo de fenómenos no está en sus cabales.
Sí, ya se sabe que es vital que las cajas de ahorro recorten sus plantillas porque deben ajustar sus estructuras, como antes hicieron otras grandes empresas y con anterioridad las grandes industrias durante la reconversión de los años ochenta. Pero la experiencia no ha enseñado nada a la clase dirigente -politica, empresarial y sindical- española: pasan los años y vuelve a actuar de forma tan insolidaria y costosamente estúpida, sin tomar en consideración las soluciones halladas en otros países.
La mayoría de los responsables de este estado de cosas permanecen sólidamente instalados en sus puestos, sin asumir responsabilidades por nada. Nadie sobra en el Ministerio, en la Conselleria, en el consejo de administración, en el sindicato... Ni siquiera los ineptos. Ahora andan enredados en intentar reorganizar lo que antes desorganizaron... claro que la sociedad aguanta todo esto y mucho más. Menos mal que ni Zapatero, ni Rajoy, ni tan siquiera la jubilación a los 67 son irreversibles... Esto puede tener arreglo si nos lo proponemos.
LA DEUDA ESTALLA EN 2011
Así cualquiera reduce el déficit autonómico. ¿A esto se refería la ministra Elena Salgado cuando dijo la semana pasada que los mercados se tranquilizarían cuando conocieran los datos del ajuste autonómico español? ¿Al aumento de un 27% del endeudamiento del conjunto de la comunidades autónomas en lo que va de año? Para echar a correr. Volvemos a lo mismo, ajustes, reforma laboral, jubilación a los 67, congelación de pensiones... y las CC AA haciendo de su capa un sayo. ¿Queríamos contención en la deuda pública? Pues toma 27%...
No extraña, pues, que los siempre alarmantes boletines confidenciales internacionales que manejan restringidos círculos de empresarios y directivos señalen el segundo semestre de 2011 como fecha aproximada para el estallido de la deuda sobreana europea (y norteamericana, cuyo gobierno ya no puede soportar mucho más tiempo los déficits locales y regionales, como el de California). Será la gran conmoción, el momento de los cambios profundos, de coger el toro por los cuernos y a la fuerza. Pero cuando llegue la hora habrá algunos mejor colocados que los que no han hecho sus deberes.
LOS DEBERES DEL BANCO DE ESPAÑA
La semana pasada, el Banco Central Europeo, el 'sheriff' de la banca comunitaria, dio un coscorrón al Banco de España por su negligencia en los años del boom a la hora de controlar los excesos crediticios de bancos y cajas de ahorro españolas (especialmente estas últimas) en la industria del ladrillo. Eran los tiempos como gobernador del valenciano Jaime Caruana, cuya cuna mecía el hoy presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato. Entonces el Banco de España se limitaba a realizar alguna tímida recomendación de autocontrol mientras la orgía ladrillera de las cajas alcanzaba su esplendor y desoía recomendaciones.
La concentración de riesgo en el sector inmobiliario y la irresponsabilidad manifiesta alcanzados a la hora de financiarlo nos ha conducido en el presente a una crisis nacional de credibilidad en el exterior cuyas consecuencias me temo aún no hemos percibido con toda su crudeza. Seguramente sea cierto que lo peor está por llegar vía vencimientos bancarios y suspensiones de pago autonómicas (pero no estamos aquí para hacer de pitonisos).
¿Qué hacen ahora el Banco de España y el Gobierno para reconducir la situación? Exigir jubilaciones a los 67 años (menos para el sector financiero, que lo hacen a los 55, como ya hemos comentado), reformar las leyes laborales para precarizar el empleo, meter prisa en las fusiones... pero el sector financiero sigue manteniéndose en la sombra sin que se sepa realmente qué hay escondido bajo sus alfombras en forma de activos inmobiiarios, vencimientos inminentes de deuda y créditos impagados. Valen toda clase de trucos para escapar a la transparencia. Ese debería ser la preocupación de MAFO: devolver la confianza al sistema financiero español, que decae por momentos. Y propiciar una verdadera renovación al frente de las entidades para no ver a los mismos perros con distintos collares al frente de ellas (¿qué intereses defienden realmente)?.
Todo lo demás es evasión de responsabilidades y falta de valor (o de talento).
Como usted bien dice en su amable carta, los prejubilados no pagan subsidio de desempleo: simplemente "lo cobran" y eso que como usted también dice, no se van a quedar desempleados...
No sé quien es el señor CRUZ SIERRA, pero es lamentable que escriba de lo que al parecer desconoce y ademas ustedes le den espacio para hacerlo. Cita que "..El resto de los contribuyentes pagan a los prejubilados los subsidios de desempleo y el resto de atenciones sociales -infraestructuras, educación, sanidad, etc...- propias..". NO. Los prejubilados no paganh subsidio de desempleo porque no se van a quedar desempleados. El resto de impuestos los pagan como todos los trabajadores. Un saludo
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