VALENCIA. La directora del Museo San Pío V, Paz Olmos, no piensa en su salida. Así se puede deducir de sus últimos movimientos. La que fuera directora general de Patrimonio, amiga personal del ex presidente Francisco Camps y persona sin formación específica en Historia del Arte, sigue trabajando como si no se hubiera producido el cambio político y tiene previsto presentar dosieres de las próximas exposiciones que está organizando para que le sean aprobadas por el actual conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, de Compromís.
"Es como si la gente no supiera que es la última que queda de la era Camps", bromean desde el museo. "Ella lo llama ‘tirar para delante' y asumir ‘el coste económico', pero no dice cómo", añaden. Nadie entiende el comportamiento y ya hay quien bromea con que "sin duda" su viaje a Valladolid para la inauguración de la exposición Tiempos de melancolía. Creación y desengaño en la España del Siglo de Oro, le ha cargado las pilas. "Se ha comparado con María Bolaños, directora del Museo Nacional de Escultura, y ha pensado que si ella puede yo también", comentan.
La muestra, organizada por el Museo Nacional de Escultura en colaboración con la Obra Social La Caixa y Feltrero División de Arte, tras su paso por Valladolid, viajará al Museo de Bellas Artes de Valencia, donde se podrá contemplar del 4 de noviembre de 2015 al 7 de febrero de 2016, y después al CaixaForum, en Palma de Mallorca, del 2 de marzo al 11 de junio de 2016. El San Pío V es uno de los muchos museos que ha cedido obra para la muestra en la que también colaboran el Musée Ingres, The National Gallery, la Fundación Thyssen Bornemisza, o el Real Colegio y Seminario de Corpus Christi de Valencia, entre otros, además de numerosas colecciones privadas.
Olmos, tras participar en la presentación de Tiempos de melancolía. Creación y desengaño en la España del Siglo de Oro, ha regresado a Valencia con energías renovadas y quiere reordenar el pasillo del primer piso del museo, compuesto por 30 obras, para disponer otra exposición que se titulará Res Mobilis II. Pero para hacerlo hay que desmontar, pintar y volver a montar.
En paralelo, aprovechando que se clausura la exposición Valencia 1750, Olmos quiere hacer una dedicada a Santa Teresa, ya que es el año de la santa. En esta exposición, todo vale. Se ha buscado en el ámbito cronológico de la santa y todo lo que quepa en él es aceptado para ser exhibido. Por ejemplo, se van a colgar un par de tablas de san Pedro y de San Pablo, que ya estaban expuestas en el museo, y su elección ha sido porque según la tradición ambos santos se le aparecieron a la santa; qué mejor criterio científico que ese. Dichas tablas son especialmente delicadas por el tipo de sujeción que tienen lo que obligará a la contratación de empresas para la adecuación de la sala (pintura y peanas), empresas para el movimiento de obras para colgar los cuadros y todo ello sin ningún tipo de concurso público porque no hay tiempo para ello.
Paz Olmos no es el único caso de dirigente del mundo cultural vinculado al PP que intenta mantener el cargo. Recientemente se supo que Inmaculada Gil-Lázaro, quien ha sido directora de Teatres durante la última década, está intentando volver a su plaza de Coordinadora del Centre Coreogràfic. Este movimiento ha provocado un enorme malestar en el comité de empresa e incluso un divorcio entre diferentes representantes sindicales. Los trabajadores de Teatres no quieren que siga vinculada a la institución y recuerdan que, al ser interina, no tiene derecho a retornar a su plaza, que debió ser amortizada con el ERE de CulturArts.
Otro que se ha manifestado públicamente pidiendo su continuidad es el director de Cinema Jove, Rafael Maluenda. Preguntado por ella durante la rueda de prensa de presentación del festival, Maluenda, quien lleva 15 años en el cargo, aseguró no tener "ninguna vinculación política". En su caso fue el ascendente de su padre, Rafael Maluenda, quien ha llegado a ser portavoz del PP en les Corts, el que llevó al entonces director del IVAJ, Carlos Mazón, a nombrarle director del festival en lugar de Sigfrid Monleón, que era el candidato auspiciado por el director de la Filmoteca de Valencia, José Luis Rado. En previsión de males mayores, Mazón prefirió para el cargo a alguien que tuviera cobertura política por si, llegado el caso, se desataba alguna polémica.
No es la actitud general. Otros políticos, como la directora general de Patrimonio, Marta Alonso, preguntaba el martes cuándo era cesada porque entendía que con el cambio político se ha producido el relevo y quería concretar el traspaso de poderes. Igualmente, la directora del Instituto de Restauración, Carmen Pérez, estuvo hablando con algunos de sus colaboradores recientemente de que se iba a marchar para disfrutar de su jubilación. O el intendente del Palau de la Música, Ramón Almazán, quien anunció a los profesores de la Orquesta de Valencia su marcha e inminente jubilación en octubre, y quien fue despedido por los músicos con una ovación.
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