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arte e historia

El genio desconocido: una gran exposición saca a la luz 70 cuadros inéditos de Fillol

CARLOS AIMEUR. 20/04/2015 La muestra que organiza el Ayuntamiento de Valencia le confirma como uno de los grandes maestros del XIX

VALENCIA. "Es el que anuncia el realismo social. Es el pintor más progresista del XIX. Llevaba muchos años queriendo hacer esta exposición. Creo que es con diferencia una de las dos o tres mejores que he organizado nunca". Francisco Javier Pérez de Rojas, catedrático de Historia del Arte de la Universitat de València y comisario de Antonio Fillol Granell (1870-1930), habla emocionado de la muestra que se inaugura este lunes en la Sala Municipal de Exposiciones y que estará visitable hasta el 20 de septiembre.

La exposición se compone de cerca de 80 cuadros de los cuales sólo ocho se han visto hasta la fecha. Son pinturas cedidas por algunas de las más importantes instituciones culturales públicas y privadas de España como El Prado, el Museo de Bellas Artes de Valencia o el Museo Lladró. El resto han permanecido hasta ahora fuera del alcance del público y sólo las conocían los especialistas. Son, estrictamente hablando, inéditas. Los motivos han sido muy distintos. En algunos casos, porque permanecían en colecciones privadas. En otros, porque, simple y llanamente, estaban guardadas por la familia del artista porque el creador así lo quiso.

Con algunos casos tan llamativos como El sátiro. Esta obra de 1906 sólo fue expuesta ese año en el Círculo Regional Valenciano en Madrid. Y se mostró como desagravio con el pintor. La obra había sido rechazada por parte del jurado de admisión de obras en la Exposición Nacional, junto con otras de Romero de Torres y José Bermejo, por considerarlas ‘inmorales'. La pintura retrata la rueda de reconocimiento que una niña, acompañada por su abuelo, realiza en una comisaría para identificar a su violador. El lienzo, sórdido, de una gran dureza pese a su aséptico aspecto, impactó al público y la crítica especializada de la época que lo aplaudieron. Es un ejemplo de un realismo "casi soviético", en palabras de Pérez de Rojas. Pero el pintor, decepcionado por lo sucedido, decidió guardarlo en su casa enrollado. Y así ha estado durante más de un siglo.

Otro de los grandes cuadros inéditos de la exposición es ¡El mar siempre azul!, el cual, según Pérez de Rojas, sitúa a Fillol como "protagonista indiscutible del naturalismo con derivas hacia el modernismo". En él se puede ver a una familia de pescadores de Oropesa mirando al mismo mar que tras una tormenta se ha llevado su casa y les ha dejado sin nada. "Son una familia de sin techo, son unos parias. Y él se fija en ellos para hacer una de sus obras más emotivas y hermosas", recalca Pérez de Rojas. Es un cuadro social, de denuncia.

'¡El mar siempre azul!', otro de los grandes cuadros inéditos.

Y es que con Fillol no hay componendas. Su visión, honesta, de buen cronista, sitúa al espectador ante su tiempo de una forma fidedigna. Buen ejemplo de ello es una de sus obras más conocidas, La bestia humana, de 1897, en la que retrata a una adolescente en un burdel, llorando antes de su primer servicio con un cliente, y a la madre hablando con la hija y convenciéndole de que debe acostarse con ese hombre. Esta pintura, una de las procedentes del Prado, se podrá contemplar también en Valencia y refleja como pocas su visión de la vida. Polémica, sólo la intervención de escritores de la talla de Pérez Galdós, buen amigo suyo, o Mariano de Cavia le evitó problemas mayores. Ambos defendieron que él mostraba la realidad. La vida. Cruda.

Una realidad que él mismo había vivido en primera persona porque los orígenes de Fillol, como los de tantos ilustres pintores valencianos de ese período, son humildes, muy humildes. Era hijo de un zapatero del barrio del Carmen en cuyo taller tuvo que trabajar un tiempo hasta que por fin pudo centrarse de pleno en el estudio de la pintura, que era su pasión.

En 1889 abrió su primer estudio en la calle Mossén Sorell, un punto céntrico del barrio donde había nacido. De allí salieron obras tan interesantes como A ese (1894), que representa la persecución de un delincuente en el propio barrio y que denota ya, según Pérez de Rojas, "una modernidad compositiva que va a dominar en el conjunto de su creación". Es por eso que vistos hoy sus cuadros tienen una inusitada vigencia, la de las grandes obras.

Discípulo de Ignacio Pinazo (1849-1916), mantenía relaciones con Joaquín Sorolla (1863-1923) y otros pintores coetáneos. Hombre de una gran personalidad, "muy culto", en la descripción que hace de él Pérez de Rojas, Fillol había leído a Émile Zola, a quien tenía como gran referente intelectual. Conocido esto no resulta extraño que fuera próximo a Vicente Blasco Ibáñez, Autorretrato de Fillol de 1917.con quien compartía filiaciones intelectuales y a quien de hecho, dice Pérez de Rojas, "le aconsejaba y le guiaba". Muy apegado a Valencia, no se planteó instalarse en Madrid, como sí hizo Sorolla, y decidió seguir trabajando en su tierra hasta su muerte.

A Fillol se le puede situar dentro de la nómina de grandes artistas valencianos que marcó el XIX, si bien su filiación realista, cuando triunfaba el Impresionismo, le hace ser atípico. Sus temas mismos eran muy peculiares, personales, adelantados a su tiempo y con una forma de ver las cosas que en su momento sorprendió. Porque Fillol era capaz de retratar el dolor y la belleza con la misma maestría.

