VALENCIA. El coordinador del área de Desarrollo Urbano y Vivienda del Ayuntamiento de Valencia,el socialista Vicent Sarrià, tiene ante sí varios de los retos más complicados y apasionantes del mandato tras la salida de Rita Barberá del consistorio y el fin del dominio del PP en el Cap i Casal de los últimos 24 años.
Asuntos como la recuperación del Cabanyal-Canyameral, la rehabilitación de viviendas, la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), el Parque Central, el convenio de Jesuitas o el proyecto de la línea T2 del Metro, son exámenes a los que, de una manera u otra, el concejal Sarrià debe enfrentarse ya no en los próximos cuatros años, sino en los meses venideros.
-¿Cómo se va a proceder antes el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que presentó el anterior gobierno liderado por Rita Barberá?
-Las tres fuerzas que conformamos el equipo de gobierno manifestamos en su día que nuestro objetivo era retirar una revisión que, a nuestro juicio, era innecesaria, mal calibrada y depredadora de la huerta. Abogamos por trabajar en la ciudad consolidada, resolver los vacíos de esta ciudad, abordar el problema del suelo dotacional pendiente de ejecutar, que es aproximadamente el 80% del que había previsto en el PGOU, y eso implica un trabajo de gestión urbanística barrio a barrio y significa trabajar sobre el anterior Plan General. Valencia no necesita crecer en extensión, sino crecer sobre sí misma, y atender las demandas de dotaciones de los barrios y la resolución de problemas urbanísticos de hace dos décadas. La revisión tal y como estaba planteada la aparcamos. La fórmula sobre la que se produzca el desistimiento estamos estudiándola.
-Pero, ¿aparcar la revisión del PGOU del anterior gobierno no implicará un retraso en las actuaciones?
-Una cosa es el planteamiento y otra la gestión urbanística. Independientemente de la fórmula que elijamos, desde septiembre nuestro objetivo es actuar sobre la ciudad consolidada y no tener que esperar. Queremos actuar de inmediato sobre los barrios que más lo necesitan: revisar el estado de dotación y ejecución del actual PGOU que nos permita solucionar esos déficits que existen en cada zona con el objetivo de conseguir esos suelos dotacionales sin tener que recurrir a la expropiación como única vía de conseguir ese suelo. Eso precisamente es lo que ha hecho el gobierno municipal hasta ahora, lo que ha desembocado en un gasto acumulado de más de 500 millones de euros en expropiaciones en las últimas legislaturas. Una dinámica insostenible desde el punto de vista económico para el Ayuntamiento.
-Si no quiere aplicar expropiaciones, ¿cómo piensan actuar?
-Nosotros impulsaremos transferencias de aprovechamiento, modificaciones puntuales del planeamiento, acuerdos con los propietarios, potenciaremos la gestión urbanística para que la ciudad y sus barrios tengan las dotaciones que sean necesarias, reordenando aquellos aspectos del Plan General pero desde el primer momento. En paralelo veremos cuál es la mejor fórmula para hacer una revisión del PGOU con otros criterios distintos a los que planteó el anterior equipo del gobierno del PP y que por supuesto no van a pasar por ocupar nuevos sectores del huerto ni de aumentar el perímetro de la ciudad salvo alguna actuación puntual.
-¿Qué van a hacer con Sociópolis? Su jefe de filas, Joan Calabuig, habló de la necesidad de impulsarlo.
-Es un exponente de una política equivocada del gobierno local y autonómico del PP, puesto que se impulsó desde la Generalitat. El fracaso de esa iniciativa salta a la vista: cualquiera que visite Sociópolis puede percibir el fiasco que supuso, con un edificio de 184 viviendas que impulsaba el Ivvsa paralizado, como un esqueleto testigo de ese fracaso y puesto a la venta por la Generalitat. Una urbanización nunca concluida pese a que el Ayuntamiento puso toda las facilidades al Gobierno valenciano.
-¿Entonces?
-No compartimos la filosofía del proyecto pero a día de hoy viven familias que pertenecen a la ciudad y no hay otra opción que no sea tratar de completar la urbanización y desde el Ayuntamiento, dotar de los servicios necesarios. Ya estamos en contacto con la Generalitat para buscar soluciones de cara a completar la urbanización, que es competencia suya, pero también es responsabilidad nuestra porque hay vecinos que viven allí y son ciudadanos de la capital. Así que le exigiremos a la Generalitat que cumpla sus compromisos.
-Una de las medidas 'estrella' de su programa era el ambicioso plan de rehabilitación de viviendas que crearía 7.500 empleos. Una idea en la que coincidía en términos generales con Compromís. ¿Cuál es la hoja de ruta?
-Es uno de los ejes de reactivación económica de la ciudad para nosotros. Una acción en la que el Ayuntamiento debe poner un plus inversor pero que es una actividad necesariamente afectada por todas las Administraciones y, por supuesto, de aportaciones externas que la facilitaran con subvenciones y programas europeos. Estamos en conversaciones con la Generalitat para ver cómo podemos concretar una colaboración para impulsar de manera definitiva tanto desde el ámbito público como privado en la ciudad.
-Uno de los epicentros de esta rehabilitación será el Cabanyal, según vienen anunciando.