"La preocupación del artista naturalista por mostrar la verdad obliga abordar todas esas situaciones o circunstancias, pero Fillol es también el pintor de la alegría, la espontaneidad y el candor", explica Pérez de Rojas. "La belleza no puede ocultar que existe la fealdad o viceversa ¿Pero donde está el límite de la verdad? Aquello que para muchos es feo, puede no serlo para quien sea capaz de transcender las meras apariencias. Fillol con su pintura y elección de unos tipos humanos relativiza conceptos y cánones preestablecidos. Su pintura es contraria al idealismo o a la visión melodramática que dominaba en su tiempo". 

Más diferencias. Si Sorolla se centra en la narración de la vida marinera de la zona del Cabañal, creando una moda, Fillol será el pintor por excelencia de un área hasta entonces poco transitada por los artistas valencianos: la Albufera. El poblado del Palmar, con sus viviendas populares y barracas, fue para él uno de los espacios más singulares y sugestivos del entorno valenciano. "La serie de grandes pinturas realizadas en la Albufera, la mayor parte de ellas nunca mostradas en las últimas décadas, nos ponen en contacto con una visión sosegada del paisaje que es la otra cara de la moneda de un artista que siempre defendió la pintura de ideas frente a la exhibición de alardes técnicos", explica Pérez de Rojas.

El porqué Fillol ha permanecido en segundo plano durante todos estos años es uno de esos misterios que a veces acontece en el mundo del arte. Pese a ser un artista bien considerado, su nombre ha estado ausente de la programación de exposiciones, de los calendarios artísticos. Así lo estima su biznieto Ignacio Gómez Juan, quien considera que en parte se ha corregido esta situación con una exposición que se convertirá en uno de los hitos de la primavera cultural valenciana.

Los trabajadores del Instituto de Restauración con 'El sátiro'.

Desde su punto de vista, su antepasado es "uno de los grandes olvidados" de la pintura del XIX, ya que pese a tener obra en el Prado es muy raro que se le cite en las grandes muestras retrospectivas. "No se había hecho nada desde el año 30, desde su muerte; sólo una exposición en los años 60 en el Círculo de Bellas Artes. No se había visto un conjunto tan amplio de su obra hasta esta exposición", enumera. Ahora no sólo habrá exposición, sino también un catálogo que ha realizado Pérez de Rojas en colaboración con José Luis Alcaide y que verá la luz en breve.

Ya hace ahora un año Gómez Juan se aproximó al Instituto de Restauración con la obra El sátiro, que, como recuerda, "llevaba casi 110 años enrollada" en su casa. "Me puse en contacto con Carmen Pérez para ceder el cuadro para su restauración y que se expusiera". En esto recibió la llamada de Pérez de Rojas quien le anunciaba que, por fin, gracias al Ayuntamiento de Valencia, podían exhibirse las pinturas de su bisabuelo. 

Ambos coincidieron que debía estar El sátiro, aunque no haya dado tiempo a terminar su intervención. Aunque, según anuncia Carmen Pérez, después de la exposición del Ayuntamiento este cuadro y el ambientado en Oropesa volverán al Instituto de Restauración para que se concluyan los trabajos, y posteriormente El sátiro será cedido al Museo de Bellas Artes de Valencia donde permanecerá en depósito y saldrá definitivamente a la luz.

Antes, estas dos obras se podrán contemplar junto a otras muchas pinturas en los bajos del Ayuntamiento de Valencia. Será durante cinco meses, 150 días en los que comenzará a hacerse justicia con uno de los más grandes pintores valencianos y, quizás, el más infravalorado.

'La bestia humana', uno de los cuadros más célebres de Fillol.

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7 comentarios

Emilio Tadeo Blanco escribió
17/07/2015 22:41

Mis felicitaciones y agradecimiento a los encargados de decidir y montar la exposición y de elaborar el magnífico catálogo, Alcaide y Pérez Rojas. También al autor de la crónica, Carlos Aimeur. Ya era hora de exponer y valorar la obra extraordinaria de Fillol, tantos años censurada por el conservadurismo de todo tipo. Confiemos en que, a pesar de la crisis, más obras puedan pasar a su estudio y a la contemplación definitiva en los museos.

Manuel García-Castellón Benarroch escribió
17/05/2015 06:45

Muy buena la crónica de Aimeur. Javier Pérez Rojas, incansable erudito de la pintura del XIX.

A.J. FILLOL escribió
26/04/2015 19:49

Por fin es posible conocer parte de la obra de un gran artista valenciano. Gracias al catedrático Javier Pérez Rojas...

ISABEL LLEDO FILLOL escribió
26/04/2015 18:33

SOY SOBRINA LEJANA DEL PINTOR FILLOL ,AL QUE CONOCIA POR LAS POCAS OBRAS QUE CIRCULAN POR AHI Y POR LO MUCHO QUE MI MADRE ME HABLABA DE EL DE LO INFRAVALORADO QUE HABIA SIDO EN LA HISTORIA DE LA PINTURA ,SIENDO UN GRAN PINTOR A ELLA LE HUBIERA GUSTADO MUCHO ASISTIR A LA EXPOSICION, PERO YA NO PODRA YA ERA HORA DE ESTE RECONOCIMIENTO AL PINTOR ANTONIO FILLOL

Ximo escribió
21/04/2015 09:37

Es trova a faltar un Museu Nacional d'Art del País Valencià. Seria una bona ocasió de retrobar-nos amb nosaltres mateixos.

Antonio López escribió
21/04/2015 07:13

Muy interesante este descubrimiento. Gracias Carlos Aimeur.

Guillermo Santana escribió
20/04/2015 21:04

Felicitaciones por recuperar al publico este magnifico artista.

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