-La propia Conselleria ha anunciado la reorientación de fondos del Plan Confianza para dirigirlos explícitamente a la tarea de rehabilitación del barrio. En paralelo, desde el Ayuntamiento vamos a presentar un plan integral a la Unión Europea que nos permita conseguir fondos adicionales. En este sentido, cabe recordar que el consistorio tiene un parque de unas 500 viviendas y solares en propiedad en el ámbito de la antigua prolongación de Blasco Ibáñez, que es un activo por el que vamos a empezar una vez diseñemos con la Generalitat el plan de actuación. Esperamos que esta experiencia nos sirva de guía para otros barrios de Valencia que tengan situaciones similares y donde podemos aplicar proyectos de este tipo. Estamos en contacto con organizaciones empresariales que han mostrado su deseo en participar de este proceso, como Fevec por ejemplo. Todos somos conscientes, que la rehabilitación es uno de los motores para impulsar la reactivación económica de la ciudad además de mejorar la calidad urbana.
-Otra de las 'patatas' calientes de su departamento es el ya viejo proyecto del Parque Central. ¿Vamos a ver alguna aceleración en él?
-Es difícil que haya un golpe de timón sobre lo que está en marcha. Nuestro objetivo no es únicamente completar el trozo de parque que se planteó en la zona Ruzafa-Malilla, queremos pisar el acelerador para que esa parte, para nosotros insuficiente, del Parque Central, se ejecute lo más pronto posible pese a las muchas dificultades que existen puesto que, por ejemplo, no se tienen la totalidad de los terrenos para la actualidad, que existen problemas de diseño en la parte de rehabilitación que afecta a las naves de Demetrio Ribes en el sentido de que no había ningún canal de diálogo abierto con los vecinos... Todo esto lo estamos poniendo en marcha: se ha creado una comisión técnica con las delegaciones de Patrimonio y Deporte junto a las entidades vecinales para una vez rehabilitadas las naves consensuar su uso en el futuro.
-¿Y qué pasa con el soterramiento de vías y el proyecto del túnel pasante?
-Evidentemente, que avancemos en el proyecto no es óbice para que no haya una reivindicación hacia el Ministerio de que seguimos exigiendo el cumplimiento de los términos del convenio: es decir, demandamos el compromiso con Valencia y con la Comunitat de que se aborde la reforma de la red arterial ferroviaria que afecta no solo al Cap i Casal sino a todo el Corredor Mediterráneo. Terminar con ese cuello de botella, es una exigencia firme del Ayuntamiento, de los empresarios y de toda la sociedad civil valenciana y no vamos a renunciar a ello como hizo Rita Barberá.
-Otro asunto de larga duración, ¿para cuándo los avances en el convenio de Jesuitas?
-Esta semana nos hemos reunido para abordarlo. El consistorio está cumpliendo las previsiones del convenio y en breve se licitará el proyecto demolición del llamado 'nuevo ayuntamiento' situado junto al viejo Mestalla. A la vuelta del verano estará lista la mencionada licitación, puesto que se han producido ya las transferencias de aprovechamiento entre el solar y la avenida de Aragón. Solventadas las dificultades, lo normal es que en torno al mes de noviembre se materialice la permuta de los terrenos de Jesuitas por la avenida de Aragón y se proceda a la demolición. A partir de entonces empezaremos a trabajar junto a la universidad en la anhelada ampliación del Botánico en el solar de Jesuitas.
-En la pasada legislatura, el PSPV y usted en particular fueron muy activos respecto al problema del parking de Brujas. Ahora, la pelota está en su tejado.
-Esto ha sido un martirio para los comerciantes de la zona en la medida de que las obras se prolongaron durante años con los perjuicios que esto ha supuesto. La Generalitat no cumplió y en un momento dado el Ayuntamiento 'rescató' al Gobierno valenciano de sus compromisos y, para terminar, tras el concurso fallido del parking, devolvió la responsabilidad a la Generalitat que era quien la tenía originariamente. Un proyecto, el de este aparcamiento, que no era el objetivo principal de la actuación, sino que era una consecuencia de las obras de la Línea T2 del metro. En la primera reunión con la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, llegamos al acuerdo de que la Generalitat asumirá terminar la construcción y equipamiento del parking lo más rápidamente posible incluida una nueva rampa de acceso en la continuación de Guillem Sorolla. Y por otro lado, el proyecto de urbanización que había hecho la Generalitat de la plaza de Brujas hemos pedido que se haga una urbanización provisional que no perjudique más la vida comercial y ciudadana del entorno y que en paralelo revisemos el proyecto anterior porque partía de unos criterios de movilidad que no compartíamos. Hay que abordar todo esto teniendo en cuenta la integralidad de la actuación y consensuándolo con comerciantes y vecinos.
-Un proyecto relacionado con la línea T2, también conocida como 'línea fantasma' del metro.
-Para el equipo de gobierno es un objetivo completar la infraestructura y para ello necesitaremos la ayuda del Ejecutivo central. Ahora bien, lo que hemos puesto sobre la mesa en la conselleria es que es absurdo tener un gasto de mantenimiento de la línea completada entre Nazaret y la calle Alicante sin uso. Así que pedimos es que hicieran los estudios necesarios para ver si provisionalmente podemos poner en funcionamiento ese tramo ya ejecutado.
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